Un titular estremecedor abría, el pasado sábado, la portada digital del prestigioso diario El Mundo: “La Asamblea de Ciudadanos destierra la socialdemocracia para abrazar el liberalismo”. Ahí lo tiene: sin inmutarse, ante su público, con dos cojones y en Asamblea General. El partido liderado por Albert Rivera, estadista con un prestigio férreo forjado a golpe de integridad, se desprende de una ideología política con la misma sencillez y gracejo con que usted y yo nos quitamos unos calzoncillos sudados y los lanzamos a la cesta de la ropa sucia. O si lo prefiere, con la sonrisa cínica con que Groucho Marx nos advertía de que tenía unos principios pero, que si no nos gustaban, no había problema: tenía otros. La credibilidad, la dignidad o la decencia no deberían en ningún caso obstaculizar una prometedora carrera política.
En esa bipolaridad moral que caracteriza a los supervivientes sin escrúpulos, en ese terreno neutral donde habitan los pusilánimes y los amorales, en ese microclima que siempre disfruta de cero grados, ni frío ni calor, es donde Groucho da risa y Rivera, asco. La justicia social, la dignidad humana y la democracia no pertenecen ya al patrimonio socialdemócrata, es cierto. Esperanza Aguirre, con Ignacio González a su derecha y Francisco Granados a su izquierda, un equipo de ensueño, defenderían con la cabeza muy alta que la justicia social, la dignidad humana y la democracia han sido y son la base de su compromiso político, la razón de su existencia, la columna vertebral de su proyecto ciudadano. Y es que la socialdemocracia, para qué vamos a engañarnos, ya no es lo que era. Y si no me cree, mire a los ojos durante 20 segundos a Susana Díaz. La nada.
Rivera se define ahora como “liberal-progresista”. Pero si yo fuera el encargado de redactar y mandar a imprenta los estatutos y el ideario de Ciudadanos dejaría una casilla en blanco en la definición ideológica del partido. Y repartiría lápiceros con goma de borrar en un extremo para rellenar y corregir esos folletos, esas ideologías, según vayan pasando los días, los cargos y las elecciones. Por aquello de ahorrar papel.
El mejor análisis de la Asamblea de Ciudadanos lo hizo, sin querer, ABC. El diario ultraconservador publicó el domingo, solo unas horas después de que cientos de chaquetas cambiaran de manos en la pasarela de la moda transformista organizada por Rivera, una portada que definía con precisión quirúrgica la situación actual: “El entendimiento entre el PP y el PSOE refuerza el bipartidismo”. Es decir, que vamos por buen camino. Y tú, Albert, como socialdemócrata liberal progresista que eres, lo sabes.
ala pianista, dejanos de monsergas y cuentanos algo, tu tan de medios, de por que hay que ir al abc y al mundo para saber algo de los encuentros de sanchez, bastante existosos por cierto pa ser un pueblin, ademas de su face?…ni pais, ni los del periodismo libre y tal…a ver sorprendenos, con el figura de leon, del purqua? jaja, es la casta, el regimen, el bipartidismo? jajaja venga pianista, dinos algo….pero algo potable eh!, que es audiencia tio, eso fijo, y te ganas una perras; del estilo de la entrevista en 20 min.