…un determinado acto político puede haber sido un error de cálculo
de los dirigentes de las clases dominantes, error que el desarrollo
histórico corrige y supera a través de las ‘crisis’ parlamentarias
gubernativas de las clases dirigentes; el materialismo histórico
mecánico no considera la posibilidad de error, sino que entiende
todo acto político como determinado por la estructura de un modo
inmediato, o sea, como reflejo de una modificación real y permanente
(en el sentido de adquirida) de la estructura… Antonio Gramsci
Los hechos nada dicen en sí mismos, necesitamos saberlos interpretar y para eso hace falta tener un marco teórico, un esquema capaz de darles sentido y convertirlos en instrumento para guiar la acción política. Desde Carta al Amauta he venido proponiendo que la clave para entender lo que pasa es partir de una fase histórica marcada por la crisis del régimen del 78, por cambios acelerados en la política, en la economía, en la sociedad y por nuestra colocación —siempre se olvida— como periferia sur de la Unión Europea. Esto es, a mi juicio, lo decisivo. Un aspecto sustancial de esta crisis es la contradicción, el desajuste profundo entre los grupos de poder económicos y la clase política tradicional española. De esta contradicción nace Ciudadanos —un actor político directo creado desde el poder— y este desajuste gobierna los conflictos en el interior del bloque de poder dominante. Ésta ha sido la tesis que he venido manteniendo desde hace muchos meses.
La propuesta que de una u otra forma han venido defendiendo las clases económicamente dominantes ha sido clara: gobierno de coalición para realizar las duras reformas que el país necesita y frenar a Unidos Podemos. Las dos grandes fuerzas políticas no han seguido el guión hasta el presente. Lo primero que hay que subrayar —se lo recordó Rajoy a Sánchez en el último debate de investidura—es que en los grandes temas hay acuerdo sustancial entre el PP y el PSOE; ya existe, en muchos sentidos, una “gran coalición”. Me refiero a la política exterior y de defensa regida por el alineamiento incondicional con EEUU; a la Unión Europea y sus tratados básicos que hacen obligatorias las políticas neoliberales; a la concepción del Estado y la defensa a ultranza de la monarquía y, más allá, el respeto escrupuloso a las reglas que imponen los que mandan y no se presentan a las elecciones.
En segundo lugar, el PP no aceptó ninguna política que implicara la dimisión de Rajoy. Partían de la convicción de que si el presidente del partido dimitía, se abriría una crisis de grandes dimensiones que podría terminar como la UCD. No era, como he insistido muchas veces, sólo una cuestión de afirmación personal. Los dirigentes del PP sabían que obligar a dimitir a su jefe era hacerle el juego a Ciudadanos y a su política de recambio en la derecha. De hecho, la vida le ha dado la razón. Si algo queda claro de las elecciones del 26J es que el eje de la restauración pasará por el PP.
Para el PSOE la cosa era mucho más difícil. En mi opinión, el PSOE ha sido el verdadero partido del régimen; ha combinado como nadie la obtención de un consenso muy amplio de las clases trabajadoras con la defensa férrea de los intereses de los grupos fundamentales del poder económico. El problema del PSOE —Sánchez siempre lo ha sabido— es Podemos y Unidos Podemos, en un sentido muy preciso: para volver a ser en la nueva fase el partido del régimen debe integrar, dividir y debilitar electoralmente al conjunto de fuerzas que representa Pablo Iglesias.
Aquí aparece lo que podríamos llamar—la cita anterior de Gramsci da muchas pistas— la autonomía de la política. Es un término complejo que funciona entre dos límites, el determinismo económico y el politicismo. Resumiendo mucho, entre los que piensan que lo económico determina unidireccionalmente lo político y aquellos que piensan que lo político anda suelto sin determinaciones estructurales emitiendo discursos al viento. La autonomía es siempre relativa. Esto tiene mucho que ver con la actitud de Pedro Sánchez y la crisis encarnizada que hoy vive el Partido Socialista Obrero Español. El juego de estrategia que ha mantenido el secretario socialista —conviene subrayarlo de nuevo— tiene un objetivo fundamental: neutralizar la fuerza política-electoral de Unidos Podemos. ¿Cuál es la clave? Volver a situar en el centro el eje izquierda/derecha, polarizándose radicalmente con el PP. Sánchez lleva meses intentando vender a los poderes económicos que deben ayudarle en la tarea de anular a Unidos Podemos y sus barones (sobre todo a la virreina del sur), que lo importante es reducir a la fuerza morada a su mínima expresión, aunque supongan correr riesgos electorales. Aquí no cabe equivocarse: cuando Sánchez habla de un pacto a tres incluyendo a Ciudadanos, lo que está diciendo realmente es que no quiere un pacto con Unidos Podemos.
Sorprende que gente de buena fe pueda pensar que es factible un pacto entre el PSOE, Ciudadanos y Unidos Podemos. No sólo por la incompatibilidad sustancial programática entre ellos, sino porque el talante y el talento de Rivera lo hace imposible. No es una cuestión personal, es política. Ciudadanos ha sido creado para frenar por la derecha a Podemos y para renovar a la derecha española, modernizándola, afianzándola en el ideario neoliberal y en la defensa de la globalización en curso. Es más, cuando Ciudadanos habla de regeneración democrática y de lucha contra la corrupción, lo que está señalando es que la causa última de ésta es el excesivo intervencionismo de Estado y la necesidad de nuevas reglas que defiendan el libre mercado e instituciones “neutrales y profesionales” que lo regulen. Neoliberalismo puro y duro. El “todos unidos contra la derecha”, aquí y ahora, no es otra cosa que hacerle el juego (electoral) al PSOE e impedir de hecho que las políticas económicas, sociales e institucionales alternativas al PP puedan avanzar y realizarse.
Lo nuevo que ha ido apareciendo es la creciente “autonomización” de Pedro Sánchez, paralela a sus fracasos electorales y la agresividad de sus barones y baronesa. Es una paradoja digna del comunista sardo: a más fracaso electoral del PSOE, más fuga hacia delante del secretario general. Lo importante—repite Sánchez una y otra vez— no son los (malos) resultados electorales, lo importante es derrotar a Unidos Podemos. Si hay que llegar a las terceras elecciones, pues a ello, lo importante es poner fin al 15M, a Podemos, a Unidos Podemos y volver al bipartidismo, ser el partido del rey Felipe y de la reina Letizia. Hasta aquí llegaron los poderes económicos, hasta aquí llegó PRISA, hasta aquí llegó el otro Felipe, hasta aquí llegaron la baronesa y sus barones.
Pedro Sánchez nada tiene que perder y se la juega a una sola carta, audaz, sin duda; creo, sin embargo, que perderá. Se da cuenta —tarde— de que el PSOE es parte del poder; que tiene miles de relaciones con los que mandan y que sin ellos no es mucho, sobre todo, ahora que tiene competencia por la izquierda; que no tiene autonomía de los poderes de hecho y que está encadenado a los que mandan. Verá pronto lo que significa enfrentarse a los que verdaderamente deciden. Tomará nota de que las cloacas del Estado existen y tienen dosieres preparados; entenderá pronto que las campañas electorales cuestan dinero, mucho dinero y tendrá que convivir con las restricciones de crédito; sabrá—ya lo sabe— que, sin PRISA, el PSOE tiene difícil ganar unas elecciones. Ser Corbyn aquí es mucho más difícil: la transición liquidó cualquier asomo de autonomía en su partido, Felipe González se lo recuerda cada día. Esas son las duras reglas del bipartidismo y del turnismo dinástico.
Pedro Sánchez debería recordar aquella escena de El Padrino donde el viejo Corleone le aconsejaba a su hijo menor que quien le propusiera la reunión con el jefe de la banda rival sería el traidor. Bruto está, seguramente, cerca, muy cerca de él. Defenderá la paz y la reconciliación. Será la señal de que su fin está próximo.
Excelente artículo.
Propaganda podemita pura.
Excelente y premonitorio análisis contrastado con la realidad de como se ha resuelto esta misma tarde el conflicto entre los aparatos del PSOE. Esperemos que Unidos Podemos y las confluencias sepan hacer una gran oposición al PP y al PSOE los próximos años, en la calle y en el Parlamento.
no os dais cuenta que el psoe nunca iba, ni ira a ceder ante quien para negociar plantea de entrada un referendum de autodeterminacion, nunca, y en eso estan de acuerdo casi todos los socialistas, el gobierno de españa es eso, gobierno de españa. otra cosa es que se pudiera buscar una salida apta para ambos, pero eso no le interesa a los cdc, erc…. ni en su momento a podemos, que era la idea de sanchez. ante eso, la unica opcion era buscar acuedos con cs y ver si podemos bajaba el liston y buscaban sus puntos en comun con prevalencia de los intereses generales, que los habia y los puede haber, y en torno al psoe liderado por sanchez buscar una salida de minimos, que la habia, y que podemos se nego a buscar desde el acuerdo imponiendo un chantaje a sanchez, contigo no, si hablas con cs. ahora ya, con el lio socialista que cada palo aguante su vela.
Claro, Susana Díaz y Felipe están a sueldo de Podemos, Weimar. 😀
Esto lo ha escrito el secretario de Pablo Iglesias, o quién?. Parece un panfleto de Echenique
Clarividente como siempre. Totalmente de acuerdo.
Oso Blanco, el consejero de Gas Natural, sigue mandando en el PSOE. Ahora ha llegado el momento de saber administrar con inteligencia la oposición. La ciudadanía tiene que ser consciente que UNIDOS-PODEMOS Y LAS CONFLUENCIAS somos la verdadera alternativa a la derecha. TRABAJAR, TRABAJAR Y SUMAR.
¿Cómo se puede cocer un traje roto? Cuando me rompía uno de los dos pantalones que tenía hace 60 años, mi madre, me lo zurcía. Y cuando el rote era muy grande, me ponía un remiendo. Cocer un roto es imposible, y menos aún cuando no se sabe cocer. Susana, tenía que saber eso muy bien. Ni tan siquiera las «monjitas de clausura» son capaces de zurcir el roto del PSOE, sin dejar que se vean las costuras. Cuando escuché a esta señora el otro día, me recordó a las tómbolas de las ferias de agosto en Andalucía. También me recordó a una predicadora de una secta religiosa que tanto proliferan en América del Sur. No es que me alegre por lo que le ha ocurrido al PSOE, pero le está bien empleado. Le digo a los afiliados, simpatizantes y votantes que no se aflijan. Confiar en la fuerza arrolladora y joven de PODEMOS. Son el futuro, son la fuerza que temen los poderes económicos y los poderes mediáticos fáticos. Por algo será.
Dos apuntes. Ciudadanos se creó antes que Podemos y luego aprovechó el hueco de UPyD a nivel nacional. Podemos tuvo oportunidad de pactar con éste y PSOE y no lo hizo. Si lo hubiera hecho, el escenario sería ahora distinto. No sé quién está colaborado más en allanar el camino de vuelta al bipartidismo, y si es por error de cálculo o, al contrario, con el objetivo de cambiar de protagonistas.
Esta es la oportunidad de ser una gran oposición y aprender luchando desde el parlamento para dentro de tres años asaltar el poder y llevar a cabo el cambio que todos esperamos desde unidos-podemos
Si no entendí mal, este artículo viene a definir un cristal con el que mirar estos hechos : no seamos ingenuos… el poder económico está detrás de las «crisis» cuando aparece un díscolo…que no obedece a la «estructura del establishment» …que me perdone Sánchez, pero me parece que desde la firma del art.135 …ya estaba bien claro en el «berenjenal» que se había metido. quizás por eso el Psoe ha perdido los millones de votos desde la época de Rubalcaba. Los votantes no se fueron todos a Podemos, no nos equivoquemos. Falta mucha pedagogía de parte de Podemos para que se crezca como verdadera alternativa al poder.
Se necesitará mucha calle, tanto desde la manifestación como desde el boca a boca. Por eso ya se encargaron de poner la ley mordaza.