La pandemia obliga a IU a replantearse su Asamblea: los tres escenarios que baraja la dirección
- Estaba planificada para el 16 de enero del 2021, pero la dirección baraja aplazar, de nuevo, el cónclave
- La brecha digital también opera en las organizaciones políticas y podría dejar fuera del proceso a parte de la militancia de las 850 asambleas
- Hay tres opciones: mantenerla tal y como está, aplazar la asamblea hasta después del estado de alarma o no hacer ningún proceso de debate
Ya pasó en verano y volverá a ocurrir ahora. Tal y como avanzaba cuartopoder, en un primer momento, la XII Asamblea Federal de IU se iba a celebrar el 12 de junio. La pandemia hizo que se retrasara el proceso. La segunda intentona la llevaba hasta el 16 de enero del 2021. Pero también parece complicado. Con el estado de alarma decretado hasta mayo y con la segunda ola de la pandemia cebándose de nuevo este invierno con el Estado español, los debates presenciales en las 850 asambleas de base de IU se complican y la dirección baraja aplazar, de nuevo, el cónclave.
Así lo anunciaba ayer el coordinador federal, Alberto Garzón, en redes sociales: “Durante los próximos meses se va a realizar la XII Asamblea de Izquierda Unida, en la que se renovará la dirección. Dada la situación sanitaria, y la dificultad de las asambleas locales para debatir en buenas condiciones, he solicitado que valoremos el aplazamiento de la asamblea”. “La próxima asamblea debatirá y decidirá la estrategia política para los próximos años, y en consecuencia renovará la dirección. Ello exige un debate sereno y riguroso entre miles de militantes, y es difícil de llevar a cabo exclusivamente de manera telemática”, proseguía, para finalizar: “Las nuevas tecnologías de la comunicación facilitan la toma de decisiones y la democratización de las instituciones, pero son incapaces de sustituir con plenitud el encuentro y debate físico entre personas. Por eso, quizás convenga esperar a que se den las condiciones”.
Según explica el secretario de organización de IU, Ismael González, a este periódico, la dirección está tanteando con las federaciones autonómicas dónde están los problemas para celebrar los debates telemáticamente, por videoconferencia. La brecha digital también opera en las organizaciones políticas y podría dejar fuera del proceso a parte de la militancia. “Por ejemplo, en la federación de Madrid prefieren mantener la asamblea tal y como está, en otras, como Extremadura o Andalucía, hay más gente que sufriría la brecha digital, con problemas para conectarse y mantener una reunión online”, comenta.
González explica que plantean tres escenarios, de los cuales se elegirá uno en la Colegiada Federal del próximo lunes, 9 de noviembre, una vez que la dirección haya realizado “un mapeo de la situación de todos los territorios”. “Por un lado, está la opción de mantener la asamblea tal y como está, para ello, las federaciones han de asegurar la capacidad de llevarles ordenadores a casa a la militancia o de organizar encuentros de seis personas, como máximo, en la sedes para que puedan debatir los documentos”, narra.
El segundo escenario es el que más opciones tiene, según cuenta González. Esta opción es “aplazar la asamblea hasta después del estado de alarma, en la primavera”. “En este caso, las federaciones han de estar preparadas para lanzar los debates a las asambleas de base en cuanto las condiciones de la pandemia lo permitan, en febrero, marzo o abril”, comenta. De este modo, hacia mayo o junio, los debates de base ya se habrían celebrado en los distintos territorios y se celebraría la recta final del cónclave, la elección de la nueva dirección y la votación de los documentos políticos y organizativos definitivos.
La tercera opción es la que nadie quiere, según el responsable de organización. “Suspender la asamblea, no hacer ningún proceso de debate en las asambleas de federación y modificar la dirección y los documentos como si se tratara de un informe de la dirección”, describe González.
Una petición de los críticos
La solicitud de retrasar la asamblea de IU ya la hizo la candidatura ‘La Izquierda Necesaria’ liderada por José Antonio García Rubio. Este grupo de críticos, próximos al anterior coordinador federal, Cayo Lara, reclamó el aplazamiento el pasado 25 de octubre. “No hay más mecanismo que la conferencia telemática, pero claro, es enormemente limitativa”, explica García Rubio a cuartopoder, quien recuerda que “hay mucha gente que no tiene internet y otra que no sabe utilizar algunas de las aplicaciones necesarias para las reuniones telemáticas”.
La otra candidatura es la oficialista, liderada por el actual coordinador federal, Alberto Garzón, ministro de Consumo. En ella estaría presente el sector más próximo a Garzón, como el actual secretario de organización, el responsable de comunicación, Alejo Sanz, o la eurodiputada Sira Rego. También el secretario general del PCE, Enrique Santiago, y responsables de la dirección del partido, como Amanda Meyer, actual jefa de gabinete del Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
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