Iglesias, a pecho descubierto
- "Iglesias y Díaz, Pablo y Yolanda, escriben una página más de la historia parlamentaria"
- "Aquella vez que un vicepresidente dejó su cargo para salvar a su partido en Madrid y para hacer frente a la derecha más ultra"
- "El momento simbólico en el que Díaz se puso al frente"
Miércoles de Congreso con sabor a despedida. El vicepresidente segundo del Gobierno y responsable de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, acudía a la última sesión de control al Gobierno antes de que deje el cargo para asumir la responsabilidad de ser el candidato a la Presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del próximo 4 de mayo. Respondía a las cuestiones planteadas por el popular Teodoro García Egea y el ultraderechista Iván Espinosa de los Monteros.
Iglesias vuelve a demostrar su pundonor político y desde su última intervención en la bancada azul daba dos anuncios de esos que señalan que la disputa política está al alza y que en la campaña madrileña está en juego mucho más que unos comicios autonómicos. Por un lado, el todavía vicepresidente señala que su objetivo en esta próxima campaña es confrontar directamente con el PP para polarizar las opciones entre Isabel Díaz Ayuso o él. Así, Unidas Podemos presentará una denuncia contra García Egea, secretario general del PP, por un presunto delito de cohecho por facilitar supuestas dádivas, ya sean estas en cuantías económicas o en cargos públicos, a los diputados tránsfugas de Ciudadanos y Vox que cambiaron su voto en la moción de censura.
Por otro lado, en respuesta al dirigente popular, aprovechó para anunciar que no solo abandonará el Consejo de Ministros antes del próximo 31 de marzo (requisito imprescindible para ser candidato en las autonómicas según la ley electoral madrileña) sino que también dejará el escaño. Iglesias ya no será diputado en el Congreso en las próximas jornadas, cargo que ostenta desde las elecciones de 2015. Una nueva jugada de este Kaspárov de la política que ha decidido ir a los comicios de mayo con todo.
La partida de Madrid es crucial y, por ello, Iglesias asumió el reto. Además, lo hará sin estar aforado como diputado en el Congreso, lo que deja la puerta abierta a que algún juez de algún tribunal (en estas latitudes la justicia quiere hacer política y se politiza la justicia como quien come pan) pueda entrar en campaña para investigarle o imputarle. Iglesias va a las madrileñas con el pecho descubierto.
En recuerdo a quienes lucharon por la libertad y justicia social en este país, Iglesias pronunciaba las siguientes palabras, las últimas desde la tribuna de oradores en respuesta a una interpelación de Vox: "Porque fueron, somos; porque somos, serán". Así se despedía Iglesias de un Congreso que se revolucionó con la llegada de Podemos hace más de cinco años. Así le entregaba la antorcha a Yolanda Díaz, quien liderará las políticas de Unidas Podemos en el Gobierno y será vicepresidenta tercera continuando con su labor al frente del Ministerio de Trabajo. Iglesias y Díaz, Pablo y Yolanda, escriben una página más de la historia parlamentaria: aquella vez que un vicepresidente dejó su cargo para salvar a su partido en Madrid y para hacer frente a la derecha más ultra. El momento simbólico en el que Díaz se puso al frente. Y parafraseando a Albert Camus, la nueva líder de Unidas Podemos agradeció a Iglesias que se haya posicionado en el lado de la correcto de la historia.
Todo empezó en aquella campaña para las Gallegas en la que se conformó AGE y todo termina cerrándose el círculo. Por el camino han sucedido infinidad de acontacimientos entre ellas, rupturas, desleatades y demás pecados; pero ante todo ha estado la confianza en Yolanda, a quién no le tembló el pulso cuando el PSOE compraba tránsfugas para un gobierno monocolor.
. . . Sato, un ejemplar como Pablo Iglesias caen pocos en décadas. Un líder en ideas, contrastes, luchas y ejemplos. . . como perseguido por sus enemigos, políticos y amigos de «alto ego»; sin contar esos medios mediáticos, que a buen seguro tendrán diseñada la extrategia para distorsionar la personalidad de un gran político.
Cuándo Iglesias citó a Albert Camus: «Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen».Les fundió los plomos, a aquellos que ya tenían el epitafio escrito de antemano, así como otras formaciones salidas de escisiones que venían a regenerar y acaban confundiendo «ego» por «liderazgo»; usando las palabras inadecuadas, en el tiempo de una «equidad» fuera de eje. . . ¡para alegrar titulares y matar mensajeros que pudieran «birlar» «su» puesto!. No han entendido nada. Hay que cazar a los ratones, ¡no importa que gato sea!.
Aquellos que deseando la quiebra de la «herramienta» popular, ya habían pronosticado el atrincheramiento en un puesto máximo de «vicepresidente», y de colocar a su mujer. . . ¡pues fallaron totalmente!. Una cosa pensada, en beneficio, no solo de Unidas Podemos, sino de toda una mayoría social, tan castigada por políticas en «privatizaciones», como de desahucios, salarios mínimos, de memoria, educativos y reforma de los poderes judiciales. No he visto a nadie con esa firme decisión, determinación . . . agarrarse al lado duro de la confrontación, para situar el problema en el centro del debate y su posterior superación.
La frase final de Pablo Iglesias: » porque fueron somos, porque somos serán». Es el ejemplo vivo de transmisión, de un testigo de lucha, que nos señala el camino, para defender (cualquiera) y en cualquier tiempo. No confundir «liderazgo», con «ego» cuando estamos viendo la trayectoria de un líder «perseguido» por los poderes que manejan la desinformación, las cloacas y los «sumideros» de la memoria colectiva y la economía fáctica. Ojala, no sea la última lección, eres muy joven y con compromiso. . . ¡al fango!.
«Los verdaderos líderes deben de estar dispuestos a sacrificarlo todo, por la libertad de su Pueblo».
«Los verdaderos líderes deben de estar dispuestos a sacrificarlo todo, por la libertad de su Pueblo
JAJAJAJAJAJA. Este verdadero lider está dispuesto a incrementar su patrimonio sin límites por la libertad de su rebaño
Hasta nunca