DERECHO A DECIDIR

Cónclave en el centro de Madrid por el derecho a la autodeterminación

  • Las fuerzas independentistas presentes en el Congreso se dan cita en el Centre Cultural Blanquerna

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El pasado 25 de octubre del 2019, diez días después de que el Tribunal Supremo dictara la histórica sentencia que condenaba a 100 años de cárcel a los dirigentes independentistas catalanes, se daban cita en la Llotja de Mar, en Barcelona, representantes de fuerzas soberanistas catalanas, vascas, gallegas, valencianas y baleares para suscribir un documento de condena a esta sentencia. Así, JxCat, PDECat, ERC, Crida, CUP, Demòcrates, EH Bildu, BNG, Esquerra Valenciana, Més per Mallorca y Més per Menorca rubricaban un documento por el cual constataban "la imposibilidad de una plena democratización del Estado más de cuatro décadas después de la aprobación de la Constitución del 78". Echaban en falta los presentes a Compromís y al PNV.

Bajo los arcos neoclásicos del edificio situado frente al Moll de la Fusta, junto al puerto barcelonés, estas fuerzas soberanistas se comprometían a defender "el derecho de autodeterminación de los pueblos y la libertad de los presos y presas políticos, y el retorno de los exiliados". "El Estado ha entrado en una etapa de regresión hacia una política de carácter cada vez más autoritario, menos democrático y más represivo", tildaban la acción del judicial, añadiendo una denuncia al "nulo reconocimiento a la plurinacionalidad, la nula separación de poderes y la amenaza continua a la suspensión de la autonomía".

Tres meses después, ayer, 29 de enero del 2020, se daban cita en Madrid, en el Centre Cultural Blanquerna de Madrid, representantes de las fuerzas políticas signantes de la Declaració de la Llotja de Mar presentes en el Congreso: Joan Josep Nuet (ERC-Sobiranistes), Laura Borràs (JxCat), Mireia Vehí (CUP), Oskar Matute (EH Bildu) y Néstor Rego (BNG). Un acto organizado por la plataforma Madrileñ@s por el derecho a decidir para impulsar un punto de encuentro entre diputados de las distintas fuerzas soberanistas, moderado por la periodista Ana Pardo de Vera.

Un encuentro que supuso una reflexión conjunta, polifónica, entre argumentos en algunos casos contrapuestos, pero que oteaban un horizonte común: el régimen del 78 ha de ser derribado. Tres proyectos nacionales distintos (Catalunya, Euskal Herria, Galicia). Primer debate prelectoral catalán en el independentismo que vive la unidad en horas bajas (ERC, JxCat, CUP).

Así, Nuet destacaba algunas ideas en sus intervenciones. Para el diputado por ERC-Sobiranistes, es necesaria una "lectura de qué fue la Transición". "Sería bueno que después de 40 años en el conjunto del Estado fuera un debate público, un texto intocable", argumenta que el texto constitucional es "el que impusieron a través de una correlación de fuerzas, la cual quieren seguir imponiendo 40 años después". "Como nos sentimos nación, tenemos derecho a autodeterminarnos", apela, con respecto a Catalunya.

"La izquierda durante mucho tiempo tuvo el derecho a la autodeterminación en sus almanaques, pero ahora el debate no es teórico, es práctico. En Catalunya hay una mayoría que lo quiere ejercer", afea el papel de la izquierda española el que fuera coordinador general de EUiA. Seguramente este hecho ha sido una de las causas de su ruptura con sus antiguos compañeros de IU.

Para Nuet, el proyecto republicano catalán es "nacional y social, son partes de la misma moneda", pero cree que hay que pasar página y hacer "una reflexión crítica de lo que hicimos, el 1-O fue una jornada de empoderamiento como no hemos tenido en los últimos decenios", pero el proceso autodeterminista "no va a durar 18 meses, va para largo, dependerá de la correlación de fuerzas". Para ello, el comunista busca alianzas en el resto del Estado: "Que haya un Gobierno que se siente a una mesa de diálogo es mejor a que haya un gobierno que solo haga política a través de los jueces".

Algún rifirrafe se percibía con Borràs. La campaña electoral ha comenzado oficiosamente en Catalunya. La diputada parafraseaba a Raül Romeva, exconseller encarcelado, reconociendo que "los que buscábamos el 1-O una República Catalana no lo hemos conseguido… todavía. Los que perseguían que perdiéramos, tampoco lo han conseguido". Para ello, cree que "hay que tratar de no tropezar dos veces con la misma piedra". "Si entonces se decía que no se puede confiar en el Estado español, cómo vamos a confiar ahora", afea a ERC.

"El 1-O fue el momento en el que el Estado español más estuvo contra las cuerdas", considera la diputada postconvergente, quien reconoce que el independentismo catalán puede hacer autocrítica, pero se pregunta: "¿Qué autocrítica ha habido por parte del Estado español?". Y homenajea al dramaturgo Samuel Beckett: "Tenemos derecho a volver a equivocarnos, pero a equivocarnos mejor".

Por parte de la CUP, Vehí considera que la sentencia del Supremo marca "el nuevo marco para la disidencia política": "Quien se atreva a levantarse contra este Estado la respuesta que recibirá va a ser hostias y cárcel". La cupaire ha recordado que el número de represaliados catalanes por el proceso independentista asciende a "2.500 personas reprimidas en Catalunya", lo que considera una "dinámica de doctrina del shock".

"Para frenar a la ultraderecha, hace falta una alternativa política", advierte Vehí. Para ella, la alternativa se basa en "autodeterminación, amnistía y derechos", pues sería "lo que va al corazón del Estado". Y valora: "La extrema derecha no es un elemento metereológico, es un elemento más del Estado. Esta gente ha tenido micros y pasillos para que estén donde estén. Hay unos intereses determinados y unas lógicas de clase que hacen que esta gente esté ahí".

También tomaba la palabra el diputado de EH Bildu, Matute, quien considera que "lo importante es la apuesta por la unidad de las fuerzas soberanistas en un contexto en el que el Estado nos quiere divididos". De la coyuntura, dice: "Hoy el soberanismo tiene la capacidad de poner y quitar presidentes, tenemos la capacidad de imponer una agenda democratizadora".

Así, vaticina que el Estado español, en la actual situación política, tiene tres opciones, y las tres son favorables para los independentistas. La primera: "Que nos sorprenda y cambie su ordenamiento legal para permitirnos el derecho a decidir". La segunda: "Que se nieguen, que venga una etapa del 155 de una manera más soft, en cuyo caso, podremos dirigirnos a quienes nos pedían que apoyáramos no sé qué asalto a los cielos para reconocerles que no ha dado lugar". La tercera: "Que nos hagan una propuesta que evolucione un poco pero sea insifuciente. En ese caso, seguimos ganando legitimidad". Matute prefiere hablar de procesos constituyentes antes que de un único proceso constituyente para todo el Estado.

Por último, el diputado del BNG ha apoyado esta última idea del vasco. Y reconoce las singularidades de cada territorio. En el caso gallego, "el nacionalismo surge contra el dominio de Castilla y España, es anterior al de Euskadi y Catalunya". Por ello, reconoce, "no existió una burguesía de clase nacional, no hay nacionalismo de derechas" en Galicia.

De este modo, Rego apuesta por la solidaridad entre soberanistas. "En Galicia hay un anticatalanismo primario, seguramente desde el punto de vista electoral no nos favorece que se nos relacione con los bilduetarras o los golpistas catalanes", reconoce con ironía, añadiendo: "Cuando defendemos el derecho de Catalunya a la autodeterminación, estamos defendiendo el nuestro propio".

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