POLÍTICA

Los PGE, primer round de la reconstrucción de un escenario político en crisis

  • El abanico político se resitúa, cerrojazo del PSOE sobre las llamadas “cuestiones de Estado”
  • Las relaciones en el Consejo de Ministros entre socialistas y confederales no pasan por un buen momento
  • Lo urgente, para Robles, es sacar adelante unos “presupuestos de reconstrucción” y mira a Ciudadanos y al PP

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“El voto a Unidas Podemos servirá para que el PSOE no pacte con Ciudadanos”. El leitmotiv de las dos campañas electorales de Unidas Podemos de las generales del año pasado tiene ahora más actualidad que nunca, cuando los socialistas siguen intentando un pacto con los naranjas. La crisis total en la que se inserta el Estado español, sanitaria, económica, social, territorial e institucional, golpea las costuras del escenario político y los movimientos en el mismo se evidencian cada vez más. La próxima parada: la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Unas cuentas que pondrían fin a la vigencia de las de Cristóbal Montoro y que habrían de servir incorporar los fondos europeos aprobados en julio a la planificación económica del Estado.

El contexto político dificulta que el Gobierno consiga mayorías parlamentarias en un Congreso muy fragmentado. La mayoría parlamentaria que permitió investir a Sánchez en enero no suma sin la abstención o apoyo de ERC. El grupo liderado por Gabriel Rufián, con 13 diputados, es consciente de la dificultad de aprobar las cuentas en un momento preelectoral en Catalunya, aunque la incógnita sigue siendo cuándo se pondrán las urnas. La presión de Carles Puigdemont y Quim Torra hacia los republicanos aumenta, estos ya han dicho que sin el restablecimiento de la mesa de diálogo entre Gobierno y Govern, un compromiso que fue imprescindible para que los republicanos permitieran la investidura en enero, no habrá apoyo a las cuentas.

“Juegos florales”. Esta es la calificación de la ministra de Defensa, Margarita Robles, a las pretensiones independentistas. Sánchez da foco a Robles y a Carmen Calvo, que están actuando en los últimos días como portavoces del ala socialista del Gobierno. Robles, perfil bien visto por las derechas, reitera los llamamientos al “sentido de Estado”. Lo urgente, para Robles, es sacar adelante unos “presupuestos de reconstrucción”, se aleja de ERC y mira a Ciudadanos y al PP. Por el “sentido de Estado” lanza el lazo a los populares y mete el dedo en la llaga de Unidas Podemos.

En el PP, por su parte, por boca de su líder, Pablo Casado, ya han señalado que, a pesar de los cambios en la portavocía del grupo parlamentario y en el organigrama del partido, no tiene pretensión de negociar con el PSOE de Sánchez ni la renovación del CGPJ ni unos nuevos presupuestos, pues se definen como “la alternativa” al actual Gobierno, no un colaborador del mismo. Y es que Vox aprieta para hacerse hegemónico en el campo de las derechas y espera chupar cámara en otoño con la moción de censura presentada a Sánchez. Casado no quiere parecer blando, por mucho "sentido de Estado".

Por su parte, el partido de Inés Arrimadas abre las puertas a estudiar las propuestas del PSOE de cara a las cuentas del Estado con el objetivo de “despodemizarlas”. Socialistas y Ciudadanos vuelven a negociar, aunque Unidas Podemos esté sentado en la bancada azul del Gobierno. Los socialistas quieren mandar un mensaje de tranquilidad a Europa y ansían una foto transversal y no escorada a la izquierda en la que sitúan a sus socios de Gobierno.

Unidas Podemos afea a sus socios las carantoñas a los naranjas. Y advierten de que su propuesta es que el acuerdo de los presupuestos no sea “ni con PP, ni con Ciudadanos”, sino con el bloque de la investidura. “Nuestra opción es reforzar el bloque de la moción de censura e investidura y, a partir de ahí, quien se quiera sumar a estas posiciones bienvenido sea, pero no para sustituir sus componentes ni aceptar políticas neoliberales ni ataques a lo público”, explicaba uno de los portavoces de Unidas Podemos, Enrique Santiago, en una reciente entrevista con cuartopoder. Sin embargo, el PSOE, en estos momentos, parece haber tomado una dirección definida y esta pasa por un encuentro con Ciudadanos.

Un escenario en recomposición

Y es que la negociación presupuestaria puede ser el primer round de la recomposición de un escenario político en crisis. La pandemia ha venido para modificarlo todo. La crisis económica y social se agrava por momentos y quién paga la crisis, dónde se invierte o se recorte es la disputa del momento.

Al mismo tiempo, la espantada de Juan Carlos I es el último episodio de la degradación de la institución monárquica, que pasa por unos momentos pésimos. La monarquía ha tocado el silbato y sus defensores se han puesto firmes. PSOE, PP y Vox frenaban hace unos días en el Congreso la petición de ERC, Bildu y el Grupo Plural (Junts, Más País, Compromís y BNG) y la CUP de comparecencia de Sánchez y Carmen Calvo para que dieran explicaciones sobre la huida del emérito. La misma alianza impedía, al principio del verano, una comparecencia sobre los GAL. El abanico político se resitúa, cerrojazo del PSOE sobre las llamadas “cuestiones de Estado”. Manolo Monereo lo explicaba ayer en un artículo en este periódico: "El acuerdo entre el PSOE, PP y Vox no debe extrañar. Unen muchas cosas de eso que se llaman cuestiones de Estado".

El movimiento político que se está evidenciando es que el PSOE, con Sánchez a la cabeza, vira al centro e intenta separarse de que le asimilen con Unidas Podemos, a pesar de compartir Consejo de Ministros. El presidente del Gobierno pretende profundizar en el perfil de estadista, como garante de las llamadas cuestiones de Estado (monarquía, unidad territorial, relaciones internacionales y con la UE). Para ello, marca distancias con los independentistas y nacionalistas periféricos y se acerca a las derechas, intentando seducir al PP. Dos objetivos: salvar a la monarquía y tranquilizar a Europa mediante los “presupuestos de reconstrucción”.

Unidas Podemos, bajo la presión de poder verse arrastrado por esta reestructuración política, entra en la recta final del 2020 con numerosos frentes abiertos. Con una campaña de acoso a algunos de sus dirigentes y cargos públicos y militantes por parte de grupos vinculados a la ultraderecha en marcha, ayer Pablo Iglesias e Irene Montero presentaban dos denuncias por este motivo, una de ellas por delito de odio contra sus tres hijos pequeños. Además, durante los próximos meses, Podemos será investigado por supuestos delitos de malversación de caudales públicos en una causa que desde la formación morada no han dudado en tildarla de un capítulo más de la guerra judicial (lawfare) contra Unidas Podemos.

Las relaciones en el Consejo de Ministros entre socialistas y confederales no pasan por un buen momento. Ayer, la vicepresidenta Calvo, se posicionaba a favor de que Iglesias comparezca en el Congreso por la investigación judicial a las finanzas de Podemos, igual que Robles. Los presupuestos serán negociados en dos niveles. En primer lugar, en el mismo Consejo de Ministros, donde se conocerá hasta qué punto los de Iglesias están dispuestos a “tragar sapos” para mantener el Gobierno de coalición. Por su parte, Unidas Podemos espera su momento para dejar su impronta en unos presupuestos que modernicen la economía española e incluyan un alto componente social. Se evidenciará si hay uno o dos gobiernos en la coalición gubernamental.

El segundo nivel ya será en el Congreso. Con cuentagotas, el Gobierno habrá de ir sumando grupos parlamentarios y diputados para conseguir sacar las cuentas adelante. Entonces, toda la atención se pondrá en la Carrera de San Jerónimo. Por otro lado, en el Gobierno saben que, una vez aprobadas las cuentas, habrá legislatura para rato, pues los nuevos presupuestos podrían prorrogarse. Legislatura sería duradera, siempre y cuando el escenario político y las nuevas tensiones no rompan la cuerda que une a la coalición gubernamental. Una cuerda que, por momentos, parece tensarse demasiado.

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3 Comments
  1. Florentino says

    … Europa, debe de mirar las medidas que implantaron y donde estamos; ellos saben de los efectos duraderos de una crisis doble, pues aquí está la señora «pandemia» que habla claro.
    Sato nos «novela» eso de las «tensiones» que hay en el Gobierno; como si siendo solo del PsoE… no habría tiranteces !. Esta crónica la puedes llenar de más cosas, y más positivas hombre; terminas casi aceptando unos «bulos» prefabricados, para mantener a la «parroquia» ultra en tensión.
    Sánchez deberá buscar apoyos por cualquier lado, pero se deberá atener al socio principal Unidas Podemos y aquellos otros partidos que apoyaron su investidura. Las presiones claro que están ahí, sobretodo por parte de la banca y empresarios que invirtieron en la «probeta de: «Ciutadans», actual C´S». Fijate bien Sato…C´S está del lado «ultra» Madrid, Murcia, oposición, Andalucía. Comunidades y ayuntamientos, que van de mal en peor. ¿Esta es una solución?. Para mí es un cálculo electoral en vistas de ensanchar la base en Cataluña… si hay elecciones, pero antes se le debe de pedir el cese y mantenimiento de tantos «acuerdos» con los ultras y derechas «idem»; todo tiene un precio, no bastando con parecer honrado sino serlo de verdad.
    El PP+VoX+C´S, quieren una «comparecencia» del líder Pablo Iglesias, no para «esclarecer» nada, sino para desgastar al Gobierno y crear (junto con los medios) unos movimientos de «acoso y derribo» temerario, en unos momentos tan delicados, como sombríos, tenebrosos… dentro de una «pandemia».
    Si España, es un ente «plurinacional»… ¿ no se deben de preguntar en otras lenguas los acuerdos ?. Estas, ya le apoyaron y sin que nadie haya muerto por tal motivo; ahora toca «ratificar» de nuevo ese compromiso renovando las «soluciones», en reconstruir la dañada economía social… si llegan los dineros destinados en sanear y dar impulso regenerativo a la sociedad.

    Marx: «Toda la historia de la sociedad humana, hasta la actualidad, es una historia de lucha de clases».

  2. adiro says

    MUY bueno y bien dicho … ya esta bien de ser correa de transmisión de caverna y la brunete aliadas

  3. adiro says

    Y está ? ¿ Lo urgente, para Robles, es sacar adelante unos “presupuestos de reconstrucción” y mira a Ciudadanos y al PP?.. Pero si el PP ni quiere saber nada de renovar los jueces, solo espera que haya un diluvio para heredar los restos

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