FOTOCHOP XI
Bloqueo
- "Que funcione el dedo y que quienes se hayan impuesto en las urnas se rodeen de las personas que estimen oportunas"
- "La derecha ultra del PP, que cada vez se parece más a la ultraderecha de Vox, va en serio y no pinta que vaya a entrar en la subasta judicial"
- "Nos empecinamos en creer que el mundo que habitamos es igual, o parecido, al de hace unos años"
Como cambian los tiempos, Venancio. Quién me iba a decir hace un par de años que acabaría siendo partidario de que cuando un partido gane las elecciones y consiga formar gobierno —bien sea en solitario o con el concurso de otros— tenga manos libres para destituir y nombrar a los cargos que le venga en gana, incluidos el director de RTVE, los miembros que toque del Consejo General del Poder Judicial o el Defensor del Pueblo. Todo dios. Ni mayorías cualificadas ni hostias. Que funcione el dedo y que quienes se hayan impuesto en las urnas se rodeen de las personas que estimen oportunas para aplicar con eficacia las políticas que mayoritariamente han votado los ciudadanos. Sin palos en las ruedas. Así de sencillo.
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La imposición del consenso como fórmula para garantizar cierto equilibrio institucional se ideó para otro tiempo, para un tiempo que ya no existe, y por eso ahora, en este contexto, un contexto que no se parece en nada a aquel, esas zarandajas no funcionan. La derecha ultra del PP, que cada vez se parece más a la ultraderecha de Vox, va en serio y no pinta que vaya a entrar en la subasta judicial; por lo menos de momento. Se pasa por el arco del triunfo el resultado electoral y, con ello, la voluntad del pueblo, una palabra que, no sé por qué, ya nadie usa. “¿Para qué negociar, aunque toque, la renovación del Consejo General de los jueces?, ¿para perder el control?”, supongo que se preguntará el líder del PP a sí mismo cada mañana cuando se contempla en el espejo del cuarto de baño mientras se arregla la barba. “Pero señor Casado —podría recordarle hasta un becario de Atresmedia con una alcachofa verde en la mano—, el CGPJ lleva en funciones desde 2018”. “¿Y cuál es el problema, muchacho? ¿Acaso no seguimos controlándolo?” —imagino que respondería Casado.
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¿Lesmes con la jeta como una pasa de corinto y el holograma de un crucifijo flotando a su diestra después de jurar por enésima vez su renovación como presidente del Poder Judicial en el 2033? No acabo de digerirlo, la verdad (ver foto).
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Se da por hecho que cada vez que la derecha ‘okupe’ el poder apuntalará su ramalazo sectario allí donde pueda: en el máximo órgano de poder de los jueces, en el Tribunal Constitucional, en la televisión pública, en la Junta Electoral Central, en el Museo del Prado; pero el “sistema del dedo” impediría que al menos cuando palme, como ahora, siga teniendo la capacidad de amargarnos la existencia bloqueando el normal funcionamiento de las instituciones. ¿Qué hay que nombrar al director general de RTVE?, pues que lo haga el Gobierno, que para eso le pagamos. ¿Qué nombra a un trepa arribista, a un advenedizo, a un sinvergüenza? En ese caso, que el electorado se lo cobre cuando toque. ¿Que nombra a un tipo independiente y profesional?; entonces que así se lo premien en las urnas. El problema de este sistema es que los votantes de la derecha, por lo general, son mucho más cicateros que los de la izquierda a la hora de pedir cuentas a sus representantes políticos, pero con eso ya contamos.
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Nos empecinamos en creer que el mundo que habitamos es igual, o parecido, al de hace unos años; un mundo basado en principios que, sin embargo, una buena parte de la ciudadanía no es que no comparta, es que ni tan siquiera conoce. Las torticeras alusiones de destacados dirigentes del PP y de Vox al holocausto nazi para referirse a la ley de eutanasia que ha puesto en marcha el gobierno me han revuelto, literalmente, las tripas… Y no pasa nada… Así que, ¿por qué no un referéndum? De esa manera saldríamos de dudas y sabríamos con certeza de qué pasta estamos hechos sin que ningún maldito tertuliano tuviera que venir a decírnoslo.
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P. D. Ya es mala baba que, a parte de mí, la única persona a la que parece no haberle gustado “Parásitos” sea Donal Trump. Sí. Ya sé que me diréis que seguramente será por motivos distintos a los míos… Pero me da que pensar…