La Policía ha detenido a cuatro mujeres, una de ellas la responsable de Movimientos Sociales del PCE, Felicitas Velázquez, en un desalojo de una madre de trillizas de cinco años y otra hija menor que tuvo lugar ayer al mediodía en Vallecas (Madrid). Una Unidad de Intervención Policial (UIP), por orden del juzgado, ha cargado con “una violencia desmedida” contra una treintena de activistas que intentaban impedir un desahucio que había sido retrasado por un acuerdo con el banco, según ha indicado a cuartopoder.es la propia dirigente comunista, quien unas horas más tarde ha sido puesta en libertad junto a sus compañeras con cargos de resistencia y desobediencia a la autoridad.
El desalojo de la familia estaba previsto para las 12:00 de este miércoles, pero, antes de la hora prevista, se ha presentado en el lugar un miembro del equipo del concejal del distrito de Ahora Madrid, Francisco Pérez, y ha comunicado que el banco KutxaBank estaba en buena disposición y había aceptado aplazar el desalojo. También ha acudido al lugar una representante de la entidad bancaria que ha dado fe de la negociación. Ante esta situación de aparente calma, los activistas han tranquilizado a la madre, en situación especial de vulnerabilidad y a la espera de una vivienda social, y han celebrado la noticia del acuerdo.
Sin embargo, poco después han llegado “diez lecheras de la UIP”, ha relatado Velázquez. Las personas presentes han comunicado a los policías que se había acordado la paralización del desahucio con el banco y éstos se han puesto en contacto con el juez del 33 de Madrid, quien ha hecho caso omiso del acuerdo alcanzado y ha autorizado a los policías a usar la fuerza para llevar a cabo el desalojo. “La chica del banco lo ha pasado fatal, porque decía que su entidad había negociado. Les hemos dicho que no podían dejar a una familia en la calle el día más frío del año y ha dado igual”, ha explicado la dirigente comunista.
Según Velázquez, los activistas han formado una barrera en el portal de la vivienda para impedir la entrada del edificio, pero los policías se han abierto paso con golpes y han cambiado la cerradura de la vivienda. “A una chica que estaba operada de cáncer le han hecho daño y ha venido el Samur. A mí me han llevado al hospital, tenía la tensión muy alta porque soy hipertensa”, ha señalado. Después de la visita al hospital, la dirigente comunista y las otras tres activistas han sido llevadas a la comisaría. A las 18:30 han quedado en libertad, pero con los cargos de resistencia grave a la autoridad y desobediencia.
Por otro lado, la abogada de la entidad bancaria, una vez cambiada la cerradura, ha entregado las llaves a la familia desahuciada cumpliendo con el acuerdo de aplazamiento del desalojo. Velázquez ha manifestado su alivio por que, al menos, esta madre y su familia hayan podido dormir esta noche en casa. “Lo peor es lo que le han hecho pasar a esta mujer, que no paraba de decir: 'Ay, mis niñas, cuando vengan del colegio...'”, ha indicado.
El PCE ha emitido un comunicado en el que tilda de “desproporcionada” la actuación de la UIP y de “insólita” la decisión del juez, mientras que ha exigido que se investigue a ambas instituciones. Asimismo, ha recordado que considera que “no se debe realizar ningún desahucio sin alternativa habitacional” y ha pedido la derogación de la ley mordaza, que “permite estas actuaciones arbitrarias”. Por su parte, Velázquez ha lamentado el sufrimiento que ha experimentado esta madre hasta que finalmente ha recuperado la llave de su vivienda. “Ha sido un despliegue tan grande que habrá costado un montón de dinero. La Delegación del Gobierno ha metido la pata”, ha sentenciado.