Aznar cabrea al viejo PP y revoluciona al PP de Casado

La entrevista concedida por el expresidente del gobierno, José María Aznar, a Jordi Évole, en su programa semanal que emite la cadena televisiva La Sexta, ha caído como una bomba en el PP. Tanto en el “viejo PP”, que es como se autodenominan aquellos ex altos cargos y dirigentes del PP en tiempos del propio Aznar y del también ex presidente Mariano Rajoy, como del “nuevo PP”, o lo que es lo mismo, el PP de Pablo Casado, que él mismo reivindica como un partido renovado.

Aznar, fiel a ese “Yo controlo” que una vez pronunció al calor del debate sobre la legislación relativa al consumo de bebidas alcohólicas, se lanzó el pasado domingo en solitario a articular su mensaje y reivindicar su figura, viendo que en el nuevo PP y desde el entorno de Casado insisten en señalar la corrupción aflorada en la investigación del Caso Gürtel, como una herencia recibida que ha obligado al nuevo presidente popular a hacer “limpieza” en su casa e incluso a mudar de sede y dejar atrás la madrileña sede de Génova 13.

Aznar se mostró calculadamente distante con el PP de Casado, que fuera su delfín antaño, y los más cercanos al líder acusan el desaire horas después. No tanto por el hecho de que Aznar haya decidido ir por libre, sino por el mensajito envenenado que le envió a la nueva cúpula popular, cuando aseguró que él había logrado mantener el centro derecha unido mientras estuvo, cosa que ahora no sucede… A buen entendedor… pocas palabras bastan. Los dirigentes populares consultados por cuartopoder no ocultan su desagrado ante los mensajes de Aznar y por la actitud mostrada durante la entrevista. Algunos la califican de “soberbia”, mientras otros recuerdan que “aunque diga que Correa y “el bigotes” venían de parte del novio, él sabe perfectamente que estaban día sí día también en la sede de Génova, mientras él ocupó el despacho de la séptima planta… no hay peor ciego que el que no quiere ver”. Críticas a la falta de humildad y a la alteración - cuando no negación- de la realidad.

En el viejo PP, en cambio, el cabreo es monumental. Algunos coinciden con la nueva hornada de líderes en calificar de “soberbio” al expresidente, pero otros se echan las manos a la cabeza cuando se les recuerdan las frases en las que Aznar reiteraba que, durante su Gobierno, no hubo corrupción…que todos aquellos miembros de su Gobierno que fueron salpicados por escándalos de ese tipo, en realidad no tenían nada que ver con él y su Ejecutivo. En especial, aquellos que compartieron Gobierno con Rajoy, le afean su negativa a poner la mano en el fuego por el gallego de una forma “tan poco elegante”, en palabras de otro de los consultados. Este añade que “Aznar se cree por encima del bien y del mal, pero parece ser que nunca se enteró de los que pasaba por delante de su despacho y por debajo de sus dominios… tan listo no sería…”

Dicen quienes le conocen bien que “Aznar nunca defrauda”. Pero en su última aparición pública se ha superado y ha logrado “cabrear” a los suyos, sus compañeros de antaño en el partido, y a los jóvenes que hoy pilotan la nave que él dirigió durante años.