CLAVES
Guía para entender la polémica entre el PSOE y el movimiento trans
- La semana pasada, el PSOE distribuyó un argumentario en el que se posicionaba contra "la teoría queer", que "va ganando terreno en el mundo académico y activista"
- El citado documento asegura que el “derecho a la autodeterminación sexual” carece de "racionalidad jurídica"
- La FELGTB ha tachado el argumentario de tránsfobo y ha solicitado una reunión con el Gobierno para aclarar su postura
Actualizado a las 16 h.
Queda menos de un mes para que se celebre el Orgullo LGTBI 2020 de manera virtual. En pleno camino hacia la cita reivindicativa, el PSOE se ha dado de bruces con una polémica con una parte del movimiento LGTBI, con el que ha mantenido tradicionalmente una relación estrecha. Hace unos días, el partido difundió un argumentario interno "contra las teorías que niegan la realidad de las mujeres", que la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y Fundación Triángulo han condenado y calificado de "tránsfobo", ¿pero cuál es el origen de la polémica?
El choque entre posturas tiene mucho más recorrido que un documento interno. Detrás hay discusiones teóricas que ahora se trasladan desde los movimientos sociales a las instituciones, de la mano de Unidas Podemos y PSOE. La cara B del amplio, fuerte y diverso movimiento feminista español es la discusión de sus diferencias, sus aristas y sus fronteras.
En todo caso, desde el PSOE aclaran a cuartopoder que en el partido "no cuestiona los derechos de las personas trans", pero sí la "teoría queer", aunque en realidad no es una teoría única. El partido declara que le preocupa "la vulnerabilidad jurídica de estas personas y lo que supondría para las mujeres regular la identidad sexual sin garantías efectivas". Aseguran que no es un cuestionamiento al colectivo LGTBI pero son tajantes: "No podemos obviar que el activismo queer pretende desdibujar a las mujeres como sujeto político y jurídico, poniendo en riesgo los derechos, las políticas públicas de igualdad entre mujeres y hombres y, consecuentemente, los logros del movimiento feminista".
La polémica ha estallado por un argumentario del PSOE que el partido distribuyó la semana pasada y que se posicionaba contra la teoría queer, que "va ganando terreno en el mundo académico y activista" y que, en su opinión, "niega la existencia del hecho biológico" de ser mujer. No es una polémica nueva. Durante los últimos meses, transfeministas y las feministas radicales han tenido arduos debates sobre si el sujeto del feminismo debe limitarse a la "mujer" o debe trascenderla. Es uno de los debates enconados dentro del feminismo español junto a la prostitución.
La polémica trascendió al ámbito de las formaciones políticas cuando el Partido Feminista, de la histórica Lidia Falcón, criticó la llamada "Ley Trans" que diseñó Podemos durante la pasada legislatura y que no llegó a aprobarse. De la citada propuesta criticaban que "los menores de edad puedan proceder a tratamientos hormonales y quirúrgicos para cambiar de sexo antes de la mayoría de edad y sin ninguna supervisión médica ni psicológica".
Además, Falcón levantó más de una polémica por hablar de la existencia de un "lobby trans" o por referirse a Elisa, una niña trans Extremeña que se dirigió al Parlamento autonómico el pasado diciembre, como un niño con "la falta de protección psicológica". Muchos consideraron los comentarios de esta formación abiertamente tránsfobos y en febrero resultó expulsada de Izquierda Unida "por reiterados incumplimientos estatutarios y mantener posiciones contrarias a la formación".
Esta discusión también retumba en el ámbito internacional, donde la cuestión ocupa acaloradas disputas en columnas de opinión y redes sociales. Una de las últimas polémicas tiene como protagonista a la escritora de Harry Potter J.K. Rowling, que hace poco fue acusada de "tránsfoba" tras una serie de tuits en los que se quejaba de una publicación que utilizaba la expresión "personas que menstruan" en lugar de "mujeres".
En estas discusiones es habitual reprochar actitudes tránsfobas a las feministas con las siglas TERF, que se puede traducir como "Feminista Radical Trans-Excluyente".
El 'casus belli': una argumentario del PSOE
El casus belli de la polémica de esta semana ha sido un argumentario distribuido por los canales internos del PSOE y firmado por Carmen Calvo, responsable de Igualdad dentro del partido y vicepresidenta del Gobierno de España, entre otros pesos pesados de la formación. Es importante aclarar que es un argumentario, es decir, no es un documento aprobado por los órganos del partido, sino un posicionamiento político.
En el citado documento la primera diferenciación que hace es que "el sexo es un hecho biológico y el género una construcción social", es decir, la mujer es discriminada porque nace mujer. Las primera página es casi un glosario de términos hasta llegar a la expresión que genera verdadera incomodidad. La "identidad de género", que "se lleva a cabo al margen del sexo biológico y no presenta una disconformidad con el mismo, es decir, pueden sentirse mujeres con un cuerpo de hombre, o viceversa", explica el citado documento.
Sin embargo, fuentes del PSOE explican que "la posición del PSOE no ha cambiado, en el 39 Congreso del mes de julio 2017 y que el documento "no dice nada diferente a los que de manera efectiva
se ha aprobó". De hecho, aseguran seguir comprometidos con un "paquete legislativo" de 4 leyes: la ley de Igualdad de Trato y en No Discriminación, que permitiría a España cumplir con las directivas europeas, una ley Estatal LGTBI, la Ley Trans y una ley Integral contra los Delitos de Odio en el ámbito penal.
¿Existe el derecho a la "autodeterminación" sexual?
La "identidad de género" ya fue una expresión utilizada en la Ley 3/2007, de 15 de marzo, reguladora de la rectificación registral de la mención relativa al sexo de las personas, que se aprobó en el Gobierno de Zapatero. Sin embargo, el PSOE cree que "en los últimos tiempos" se está generando una utilización interesada por parte del activismo queer. En el citado argumentario, los socialistas se sitúan "en contra de los posicionamientos que defienden que los sentimientos, expresiones y manifestaciones de la voluntad de la persona tienen automáticamente efectos jurídicos plenos". Para ellos, el denominado “derecho a la libre determinación de la identidad sexual” o “derecho a la autodeterminación sexual” carece de "racionalidad jurídica", sentencian.
Sin embargo, durante los últimos años, el colectivo LGTBI ha debatido ampliamente sobre la necesidad de que las personas trans dejen de tener que someterse a operaciones de reasignación de sexo o tratamientos hormonales para ser tratados con su verdadera identidad, algo especialmente problemático en el caso de los niños. Para cambiar los datos en el registro, la ley exige pasar por evaluaciones médicas y que haya una "situación estable de transexualidad".
Desde el PSOE recuerdan que el grupo socialista presentó durante la pasada legislatura una propuesta de ley modificación de la ley 2007 que no se llegó a aprobar por el adelanto electoral. En ella, ya se plantea que "la efectividad del derecho al reconocimiento de la identidad sexual y/o expresión de género
y, en su caso, la rectificación de la mención registral del sexo no se podrá condicionar, en ningún
caso, a la acreditación de haberse sometido a ningún tipo de cirugías, a terapias hormonales, o a
tratamientos psicológicos, psiquiátricos o médicos de cualquier tipo".
La respuesta de la FELGTB: las trans no son una "expresión puntual"
"¿Cómo se reconoce y acredita jurídicamente la expresión puntual de un sentimiento?", se pregunta el argumentario. Mientras plataformas como la Alianza contra el Borrado de las Mujeres celebró el posicionamiento del PSOE y le animó a llevarlo a la práctica en el Congreso, la FELGTB tachó el argumentario de homófobo: “Si el PSOE ampara textos como el titulado Argumentos contra las teorías que niegan la realidad de las mujeres promovido por la secretaria de Igualdad del partido, Carmen Calvo, en el que, en base a teorías mal entendidas, se atenta contra la dignidad de las personas trans, estará renunciando a defender los derechos del colectivo LGTBI al posicionarse voluntariamente en contra de la igualdad”.
De hecho, la FELGTB y la Fundación Triángulo han solicitado una reunión "urgente" al presidente Pedro Sánchez y a la ministra de Igualdad, Irene Montero, para que aclaren la postura del Ejecutivo sobre el derecho de autodeterminación de las personas trans.
La propia diputada autonómica socialista Carla Antonelli, un icono de la lucha LGTBI, se ha manifestado en contra del polémico argumentario: "No soy una especie de mujer y no soy una ficción". Según la diputada, estos argumentos estarían fuera de lo defendido durante los últimos años por el PSOE, pocos días después de que se celebre el quinto aniversario de la muerte de Pedro Zerolo.
Que quede claro, las mujeres trans somos mujeres y la despatologización hecho avalado x #OMS; a mí NO me representa un panfleto #TRANSFÓBICO envuelto seda no emanado de ningún congreso, repugna y atenta contra dignidad, a mí me representa @sanchezcastejon #DeFrenteNosEncontrarán pic.twitter.com/jdqR6RBUZG
— 🇪🇸 Carla Antonelli / 🏳️⚧️🏳️🌈 (@CarlaAntonelli) June 10, 2020
Calvo y Montero: el traspaso de carteras
Como reconoce la propia FELGTB, el PSOE es el partido que más ha logrado por los derechos de la comunidad LGTBI. Hasta la llegada de Podemos, la igualdad era sin duda enseña socialista en España. Sin embargo, en el reparto del poder establecido en la firma del pacto de coalición entre ambos partidos, esta cartera emblemática pasó a manos moradas, concretamente, a las de Irene Montero. Una de las primeras decisiones que tomó la ministra fue crear una Dirección General de Diversidad Sexual y LGTBI, dirigida por Boti García Rodrigo, y poner al frente del Instituto de la Mujer a Beatriz Gimeno.
Cuando recogió la cartera de manos de Calvo, Montero lanzó un mensaje que no pasó desapercibido para el movimiento feminista y LGTBI: "No nacimos mujeres, llegamos a serlo", dijo la nueva ministra citando a Simone de Beauvoir.
Las leyes que vienen
Frente al argumentario socialista, está el acuerdo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos donde están contempladas una batería de leyes dedicadas a mejorar los derechos de la población LGTBI en España: la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la no Discriminación, la Ley contra la Discriminación de las Personas LGBTI, que incluye la prohibición de las terapias de reversión, y la llamada Ley trans, que el ministerio esperaba poder presentar antes del verano hasta que la pandemia de la covid-19 barrió con todas las agendas ministeriales.
Unidas Podemos ya presentó su propia Ley Trans la pasada legislatura, pero no llegó a fraguar. En ella, reconocían la "autodeterminación" de la identidas sexual y la "expresión de género", dos conceptos que causaron polémica. La legislatura finalizó sin el texto aprobado y en los próximos meses tendrán que volver a presentarlo. Eso sí, ya en el Gobierno y teniendo que debatirla en un Consejo de Ministros donde también estará Carmen Calvo. Por tanto, se prevé que el texto presente modificaciones.
Aun así, ya hay leyes que han levantado algunas ampollas por cuestiones de género, como el Anteproyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de la Libertad Sexual que Montero presentó ante la opinión pública en marzo y que Justicia tuvo que retocar. La citada Alianza contra el Borrado de las Mujeres alertó de que "la confusión entre 'sexo' y 'género'" en el texto que puede "crea indefensión para las mujeres" y de que la redacción "socava la lucha contra la violencia machista con su interpretación sobre qué es la 'identidad de género'”.
También ha generado quejas la Ley orgánica de Protección Integral a la Infancia y a la Adolescencia frente a la Violencia, presentada hace unos días por la Vicepresidencia social de Pablo Iglesias. Esta misma plataforma consideró que el texto "excluye la perspectiva de género" e "ignora las violencias sexuales específicas contra las niñas y el mayor impacto que sobre éstas tiene la violencia sexual".
El odio, la transfobia, no tiene justificación alguna ni mucho menos se tiene que entender, no sé a qué viene que ‘Cuarto Poder’ considere una ‘polémica’ algo así. ¿Es el racismo una ‘polémica’? Entonces, ¿por qué calificais así la transfobia? Esto es sólo una de las muchas pataletas que todavía nos quedan por ver de la PSOE (organización mafiosa y criminal, delincuencial) que se resiste a que su discursito y su pesebrismo cada vez va a menos y está en fase de extinción. La lucha por la igualdad siempre se ha hecho a pesar de la PSOE y ahora ya estamos volando sin ella, así que es normal que pataletas así las veamos en éste y en otros muchos temas (la corrupción de la monarquía es otro, por ejemplo). Pero por favor, calificar el odio, la transfobia, de ‘polémica’ es un acto más de ‘transfobia’ y un medio como ‘Cuarto Poder’ no debería permitirlo
Me temo que ese documento responde a los intereses de lo que yo llamo el feminismo con poder, una corriente formada fundamentalmente por mujeres con cargos o con situaciones laborales envidiables (por ejemplo,catedráticas). Un corriente afín al abolicionismo de la prostitución, a la que repugna meclarse con las mujeres marginadas, sean prostitutas o trans.