El PSOE lleva el debate sobre el porno al Senado

Los niños ven porno por primera vez a los 12 años, casi siete de cada 10 lo hacen de forma frecuente y a través de su teléfono móvil. Son las cifras que se desprenden de un informe de la ONG Save The Children y que justifican que la pornografía se haya convertido en tema de debate en el pleno del Senado, a través de una moción presentada por el Grupo Socialista, en la que se pedía al Gobierno medidas para prevenir este consumo. Finalmente, el texto ha sido aprobado por unanimidad con algunas enmiendas añadidas, lo que indica que todos los grupos de la Cámara reconocen la preocupación por las consecuencias que puedan arrastrar la nueva generación de "pornonativos".

Lo que se ha discutido en el pleno de este miércoles es una moción, es decir, solo un posicionamiento político que da una orientación al Gobierno. No tiene la fuerza de una ley, pero sirve para introducir en la agenda política los temas. En este caso, el acceso a la pornografía de los más jóvenes, que configura después su visión de las relaciones sexo-afectivas, un tema que preocupa a los padres, a los colectivos que trabajan por la infancia y que, además, ha sido y sigue siendo objeto de estudio dentro del feminismo, al ser una fuente de perpetuación de la desigualdad. Este debate ya lo han abordado antes países como Francia. 

Los datos sobre los que trabajó el senador socialista encargado de la moción, Rafael Esteban, se han obtenido del informe (Des)información sexual: pornografía y adolescencia, que presentó Save The Children el pasado septiembre. El documento desgrana otros detalles sobre acceso al porno. Se "produce en la intimidad a través del móvil", es decir, en el dispositivo más difícil de fiscalizar por los padres. Allí los niños y jóvenes tienen acceso a millones de "contenidos gratuitos online", el porno mainstream, que a juicio del grupo socialista están basados de manera mayoritaria en "la violencia y la desigualdad".

Pero hay otro dato que preocupa especialmente al senador socialista y que justifica la propuesta de su moción. El informe asegura que "alrededor del 40 % de adolescentes reconoce la pornografía como fuente de aprendizaje, los chicos un 12% más que las chicas". Además, el 47,4% "ha llevado alguna escena a la práctica” y “no siempre solicitan consentimiento previo a su pareja”, como han asegurado el 12,2% de los chicos.

Educación digital y afectivo-sexual

Ellos mismos reconocen que quieren aprender más sobre sexo, lo que indica un déficit en la educación sexual incluso entre las generaciones más jóvenes. Por tanto, los jóvenes tienen en la palma de la mano millones de videos pornográficos gratuitos y después no tienen información de calidad para contrastar lo que han visto.  Como consecuencia de ese vacío, el porno se convierte en "la primera escuela de desigualdad" para los adolescentes, que además construye un modelo de masculinidad que "alimenta la violencia y la explotación sexual", según la portavoz socialista Ana Agudíez.

Por eso, en la moción del PSOE se le pide al Gobierno que preste especial atención a la educación en ciudadanía digital, que potencie un uso responsable de internet y las redes sociales, de manera que se fomenten actitudes críticas ante la información que reciben. El senador ha explicado que es necesario que los jóvenes aprendan "conceptos para detectar la violencia y el abuso", como el consentimiento, la autonomía del cuerpo o el desarrollo de las emociones.

En su moción, los socialistas también piden campañas de sensibilización, actividades de concienciación con perspectiva de género y "cursos de formación" para adolescentes. Sin olvidar la protección para evitar el acceso a la pornografía, en línea con la nueva normativa audiovisual del Parlamento Europeo.

Aún así, ya están en el horno la nueva ley de educación, la Lomloe, la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia, y el anteproyecto de la futura Ley General de Comunicación Audiovisual, que tendrán que abordar también algunos de estos riesgos.

Otros puntos de vista

A la moción original del PSOE se han incorporado durante el debate las enmiendas de los Grupos Izquierda Confederal y Vasco. De hecho, la senadora vasca Maribel Vaquero Montero ha compartido en el pleno la preocupación de su partido por los efectos que la pornografía tendrá en los "pornonativos", esos niños, niñas y adolescentes que antes de tener relaciones sexuales han visto pornografía explícita.

Aunque las enmiendas del PP no han sido aceptadas, los populares han votado a favor de la propuesta del PSOE. La senadora Rosa María Arza ha explicado su propia receta en la sesión. Apuestan por dar formación a las familias para que conozcan los riesgos a los que están expuestos sus hijos, los "métodos de control parental" y los "truques que los jóvenes utilizan" para saltárselos.

La senadora también ha puesto el foco en las empresas que suben y distribuyen contenidos porno, cuyo único filtro de acceso es que el usuario introduzca su edad: "El 82% de las webs con pornografía ni siquiera tiene esa condición y de las que lo tienen, el 89% permite el acceso con hacer solo clic en el botón de 'tengo más de 18 años'". También ha apuntado a la necesidad de que estas empresas "se autorregulen" y de promover controles digitales, como un "etiquetado inteligente" basado en "redes semánticas".

Koldo Martínez Urionabarrenetxea, portavoz del grupo de Izquierda Confederal y miembro de Geroa Bai, ha asegurado que la pornografía hegemónica presenta a las mujeres como "objetos del supuesto irrefrenable deseo de los hombres". La exposición a estas imágenes en niños puede llevar a una espiral de adicción o a convertirlos en adultos con "alteraciones emocionales afectivas y sexuales graves".  Pero además, el senador cree que la normalización de esos roles de sumisión machistas pueden llevar a que esos futuros hombres sean "comprensivos con las agresiones a las mujeres" o incluso a "practicar esa violencia como estamos viendo ahora con la proliferación de las llamadas manadas".

En cualquier caso, a juzgar por la unanimidad con la que se ha aprobado la moción, parece claro que para todos los partidos reconocen la preocupación de que genera el acceso al porno de los niños y adolescentes, que crecen con una imagen distorsionada de las relaciones sexuales.