Los viejos rockeros de Cs conspiran contra Arrimadas y siembran el pánico entre los cuadros

Bajan revueltas las aguas en Ciudadanos, en el partido presidencialista por excelencia, donde se acató históricamente cualquier decisión, orden o contraorden del líder, en tiempos de Albert Rivera, hoy le surgen conspiraciones y murmullos de desagrado a la “lideresa”, Inés Arrimadas. El problema radica en su decisión de no presentar enmienda a la totalidad a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) elaborados por el Gobierno de coalición y que, el pasado jueves, pasaron su primer trámite en el Congreso de los Diputados, gracias, además de la posición de C´s, a la de ERC e incluso Bildu, que tampoco pidieron la devolución de las cuentas y se perfilan, por el momento, como socios del gobierno en esta aventura presupuestaria.

Miembros de C´s murmuran su descontento ante esta decisión y temen que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “nos vuelva a hacer el truco de trilero – asegura un dirigentes de C´s- de mantener negociaciones y decirnos que nuestras propuestas son muy razonables y pactar por otro lado con Bildu o con  ERC”. La propia Arrimadas ya advirtió desde la tribuna de oradores que el apoyo de C´s era “incompatible” con el hecho de que el Gobierno de Sánchez vaya de la mano de ERC y de Bildu, pero desde la parte socialista del Ejecutivo siguen pensando que es viable o, por lo menos, que no quieren que la formación naranja se descuelgue.

Los instigadores de este movimiento que fluctúa entre el pánico y el descontento de la parroquia de la formación naranja, curiosamente, no están ahora mismo en activo en la política. El primero de la lista es el propio Rivera, que se alegra en público de haberse ido a tiempo, para no tener que asumir decisiones como las que está asumiendo ahora Arrimadas y se dedica a preparar recursos contra el Gobierno, por encargo del PP, en su nueva faceta de abogado. Junto a él están quienes fueron sus más fieles colaboradores hasta su dimisión. Son varios los que siguen, según aseguran fuentes de la formación naranja a cuartopoder, en contacto con los actuales diputados y cuadros de Ciudadanos y “no se cortan” a la hora de criticar la línea de pactos posibles elegida por Inés Arrimadas.

El resultado es que los dirigentes actuales de la formación naranja y fieles a Arrimadas, los mismos que fueron fieles a Rivera en su día, no tienen nada claro quién de los dos  (Arrimadas o Rivera) tiene la razón y empiezan a pensar que Rivera (pese a haber despeñado a su partido en las últimas elecciones, al pasar de 57 a 10 diputados) es el que tienen una visión más acertada de lo que debe hacer C´s.

El desánimo cunde en la formación centrista y sus actuales dirigentes no transmiten a los cuadros certezas sobre el camino a seguir. Sin embargo, los que salieron tras el batacazo electoral de las últimas elecciones, con Rivera a la cabeza, están más activos que nunca.