PROYECTOS

A3CALLES: ideas “made in Vallecas” para revalorizar los cuidados

  • La cooperativa A3CALLES ofrece cuidados de calidad y condiciones laborales "dignas" para las trabajadoras
  • El objetivo final es "resignificar los cuidados como derecho humano individual y colectivo” , un derecho que el Estado no llega a cubrir  
  • El proyecto está localizado en Vallecas y fomenta los lazos de vecindad y hacer barrio
 

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Muchas son las teorías sobre cómo cambiará el mundo tras la crisis del coronavirus. Algunos de los trabajos peor pagados hoy reciben aplausos y la importancia de cuidarse y cuidar ha saltado de la invisibilidad a la primera línea mediática. Pero antes de que la pandemia agitara las prioridades sociales ya había proyectos pensados para reforzar los lazos de los vecinos. Un ejemplo es el proyecto A3CALLES Cuidados en Territorio Sociedad Cooperativa de Madrid, donde socios consumidores y cuidadoras se organizan bajo un mismo objetivo: “Resignificar los cuidados como derecho humano individual y colectivo”.

Durante los días de confinamiento, los informativos se han llenado de ingeniosos juegos de balcón a balcón, de iniciativas para ayudar a los vecinos más mayores o de ese encuentro nacional en el que se han convertido los aplausos de las 20 h. Antes de que el aislamiento hiciera más necesario confraternizar, ya había iniciativas en los barrios que, de manera silenciosa, estaban tejiendo redes vecinales. 

Esta cooperativa surgió en 2018 en un grupo de más de 50 personas y entidades de carácter social de Vallecas, tal y como cuentan sus promotores. Desde entonces, intentan conjugar tres premisas que el capitalismo hace parecer irreconciliables: atender a una población que envejece, que las trabajadoras estén protegidas y que los beneficios “queden en casa”, en este caso, en el barrio de Vallecas. Por ello, pensaron en crear una cooperativa sin ánimo de lucro, que hoy tiene 27 socios, da servicio a 13 hogares y da trabajo a tres personas asalariadas por A3CALLES y a dos más de una cooperativa socia.

En el contexto actual, a veces cuidar en casa hace inevitable el desgaste personal, que se manifiesta en una hija que tiene que dejar su trabajo para atender a su madre o que tiene que contratar a otra persona porque su trabajo no le permite pasar el día en casa. Por tanto, este proyecto nace para buscar una alternativa “sostenible y viable” y contempla los cuidados no como un privilegio, sino como un “derecho para todas las personas, sin importar orígenes sociales, étnicos o nacionales”, asegura Lira Rodríguez, coordinadora del servicio y gerencia de la cooperativa.  

El proyecto MARES (hoy desaparecido) les dio un empujón para constituir la cooperativa, pero ahora han decidido lanzar su propio crowdfunding en migranodearena.org. Subvertir las estructuras creadas no es fácil. Por eso, piden ayudan. Quieren demostrar que se puede:"Nos interesa conectar cada vez a más cuidadoras y cuidadores de Vallecas y cooperativas de trabajo, con vecinas y vecinos, y soñar colectivamente los cuidados que nos merecemos, siendo coherentes con nuestros principios, y nuestra orgullosa historia comunitaria".

La cooperativa A3CALLES.
La cooperativa A3CALLES.

Un problema social bien identificado

Desde A3CALLES pretenden paliar los defectos del "modelo de urbanismo" que se ha desarrollado en las últimas décadas en la ciudad de Madrid y que ha favorecido el aislamiento:  "La expulsión de muchas personas jóvenes hacia el extrarradio a ciudades dormitorio, los horarios laborales de las familias trabajadoras, entre otros, ha desmontado ese modo de vida que permitía el acompañamiento, la vecindad, la red”, explica Rodríguez.

El Estado no ha sido, por el momento, capaz de llenar este vacío. Las prestaciones de la ley de dependencia resultan “insuficientes y precarias”: “No parece que estas administraciones estén apostando por dotar de recursos públicos directos, diseñando programas de cuidados, acompañamiento, preventivos, alimenticios, contratando personal estable para cubrir estos programas de asistencia, sino más bien, subcontratar servicios con empresas privadas y desentenderse de la responsabilidad”, explica Rodríguez. Las residencias son una alternativa que no siempre es accesible. Las públicas tienen lista de espera y las privadas se escapan al bolsillo del pensionista medio: "Las residencias para personas mayores en la Comunidad de Madrid son macroedificios donde se hacina a las personas para beneficio de grandes empresarios”, opina Lira Rodríguez.

Ante la falta de alternativa, muchas familias deciden asumir los cuidados en casa. Cuando no pueden hacerlo personalmente, los pagan con sus sueldos, muchas veces mermados, o sus pensiones: “La contratación de personas cuidadoras de manera particular por familiares y pensionistas también, por lo general, se ve sometida a una importante precariedad, sin garantías de Seguridad Social ni derechos laborales porque en muchos casos los recursos económicos son escasos o bien no se opta por ofrecer condiciones dignas para las personas que lo realizan”, argumenta Rodríguez. Todo el peso recae en el último eslabón de la cadena: las trabajadoras.

Cuidar a las que cuidan, una prioridad

Antes de llegar a A3CALLES como trabajadora, Graciela Gallego trabajaba de interna cuidando a personas mayores: “La diferencia radica en lo laboral, tengo igualdad de derechos, igual que otro/a trabajador/a dentro del Sistema General de la Seguridad Social”, explica. Aunque la legislación sí les reconoce derechos, Gallego cree que aún hay muchos puntos flacos que les mantienen en condiciones de desigualdad: "Dentro de las carencias  de la normativa, falta el reconocimiento a la prestación por desempleo, no tiene cobertura dentro de la ley de prevención de riesgos laborales, las bases de cotización a la Seguridad Social no se cotizan por el valor real...”. 

Eso, en la mejor de las circunstancias. Muchas de ellas no tienen contrato laboral y, a veces, son mujeres migrantes sin regularizar. Es decir, ellas no existen para la administración: "Emerger esta situación no es nada fácil como consecuencia de la aplicación de la Ley de Extranjería", explica Rodríguez.

Este complicadísimo mercado de trabajo hace que a estas mujeres les sea difícil organizarse. Sin embargo, en los últimos años ellas mismas han movido ficha y han surgido asociaciones de trabajadoras del hogar y los cuidados que “dan información y formación”. "Las cuidadoras generalmente trabajan en los hogares (espacios privados) de manera individual, aislada y muchas veces sin ser dadas de alta en la Seguridad Social. Los sindicatos muchas veces no llegan a ellas al no haber  espacios compartidos de trabajo”, asegura Graciela Gallego.

El hecho de que todos los cuidados se localicen en el barrio también facilita su jornada. En muchos casos, tienen que desplazarse de una a casa a otra, con el estrés de llegar puntual y cobrando únicamente el tiempo en el que hacen el servicio. Aquí pueden ir andando de una casa a otra. “Consideramos que es un valor importante que las trabajadoras no tengan que efectuar desplazamientos largos y/o continuos, algo que se produce con frecuencia en este sector, con las consecuencias que esto tiene para su calidad de vida, para el desarrollo del trabajo en sí, e incluso, para el medio ambiente”, explica Juan Luis Del Pozo, uno de los socios consumidores del proyecto.

Vecindad, cercanía e intimidad en las casas

En esta cooperativa, son los socios consumidores los que discuten y toman las decisiones. “También queremos ser un espacio de encuentro entre usuarias y trabajadoras, donde se dé un diálogo entre dos partes que, en un momento determinado, pueden tener intereses distintos. La idea es ofrecer un servicio de calidad, y para ello entendemos que es necesario que se den estos espacios donde poder resolver conflictos”, argumenta Juan Luis del Pozo.

Estas trabajadoras entran en la intimidad de los hogares de sus clientes, una intimidad  "vinculada en algunas ocasiones con el aspecto más puramente físico”, recuerda Juan Luis. La cercanía del barrio también genera confianza.

Por ello, la filosofía de lo común y la vecindad es uno de los ejes vertebrales del proyecto. Los beneficios redundan en el territorio: “Queremos contribuir al desarrollo local y aflorar en la medida de lo posible todo ese trabajo sumergido que existe en el ámbito de los cuidados”, explica Juan Luis del Pozo.

2 Comments
  1. Lira says

    Qué bueno conocer nuevos emprendimientos cooperativos para atender el DERECHO A LOS CUIDADOS!!!!

  2. A3CALLES says

    Muchas gracias #cuartopoder.es por ayudarnos a dar a conocer A3CALLES Cuidados en Territorio S.C.Mad.

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