¿Fascismo en italia? Decreto dignidad

  • El Decreto Dignidad establece también importantes restricciones a la deslocalización empresarial, sancionando a las empresas que abandonen el territorio italiano con la pérdida de las ayudas públicas vinculadas a inversiones productivas que hayan recibido
  • Aborda la prohibición de la publicidad de las apuestas deportivas y juegos de azar, en la pretensión de erradicar una lacra social que golpea sin piedad a las familias italianas, especialmente a las más pobres y vulnerables

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Héctor Illueca, Manuel Monereo y Julio Anguita

La aprobación del llamado "Decreto Dignidad" por parte del gobierno italiano ha provocado furibundas reacciones en diversos círculos políticos y empresariales. La multinacional alemana Foodora abandona Italia. Lejos de toda prudencia, las principales organizaciones patronales amenazan con despidos masivos. El día de su aprobación en el Senado, los representantes del Partido Demócrata exhibieron carteles en los que podía leerse #ByeBye lavoro ("Adiós trabajo"), lo que motivó que la presidenta de la cámara los llamara al orden. Periodistas a sueldo de las finanzas han emprendido una campaña sin precedentes contra el artífice de la norma, Luigi di Maio, el joven ministro de Trabajo y vicepresidente del país transalpino. Hasta los sindicatos han manifestado su oposición al Decreto, aunque en este caso por motivos muy distintos a los anteriores. Lo cierto es que el Decreto Dignidad ha abierto un intenso debate en la sociedad italiana sobre los parámetros que rigen las relaciones laborales y, más allá, sobre las políticas sociales y económicas aplicadas en Europa desde la aprobación del Tratado de Maastricht.

¿A qué viene tanto ruido? Empecemos por contextualizar el Decreto Dignidad en la historia de la legislación laboral italiana. Una historia, por cierto, que resultará familiar a los lectores españoles. Durante los últimos treinta años, las sucesivas reformas laborales han desregulado el mercado de trabajo y han generalizado la precariedad laboral: la Ley Treu (1997), la reforma Biaggi-Maroni (2003), los denominados "bonos de trabajo" (2008), la Ley Fornero sobre las pensiones (2012)... estas y otras normas fueron construyendo un mercado laboral precario y desregulado en el que los empresarios tienen por entero la sartén por el mango. La culminación de este proceso fueron las reformas acometidas por Matteo Renzi en los años 2014 y 2015, que implantaron el llamado "contrato único" (despido libre) y la contratación temporal sin causa como formas ordinarias de gestión de la mano de obra en las empresas. O sea, precariedad para todos y en todas partes. Recordemos, sin acritud, que por aquel entonces el actual presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, consideraba a Renzi su principal referente en Europa.

Partiendo de esta base, no puede negarse que el Decreto Dignidad constituye un punto de inflexión en las políticas sociales aplicadas en Italia desde la irrupción del neoliberalismo. Se dirá, con razón, que la norma no cuestiona el paradigma dominante del mercado de trabajo y que serían necesarias reformas mucho más profundas y ambiciosas. Así es. Pero ello no debería impedirnos valorar en su justa medida el Decreto Dignidad.

Veamos sucintamente su contenido. Para atajar la precariedad laboral, se reduce la duración máxima de los contratos temporales de 36 a 24 meses y, todavía más importante, se restablece el principio de causalidad en la contratación temporal a partir del primer año de vigencia del contrato, de modo que éste sólo podrá prorrogarse cuando existan circunstancias temporales y objetivas que lo justifiquen. Aún más, con afán evidentemente disuasorio, se incrementa significativamente la indemnización por despido de los contratos temporales y se penaliza el uso abusivo de los mismos, aumentando la cotización adicional a la Seguridad Social en 0,5 puntos por cada prórroga del contrato.

Pero no sólo eso. El Decreto Dignidad establece también importantes restricciones a la deslocalización empresarial, sancionando a las empresas que abandonen el territorio italiano con la pérdida de las ayudas públicas vinculadas a inversiones productivas que hayan recibido, e imponiendo fuertes multas administrativas si la empresa se desplaza a países no pertenecientes a la Unión Europea. Aunque está por ver cuál es su eficacia, creemos que se trata de una decisión valiente al menos por dos razones: primero, porque supone un cuestionamiento de los principios que inspiran la construcción neoliberal del mercado europeo, señalando el nudo de problemas a los que muy pronto tendrá que enfrentarse el gobierno italiano; y, segundo, porque fortalece la posición de poblaciones laborales completas que hasta ahora asistían impotentes a la degradación sistemática de sus condiciones de vida y trabajo para "hacer de Italia un país competitivo" y "salvar los puestos de trabajo".

Por último, pero no por ello menos importante, el Decreto Dignidad aborda la prohibición de la publicidad de las apuestas deportivas y juegos de azar, en la pretensión de erradicar una lacra social que golpea sin piedad a las familias italianas, especialmente a las más pobres y vulnerables. Con la única excepción de las loterías nacionales, la norma prohíbe cualquier clase de publicidad relacionada con apuestas y juegos de azar, efectuada por cualquier medio, incluyendo eventos deportivos, culturales o artísticos, transmisiones de televisión y radio, prensa diaria y periódica, publicaciones en general, vallas publicitarias e Internet. La lucha contra la ludopatía nunca ha sido fácil, tampoco en Italia, como evidencian las muchas iniciativas fallidas que se emprendieron en el pasado. Al proceder de este modo, el gobierno italiano está asumiendo la defensa de las clases populares frente a grupos de presión poderosos e influyentes que controlan los principales medios de comunicación a través de gigantescas inversiones publicitarias.

En nuestra opinión, la importancia del Decreto Dignidad no puede ser ignorada. El gobierno italiano parece ser el único que ha tomado nota de la importante Resolución del Parlamento Europeo aprobada el pasado 31 de mayo sobre la lucha contra la precariedad laboral, en la que se insta a los Estados miembros a erradicar el empleo precario y a promover el trabajo de calidad, seguro y bien remunerado. Es posible que las medidas laborales del Decreto sean insuficientes, pero rompen con el pasado reciente y transitan un nuevo camino. Las medidas contra las deslocalizaciones apuntan a las empresas que en mayor medida han explotado y precarizado el trabajo. La lucha contra la ludopatía implica la defensa efectiva de los más pobres y excluidos, de las personas que sufren la crisis y lo han perdido todo. Guste o no guste, el Decreto Dignidad constituye un notable esfuerzo por defender al pueblo italiano contra los señores de las finanzas y de las deslocalizaciones. En política hay que debatir sobre datos y hechos. Juzgar las intenciones es propio de inquisidores y pobres mentes que carecen de argumentos racionales. ¿Fascismo en Italia? Decreto Dignidad.

11 Comments
  1. Víctor says

    Inaudito que se presente este texto sin mencionar la política migratoria del actual gobierno italiano, como si las personas a las que condenan a morir ahogadas en el mediterráneo fueran solo intenciones y no hechos. Desde luego, es también de una preocupante miopía dejar de mencionar esa política migratoria como si los trabajadores migrantes no fuesen la mano de obra más vulnerable a la explotación salarial. Y, por último, resulta inquietante que la única mención a este aspecto sea por medio de esa pregunta retórica «¿Fascismo?», como si este fuera un problema menor mientras que se avance en medidas sociales para los trabajadores… siempre que sean nacionales, claro.

    1. frannavasgmailcomnavas2014 says

      Vulnerables son los trabajadores españoles,ahora y siempre y nadie ha hecho nada por ellos.

  2. migstor says

    La deriva verticalista teñida de plebiscitarismo que asoló Podemos en meses era preocupante y quedó en endémica; lo mismo el tacticismo absurdo y enloquecido; pero con eso y con todo no había una deriva ideológica y teórica monolítica aplastante. Había abandonos, ocurrencias , virajes absurdos. Pero no una debacle así. Y ,cada uno con sus mochilas, gente como Monereo , Anguita e Illueca por lo menos mantenían unas posiciones sólidas y elaboradas. Pero el pantuflismo que se muestra en el artículo firmado por estas tres personas de gran valía y honestidad intelectual habla demasiado de hasta dónde ha caído Unidos Podemos. ¿En serio?¿»Fascismo en italia? Decreto dignidad»?

    Hoy por hoy, entre el peronismo patriotero casi joseantoniano y la cosa nacional popular pirrada por el compromiso histórico italiano, no se quién quieren que se sienta cómodo con Podemos aparte de todos los cuadros, cargos electos y fans impenitentes ¿ex-eurocomunistas de encefalograma plano? ¿bolchepardos? ¿falangistas «de izquierdas»? A los que se fueron van a votar PSOE o Ciudadanos no los van a ganar Y todos los demás, con la excepción de los que siguen pero son o serán ignorados o purgados, estamos ya en la abstención desde hace tiempo. ¿Se cree que elogiando sin más gestos populista de la extrema derecha se va a rascar ¿dónde? ¿en el electorado de Democracia Nacional? ¡Que grande el fuero del Trabajo! Viva el vino y las mujeres.

    El Podemos que muchos recibíamos con el manifiesto Mover Ficha y las esperanza de los primeros meses está TAN lejos y tan muerto… ¿Alguien ha hecho la prueba de releer Mover Ficha y el programa de las Europeas de 2014, por cierto?

    Y recordemos, sin acritud, qué clase de gentuza son Salvini y los suyos. Y que el actual presidente del Gobierno de España Pedro Sánchez, que consideraba a Renzi su principal referente en Europa gobierna gracias a Podemos, que le llevó a llevó a la Moncloa exclamando sí se puede entre lágrimas de alegría y sin condiciones. Recordemos quién es Sánchez y su partido. Y en España la Ley Mordaza sigue. Las Reformas laborales siguen. Los concertados siguen. Siguen los deshaucios. Las devoluciones en caliente. Los hospitales semiprivatizados siguen. Seguimos siendo un protectorado de Alemania. Y sigue , aquí, la proliferación publicitada de juegos de azar, por cierto, también. El Borbón también sigue pero según Espinar no hay que molestarle con política en sus viajes a Catalunya y según Iglesias es muy majete porque se ha interesado por la salud de sus hijos. Todo muy guay.

    Pues nada, a elogiar los guiñitos de protofascistas en Italia, que aquí están los deberes hechos.

    Consternación…

    1. Fornieles says

      No has comentado absolutamente NADA del artículo, en el que se analiza LOS HECHOS, venga de donde vengan… El neoliberalismo no ha sabido dar respuesta a la clase trabajadora, y la socialdemocracia han perdido totalmente el norte sobre que o a quienes defienden.. Tiene narices que los populistas de derechas sean los que hagan las propuestas más valientes al respecto por que la socialdemocracia se ha ACOBARDADO con las amenazas del sector financiero y empresarial, con la deslocalización etc etc.. Atacaremos al populismo de derechas sobre medidas racistas o xenófobas, pero no podemos atacar un plan a favor del trabajador, cuando llevamos años señalando el mismo camino, eso si que debilitaría nuestro discurso…

      1. migstor says

        En el artículo no se comentan LOS HECHOS con mayúsculas sino que se blanquean unas medidas que ha tomado una coalición ultraderechista que está a partir un piñón con el neofascismo, el trumpismo y … la gran patronal italiana. Y se las magnifica, se compra la versión de los autores y no se analiza nada, se elogian como si flotaran en el aire y mucho l se analizan en el contexto no ya del funcionamiento del sistema neoliberal en su conjunto sino de su plasmación concreta en Europa y en Italia.

        Y precisamente Italia el pais es donde la inanidad del eurocomunismo y de la socialdemocracia de los últimos decenios les ha hecho , desde posiciones de partida de gran fortaleza, a renunciar a plantar cara al neoliberalismo con el resultado de la derrota más completa, hasta quedar pulverizados. La nula valoración de la historia reciente de la historia de Europa y de Italia y la fascinación ante esta mezcla de neoliberales salvajes con xenofobia clasista que compartes con los autores es un ejemplo de a qué y quienes apelan.

        Por lo demás tú ní que ignoras por completo todo lo que he puesto y claramente no te gusta oir .

        Qué bonita está la foto de los valientes creadores del plan a favor del trabajador. Si se suma Le Pen ya no quedan kleenex para tanta paja.

        https://www.repubblica.it/esteri/2018/09/07/news/salvini_incontra_bannon_e_aderisce_a_the_movement-205860398/

        Y desde luego que hace falta mucho debate sobre todo ésto pero con panfletos como éste y reacciones como las de sus defensores da… para querer emigrar de este país con mucha más fuerza. No tenemos bastante con aguantar a la derecha sus alegatos de que hay que olvidar el pasado porque ya esta la democracia que nos dimos todos, lo bueno que era el Caudillo con «sus» pantanos y las casas que nos «regaló», los de que Hitler también hizo cosas buenas … que ahora tenemos que leer glosas del mismo nivel analítico hacia estos coaligados con Trump y Le Pen pero de los que se supone que tienen más nivel intelectual y compromiso de la «nueva política». ¿Qué es lo próximo, analizar los «hechos» sin valorar las intenciones de los repartos de comida del Hogar Social Madrid? ¿Los hechos sin valorar las intenciones de Le Pen, Trump, AfD?

        Lo que sí me aporta tu comentario y algún otro de más arriba es gran curiosidad por saber a qué espectro político real perteneceis los que contestais con estas proclamas enardecidas de una frase o un párrafo. No se que es peor, si estos mensajes encuentran eco en afiliados de Podemos o IU o si a quien llegan es a la clientela latente del fascismo. ¿Cual es «nuestro» discurso según tú?

        En fín.
        Anguita, Illuecas y Monereo apelan al bolchepardismo, encontrarán bolchepardos, eso seguro. De rodillas hasta la derrota final, los eurocomunistas.

      2. callogher says

        Sabías que durante la dictadura franquista no habia apenas paro? Qué bueno el franquismo en eso, eh.

        1. Juan Sanchez says

          Normal, Franco contó con el dinero de EEUU para levantar un país devastado por una guerra y más próximo de la Edad Media en infraestructuras que del siglo XX.

          Más bueno era el comunismo de Stalin, que sin ayuda de nadie, levantó el país, mandó al hombre al espacio, y con pleno empleo, eh.

  3. LDMuras says

    Independiente del respeto que tengo por estos autores del artículo , lo que dicen aquí no me gusta nada ,nada de nada y tampoco veo la razón , porque tienen que entrar a decir algo sobre esto y no quiero ni perder el tiempo en este debate , ya que el que mucho habla mucho yerra y menos apoyar a quienes hacen de la xenofobia política ..

  4. Dasein says

    Juzgar las intenciones es propio de inquisidores y pobres mentes que carecen de argumentos racionales. ¿Franquismo en España? Fuero del Trabajo.
    A ver si en la izquierda nos caemos de la burra de una vez y dejamos de decir barbaridades.
    En mi modesta opinión el fin no justifica los medios.

  5. teodosio says

    y digo yo …

  6. callogher says

    Que el fascismo identifique al multinacionalismo capitalista global como foráneo enemigo de la patria no tiene ningún mérito, Manolo Monereo.

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