IU afronta la recta final de su asamblea con el objetivo puesto en abrirse al conflicto social y la calle

IU afronta la recta final de su XII Asamblea Federal, tras dos aplazamientos por motivo de la pandemia. Los próximos 26 y 27 de este mes de marzo culmina el debate y se votará el documento político que guiará a la organización durante los próximos cuatro años y a la dirección encargada de llevarla a cabo. La lista oficialista, encabezada por el ministro de Consumo y actual coordinador federal, Alberto Garzón, cuenta también con Sira Rego, Enrique Santiago, Antonio Maíllo o Amanda Meyer. Por su parte, los críticos presentan su propia lista encabezada por José Antonio García Rubio.

El primer mandato de Garzón, que llegó al liderazgo de IU en 2016, ha estado marcado por una vorágine de procesos electorales en los que se han ido conformando distintas coaliciones con Podemos y otros actores. La constante presencia de comicios ha hecho que, en palabras del secretario de organización de la formación, Ismael González, "la mayoría de los esfuerzos de la organización se hayan centrado en dar respuesta a los distintos comicios". Por ello, reconocen de forma autocrítica haber desatendido el polo social del movimiento político y social al que aspira ser IU. "Crear comunidad en los municipios y los barrios, si no estás en contacto con el pueblo, no eres representativo del mismo. No hemos podido dedicar tiempo a esto por la locura de procesos electorales que hemos vivido", afirma a cuartopoder.

Por lo tanto, el reto que se pone el equipo de Garzón para el próximo mandato es el de abrir la organización a la calle, al conflicto social, a los movimientos y movilizaciones. Se avecina, además, un nuevo ciclo de crisis económica y social e IU quiere fomentar la respuesta organizada desde la calle y las instituciones. "Se trata de recuperar el binomio organización-institución", declara el responsable de organización.

"Tenemos un gran potencial, tenemos locales y sedes en todos los territorios, queremos convertirlos en espacios de encuentro social, donde la gente pueda hacer su vida, una vida que no se rija por los valores del modelo capitalista", explica. Anhelan que las sedes de IU se conviertan en una suerte de centros sociales en los que no solo la militancia, también simpatizantes y activistas de distintas luchas, se encuentren, fomentando una forma alternativa de ocio, facilitando el contacto entre gentes de izquierdas.

Y es que para la dirección saliente de IU, que aspira a seguir un mandato más con algunas incorporaciones, la organización ha de ser capaz también de asumir parte de los cuidados ante una nueva crisis social, crear comunidad. Un ejemplo de ello ha sido esta asamblea: como la pandemia dificulta el debate presencial, la dirección ha llamado a todos los mayores de 65 años de su militancia, logrando contactar con el 85% de este sector, unas 4.100 personas. Esta campaña no solo ha servido para anunciarles sobre cómo se va a desarrollar la asamblea, sino para hacer un mapeo de cómo están viviendo la pandemia y de sus necesidades específicas. Una organización que cuide, aspiran desde la dirección.

Esta idea de abrir la organización a la sociedad se verá reflejado también en los órganos directivos, que se limitarán a dos, según explica González: "la Coordinadora como espacio de debate político y la Colegiada para aplicar y desarrollar los acuerdos". La Asamblea Político y Social se ha de convertir en un espacio en el que se invite a activistas y otras organizaciones sociales para lanzar horizontes de trabajo compartidos. Esto era una línea ya teorizada en la anterior Asamblea Federal que no se ha puesto en marcha. González también hace autocrítica en esto: "La mayor crítica que hacemos es que fue un órgano más, no conseguimos invitar a gente de fuera. Pretendemos hacerlo a partir de ahora".

Además, en cuanto a la relación con otras fuerzas políticas socias, como Podemos, plantean "la necesidad de que las militancias generen un espacio de debate por abajo, no queremos solo una coalición, que es útil y es obvio que lo es, también apostamos por un proceso de debate democrático y participativo por abajo en el que se mezclen las militancias".

703 asambleas de base

El aplazamiento de la asamblea por la pandemia ha servido para que las asambleas de base tuvieran más tiempo para organizar debates telemáticos. En total, se han reunido 703 asambleas de base o asambleas agrupadas (varias asambleas de base), 30 asambleas provinciales, además de garantizar que se reúnen las 18 asambleas de las federaciones que componen IU, cuyos últimos encuentros concluyen este fin de semana. González quiere resaltar "el buen trabajo realizado por las asambleas para organizar los debates a pesar de las dificultades".

En estos debates, se han presentado un total de 2.296 enmiendas en los diferentes procesos, manteniéndose en el próximo día 9 de marzo la fecha límite para su envío, así como para el de las resoluciones y delegaciones. Las votaciones tendrán lugar entre el 15 y el 21 de marzo. En estos momentos la dirección de IU está volcada en garantizar la ubicación de urnas en las distintas sedes locales y garantizar en todo el proceso el cumplimiento de las medidas sanitarias generales.