Domènech, Reguant y Tardà hablan de “lo importante“ antes de que vuelva la campaña a Catalunya

El Institut Sobiranies organizaba este martes, 23 de septiembre, una mesa redonda online bajo el título Cartografías del mañana: ¿a qué futuro nos enfrentamos?. Una mirada lúcida de tres referentes de las izquierdas soberanistas catalanas sobre el porvenir, unas palabras que miran más allá del corto plazo electoral y que señalan un horizonte incierto. Hablaban Xavi Domènech, quien fuera líder de los comunes, Eulàlia Reguant, exdiputada de la CUP en el Parlament, y Joan Tardà, exdiputado de ERC en el Congreso. Moderaba la politóloga Gemma Ubasart.

Tres voces que coinciden en señalar que es hora de mirar al futuro, después de diez años marcados por la anterior crisis económica y por el procés independentista, “diez años en el que han pasado los mejores sueños y las peores pesadillas”, en palabras de Domènech. Un futuro marcado por la pandemia de covid-19 que ha estallado generando una crisis total. Los tres coinciden en mirar más allá del Ebro y tejer alianzas con otros movimientos soberanistas de las periferias del Estado, Euskadi y Galicia, e izquierdas del resto del Estado. Reguant, en este sentido, hace la autocrítica de que en el ciclo precio al 1-O no se establecieran más simpatías con otros movimientos del Estado, por ello, apuesta por encontrarse con estos, no para buscar una salida en clave federal en el Estado, sino para poner en común “con todos aquellos que cuestionan las patas de este Estado”.

“Una Constitución que no es capaz de renovarse, muere, y abrir el debate de un proceso constituyente en el Estado español conlleva necesariamente a abrir el debate sobre el derecho de autodeterminación de los pueblos, también de Catalunya”, declara Domènech. El de ERC coincide con él. Para Reguant y Tardà esto adquiere el nombre de “repúblicas”, en plural. Y es que la espantada del rey emérito y la grave crisis por la que pasa la monarquía profundiza en la crisis del Estado, aunque coinciden en que, a pesar del mal momento de la institución monárquica, no hay una clara alternativa republicana. Aun así, Tardà señala el camino mirando a la Historia: “Un nuevo Pacto de San Sebastián”. “En el que no estaba el PSOE y sí Estat Català”, recuerda Domènech, para quien esas alianzas también han de incluir a la otra crisis territorial española: la España vaciada. Pues todo esto pone en crisis el modelo de “drenaje de recursos que es Madrid”. “Qué pena que el 15M no pusiera la reivindicación de la III República, ahora estaríamos más cerca, no de proclamarla, sino de construirla”, valora el de ERC.

“La pandemia ha acelerado los problemas que teníamos en la anterior crisis. Estamos donde estábamos con los problemas multiplicados”, resume el exdiputado de ERC, para después dibujar el presente: “Se ha generado más tensión internacional y mayor concentración en las oligarquías”. “Hasta la soberanía de los estados está amenazada. No tiene bandera con la que se identifique una parte de la población de los estados”, prosigue, antes de alertar: “Las izquierdas nos enfrentamos en los próximos meses a discernir entre lo importante y lo urgente. Podemos confundir lo urgente con lo importante”. Y, como estrategia, indica el republicano: “Es imprescindible ir hacia frentes amplios y democráticos. Hemos de ser capaces de pactar el mínimo para intentar resolver el máximo”.

Ese “frentepopulismo”, para Domènech, no puede ser solo electoral: una alianza cultural, política, social… Reguant, antes de aceptar la propuesta de frentes amplios, quiere saber “para qué, cuáles son los contenidos de mínimos”, el compromiso sobre el que se sustenten esas alianzas de las izquierdas, y asegura que “estos deben servir para dar soluciones a los problemas existentes”. Los tres coinciden con unas palabras de Domènech: “En este ciclo se abre una recomposición de las alianzas de clase”. Este historiador advierte que “esas alianzas de clase pueden pasar por las izquierdas o no”, en un momento de auge de las ultraderechas. Y es que, releyendo a Marx, recuerda que “las contradicciones del sistema capitalista pueden llevar a superarlo, pero también al colapso de la sociedad”. Tardà reincide en su idea: “Frentes democráticos para parar al fascismo. Si este vendaval nos lleva, estaremos en peor situación”. Reguant analiza que la pandemia no es el inicio de la crisis, sino que la anterior todavía dura: “El último trimestre del 2019, la deuda acumulada mundial estaba alrededor del 300% del PIB, y eso antes de que se parara la producción en seco”.

Más allá de las elecciones catalanas, los ponentes ofrecieron visiones a medio y largo plazo para afrontar la cuestión catalana. Según Reguant, uno de los principales retos es “la defensa de los derechos democráticos ante un estado amenazador a todos los niveles”. Un Estado en el que, para la de la CUP, “no ha habido ninguna propuesta a la crisis territorial, que no es solo catalana”. Tardà recapitula con lo vivido en los últimos años: “La vía insurreccional no es viable, solo es viable la acumulación de fuerzas para negociar con el Estado español, por eso nos interesa un Estado gobernado por fuerzas progresistas”.

Interesante iniciativa del Institut Sobiranies. La política vive acelerada con lo urgente, quizás no tiene tiempo para pararse a pensar en lo importante, parafraseando a Tardà. Tres referentes de las izquierdas catalanas debaten ahora sobre lo que quizás no haya tiempo cuando se acelere la campaña electoral. ¿Existe una posibilidad de un futuro Gobierno de ERC, comunes y CUP en Catalunya’ Domènech no ve, de momento, voluntad de un acuerdo, pero recuerda: “Sería el Gobierno más a la izquierda de toda Europa, iría desde el anticapitalismo hasta la socialdemocracia, un elemento potente”.