Perspectivas de futuro de Madrid En Pie más allá de las elecciones
- Madrid En Pie pretende constituirse como una organización que desarrolle un proyecto político a medio y largo plazo
El viernes pasado, Podemos Comunidad de Madrid y Madrid En Pie (IU y Anticapitalistas) cerraban un acuerdo de confluencia a última hora tras varias semanas de desencuentro entre ambas partes. Finalmente, la candidatura será 'Unidas Podemos Izquierda Unida Madrid En Pie' y estará encabezada por Isa Serra, a quien le acompaña en el segundo puesto Sol Sánchez. Tensas negociaciones de última hora que dieron lugar a un reparto de puestos en la lista por el cual los 2, 6, 11, 13, 16 y 20 serán para Madrid En Pie, además de a un acuerdo sobre el funcionamiento del grupo parlamentario en el que Madrid En Pie conservará su autonomía en caso de discrepancia, así como de organización de la campaña.
Más allá de estos aspectos técnicos, hay una serie de contenidos de carácter político que hicieron que IU Madrid y Anticapitalistas acordaran, allá por los principios de marzo, lanzar Madrid En Pie como un proyecto municipalista en la capital y autonómico en la Comunidad. Así, IU Madrid En Pie se ha configurado como candidatura municipalista en un total de 120 localidades de las 179 que hay en la región madrileña. Frente a esto, Unidas Podemos Izquierda Unida se presenta en 31 municipios y, en otros tres, IU se presenta conjuntamente con Más Madrid, el proyecto de Íñigo Errejón: en Rivas, Alcobendas y San Sebastián de los Reyes.
Uno de los principios políticos que explican los promotores de Madrid En Pie a cuartopoder.es es su voluntad de trascender lo meramente electoral, la coalición electoral, para implantarse en la sociedad y en los movimientos sociales. Es decir, el proyecto de Madrid En Pie, según sus principales impulsores, pretende generar una suerte de partido-movimiento en contraposición a las estructuras de partido tradicionales y a los hiperliderazgos. Por otro lado, políticamente, Madrid En Pie nace como una fuerza política que no tiene interés alguno en "ser muletas" del PSOE, entrando en sus gobiernos para sostenerlos.
Esta última característica es importante, más cuando la estrategia de Podemos, en palabras de su secretario general, Pablo Iglesias, en múltiples ocasiones, pasa por conseguir ser una fuerza lo suficientemente influyente como para "entrar a gobernar". Este es uno de los principales mensajes de la campaña de estas elecciones generales de Unidas Podemos: ya pasó el tiempo de los gobiernos en solitario y hay que hacer girar al PSOE a la izquierda, para que desarrolle pactos de gobierno con Unidas Podemos y no con Ciudadanos. "Solo desde el Gobierno se pueden cambiar realmente las cosas", mensaje repetido por los dirigentes de Podemos constantemente.
IU, en este caso, se muestra más distante que Podemos a los gobiernos compartidos con socialistas. Desde que Alberto Garzón entrara a ser coordinador federal en la XI Asamblea Federal de IU en junio de 2016, IU ha destacado por apostar por ser "rupturista", frente a ser "la izquierda del sistema", criticando así experiencias de gobierno compartidas con los socialistas, como la andaluza de la IU de Diego Valderas y el PSOE de Susana Díaz, o las posturas previas al 15-M con Gaspar Llamazares o Cayo Lara como coordinadores federales.
El actual secretario general del PCE, Enrique Santiago, candidato de Unidas Podemos al Congreso por Madrid, en una reciente entrevista con este medio, declaraba: "No lo hemos discutido, pero nos da muchos reparos". Sin embargo, conforme pasa la campaña, distintos dirigentes de Podemos que comparten escenario con Garzón tientan al líder de IU en diferentes actos. "Imaginaros un Ministerio de Economía liderado por Alberto Garzón", lanzan al público.
Dos líneas diferenciadas entre las direcciones de IU Federal e IU Madrid tienen que ver con la estrategia de "superar IU" para generar un "nuevo sujeto político y social" que mediante la "unidad popular" consiga aglutinar fuerzas para dar una salida a la "crisis de régimen" por la izquierda. Esta superación de IU para conseguir un sujeto político más amplio está teorizada en los documentos políticos de la XI Asamblea. Para la dirección federal, estaría ligada a Podemos, mientras que en IU Madrid no lo ven así, y miran a o otras organizaciones sociales y políticas a la izquierda. En otras palabras, mientras que la superación de IU, para unos podría ser Unidas Podemos, en Madrid, Madrid En Pie puede suponer el germen del movimiento político y social que necesita la comunidad. Algo que no excluye acuerdos con Podemos de carácter electoral, como ha sido el caso. Un debate, el de la superación de IU, que queda pendiente y que se tendrá que retomar después de este ciclo electoral, cuando el mapa político de las izquierdas podría tambalearse dependiendo de los resultados.
Todos estos debates para Madrid En Pie pasan a un segundo plano por la coyuntura y la urgencia de las elecciones y las campañas, primero generales y después municipales, autonómicas y europeas. "Ahora tenemos que explicar el programa a la ciudadanía y seducir en la campaña, pero este proyecto tiene voluntad de permanencia más allá de las elecciones y, para ello, ya convocaremos después una asamblea y discutiremos documentos", explica Raúl Camargo, portavoz de Anticapitalistas, a este medio, que añade: "Siempre tendremos en cuenta, en todo caso, que lo fundamental es la construcción desde abajo, impulsar dinámicas cooperativas, pluralistas y que no se basen en el hiperliderazgo".
Camargo cree que esto se puede conseguir si, en los municipios y barrios, se constituyen "asambleas abiertas donde se pueda ir creando coordinación para estar presentes en las luchas e impulsando algunas de ellas". "Que se convierta en la herramienta política que hubiéramos necesitado durante los últimos años y no hubo", resume el anticapitalista. Álvaro Aguilera, responsable de Relaciones Políticas de IU Madrid y secretario general del PCM, considera al respecto: "La idea es que una vez termine el proceso electoral, hay que poner en pie Madrid En Pie, más que como un espacio electoral, como un proyecto político de incorporación de esos sectores populares; tener un proyecto de cuatro años para levantarlo".
Aguilera, en este sentido, destaca: "Es imprescindible la participación, se ha olvidado la participación popular en nuestras candidaturas en el día a día, hasta ahora". "Es importante que las bases decidan sobre asuntos importantes y el control sobre los cargos públicos, pero no solo que nos controlen, sino que sean protagonistas, tienen que intervenir directamente y, en este sentido, no hemos aprovechado estos últimos años", añade el líder del PCM.
Uno de los retos de las izquierdas es movilizar electoralmente a amplios sectores de población que, precisamente, tienen las rentas más bajas. "Los ricos votan más que los pobres", decía el lunes pasado Garzón en un mitin en Carabanchel. Efectivamente, algunas de las zonas donde menos participación hay es en aquellas que son más pobres, como algunos barrios periféricos de las grandes ciudades. Madrid En Pie cree que conseguir el apoyo de estos sectores de población debe ser su prioridad.
Para ello, Camargo considera que "hay que tratar de construir con ellos". "Lo fundamental para tener a medio plazo un resultado electoral en estos barrios es estar implantado en ellos, ganarse la confianza en esta gente, pues hay una gran desconfianza por los bandazos que han dado las fuerzas de izquierdas, hay decepción", analiza el portavoz anticapitalista y candidato por Madrid En Pie a la Asamblea de Madrid en la lista de Unidas Podemos. "Es necesario un trabajo sostenido en el tiempo para ganarse su confianza", añade.
Aguilera, por su parte, considera que "la clave está en hablar de las condiciones materiales de esa gente, no vender elementos abstractos, hablar de cosas que son concretas, que les afectan en su vida y tienen que ver con la vinculación de un sistema político, económico y social, como las casas de apuestas, que están destrozando las familias trabajadoras, o la necesidad de reindustrizalizar Madrid para que haya más empleo, o de cómo la periferia ha estado abandonada por los sucesivos gobiernos".
"Hay que hacer un discurso menos metapolítico, ese de la ilusión y alegría, lo que no quiere decir que no estemos ilusionados y alegres, y hablar más de las condiciones materiales", prosigue el de IU Madrid, añadiendo: "La institución debe servir como un apoyo para la organización en esos barrios que tienen que tener un papel protagonista en la política cotidiana, si no, la institución se convierte en una isla que no afecta a la vida cotidiana de las clases trabajadoras". El debate en la izquierda, que nunca acaba.
Hay que cerrarlas.