1 de mayo: organizarse para vencer
- Este 1º de mayo debe servirnos para mantenernos firmes en la defensa de los derechos de la clase trabajadora
Paloma Vega. Secretaria de Organización CCOO Madrid
Primero las personas. Con ese lema reivindicamos hoy en más de 80 ciudades la necesidad y la importancia de situar los problemas de la ciudadanía como prioridad en la agenda política de este país. Y lo hacemos en un 1º de Mayo especialmente relevante, tras la celebración de las elecciones generales el 28 de abril, para exigir más derechos, más igualdad y más cohesión.
El domingo pasado la clase trabajadora demostró con creces que cuando se moviliza y se organiza, es capaz de frenar a aquellas fuerzas que incorporan en sus programas iniciativas destinadas a desmantelar el Estado del bienestar. La clase trabajadora, con su voto, consiguió poner un dique de contención a esas formaciones de derecha y ultraderecha que pretendían poner en marcha medidas cuya aplicación solo conduciría a un mayor deterioro de los servicios públicos, unos servicios esenciales para nuestra clase.
A la luz de lo ocurrido, y con la vista puesta en los próximos comicios municipales, autonómicos y europeos del 26 de mayo, desde CCOO insistimos en explicar que cuando la gente se organiza, cuando los trabajadores y trabajadoras se agrupan para defender sus intereses, es cuando más fuerza tienen y cuando más objetivos se consiguen. Y así ha sucedido en los últimos años. Después de la dura etapa de crisis económica y financiera que tanto daño hizo a la mayoría social trabajadora del país, en CCOO hemos constatado un progresivo aumento de la afiliación. En la actualidad, el número de personas afiliadas al sindicato se sitúa incluso en cifras superiores a las de 2013, año de comienzo la recuperación.
Y es que los trabajadores y las trabajadoras son conscientes de que las organizaciones sindicales son la mejor herramienta para la defensa de sus intereses frente a la precariedad y la explotación laboral. Es más, en los últimos años han sido las mujeres las que más han incrementado el nivel de afiliación, contribuyendo así a fortalecer al sindicato y a potenciar la lucha del movimiento feminista en los centros de trabajo. La brecha salarial, los techos de cristal, la desigualdad al fin y al cabo, siguen siendo prioridades para lucha sindical. Y gracias a la activa implicación de tantas compañeras, hemos conseguido que esa batalla cada día vaya dando sus frutos a través de importantes conquistas.
Este 1º de mayo debe servirnos para mantenernos firmes en la defensa de los derechos de la clase trabajadora; para recordarnos que ante la amenaza de la extrema derecha las organizaciones sindicales somos un muro de contención para frenar su avance; para trasladar a la sociedad que los trabajadores y trabajadoras, nucleados en torno a los sindicatos, somos más fuertes; para ser conscientes de que estar juntos nos hace mejores y más útiles. Porque al final se trata de eso, de tejer alianzas, de unir nuestros intereses para luchar y defender mejor nuestros derechos. Como decía Concepción Arenal, “las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican”.
Hoy hace 130 años que la clase trabajadora comenzó a manifestarse, a reivindicar y reclamar sus derechos un 1º de Mayo como conmemoración de la lucha de los llamados Mártires de Chicago, aquellos trabajadores y sindicalistas que murieron y dieron su vida por defender derechos básicos que hoy ni se cuestionan, como la jornada laboral de ocho horas. Hoy salimos de nuevo a las calles en su recuerdo, como homenaje, pero también para seguir reclamando los derechos que aún nos quedan por conquistar. La lucha sigue.