Seis millones pararon el 8M y un 75% hizo huelga en los sectores feminizados
La resaca de la huelga feminista del 8M que sacudió el país ha dejado algunas cifras que hablan sobre el éxito de esta convocatoria. La huelga general fue secundada por seis millones de personas, según los datos de UGT. En cuanto a los sectores más feminizados, CGT y CNT sostienen que tres de cada cuatro trabajadores y trabajadoras, un 75%, secundaron la huelga, según datos facilitados a Cuartopoder.es.
Las cifras ayudan a determinar el seguimiento de la huelga laboral, aunque la huelga feminista se extendía también al ámbito de los cuidados, los estudios y el consumo. A la manifestación de Madrid, según la Delegación de Gobierno, acudieron 350.000 personas, prácticamente el doble de la cifra que se dio el año pasado. Las cifras oficiales también hablan de 200.000 manifestantes en Barcelona y unas 50.000 en Sevilla y Bilbao.
En los sectores feminizados, como telemarketing, educación, sanidad, etc. la participación en la jornada de huelga feminista del 8M fue “de alrededor de un 75%, a pesar de los servicios mínimos abusivos que se impusieron en algunos sectores como sanidad”, indican desde CGT. También destacan que en la industria la huelga “se notó mucho, más que el año pasado” a pesar de ser un sector altamente masculinizado.
Desde CNT corroboran este 75% en los sectores feminizados, es decir, que tres de cuatro personas hicieron huelga. Además aseguran que, en términos generales, el seguimiento fue de alrededor de un 27%, aunque en las grandes ciudades el paro se siguió “en un 50%”.
Seis millones de trabajadores y trabajadoras hicieron huelga
Por otro lado, UGT y CCOO, que convocaron un paro mínimo de dos horas hasta 24 en algunos sectores, no han aportado más datos que aquellos que dieron a conocer el día de la huelga. Según UGT, seis millones de trabajadores se sumaron a la huelga, es decir, un 31% de los 19 millones de personas ocupadas en España. El sindicato que calificó el paro de “éxito rotundo” e indicó que había sido especialmente relevante en algunos sectores de las administraciones públicas, como educación y sanidad, y en grandes empresas de los sectores industrial y de servicios, como la banca los medios de comunicación, la automoción y el transporte.
Los universitarios, los que más pararon
CCOO, que había convocado huelga de 24 horas en educación, aportó más datos sobre sector. Según dio a conocer su secretario general, Unai Sordo, el seguimiento fue del 80% en la universidad, mientras que fue superior al 60% en educación secundaria y FP, y del 42% en infantil y primaria.
Listado 2019: la otra violencia de “género”, cuando las agresoras son ellas
http://democracianacional.org/dn/listado-2019-la-otra-violencia-de-genero-cuando-las-agresoras-son-ellas/?fbclid=IwAR3hYUuZl5mbN1-vyUbOdMFzzfmX95OYpqczR_1kn4GF_-w6lKqBtJ3HFf0
Los de Vox alarman acerca de la cruzada feminista, una nueva conspiración judeo-masónica-comunista que atenta contra la dignidad de los varones. Saben que eso tiene tirón. Y hasta algunos colegas demócratas bromean sobre los inconvenientes que pueden surgir hoy al subir con una mujer en el ascensor, solos los dos; no vaya a ser que te denuncie. “Los chistes de feminismo salen más caros que los chistes sobre la monarquía”, afirma el tan comentado anuncio. Aquí están ellos para arreglar tal desaguisado. Su discurso conecta con las bajas pasiones de una España cuestionada, desigual, cabreada y que vive a golpe de titular. Su percepción de la realidad está hiperventilada, alimentada por ritos tribales que hacen retroceder 40 años nuestro grado de civilización. El sabio Teodor Todorov, tras recoger el premio Príncipe de Asturias, recordó que ser civilizado no tiene nada que ver con tener estudios superiores o con tener un alto cociente intelectual. “Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos desde fuera”. Vivimos una regresión intelectual, una peligrosa antipedagogía que involuciona a valores y contextos que parecían superados. Pero los voxeros se agarran a las hinchadas velas de Trump, Bolsonaro, Salvini, Le Pen y compañía, por no ir más atrás. Y juntos y unidos, ansían que mujeres y extranjeros, extranjeros y mujeres, regresen allí de donde nunca hubieran tenido que salir: sus casas. A la m. con la Injusticia española prevaricadora, títere de los fascistas y corruptos, vergüenza de Europa y sus «valientes» esbirros aporreadores de viejecitas y gente indefensa. Si me pegan, me divorcio. Som República !!*!!