PANDEMIA COVID-19
Residencias de mayores en Madrid: falta de recursos habituales que se agravan con la pandemia
- Sindicatos y asociaciones muestran su preocupación por la falta de equipos de protección en estos espacios que son especialmente de riesgo
Preocupación. Es una de las palabras que más se escuchan estos días en diferentes sectores de la sociedad. Muchos de ellos ya venían siendo castigados por la precariedad o falta de medios y recursos antes del estallido de la pandemia del coronavirus. Uno de los espacios más significativos en este sentido son las residencias de mayores en la Comunidad de Madrid. La mayoría en esta región son privadas. Alojando a la población más vulnerable ante la epidemia, se hace más importante atender bien a las personas internas.
“La situación es bastante preocupante. Las residencias están en una situación complicada, no están dentro del sistema sanitario ni dentro de las políticas sociales. Están en una situación de indefinición de dónde se encuadran”, destaca a cuartopoder Miguel Vázquez, presidente de la Plataforma por la Dignidad de las Personas Mayores en Residencias (PLADIGMARE)
Desde la entrada en vigor del Real Decreto sobre el estado de alarma no se permite la entrada de familiares a las residencias. El día 9 ya habían sido restringidas a las “imprescindibles”. Medidas drásticas que considera lógicas el presidente de PLADIGMARE. “El cierre es absoluto, es lógico. Pero están ocurriendo cosas como que están dejando a familiares pasarles periódicos o revistas”, señala.
En cualquier caso, Vázquez señala que conoce que hay protocolos de seguridad. Pero que existe una “falta total de medios de protección personales”. “Los pocos que hay se dan con cuentagotas y no están claro los criterios para repartirlos. Aquí nos encontramos con el mismo problema que se está dando a nivel general”, apunta. “Nos tenemos que fiar de que estén actuando como es debido pero se desconocen los criterios”, añade.
Vázquez recuerda que en la gestión de estos espacios en Madrid se ha primado desde hace años el beneficio económico de las empresas por lo que toda esta grave situación se incrementa ahora. “La falta de personal habitual aflora ahora con esta crisis”, indica.
El portavoz de esta asociación de familiares señala que no disponen de noticias muy concretas sobre casos de coronavirus. En este sentido, algunos familiares están denunciando la falta de transparencia. Es el caso de los familiares de varios internos de la residencia Monte Hermoso que criticaron ayer la "falta de medidas y la opacidad" sobre la gestión de la crisis del coronavirus en el centro, donde, señalan, que se han registrado unos 70 casos y 17 fallecidos en un lugar donde viven unas 200 personas mayores.
"Hasta el sábado nos han estado diciendo que había 10 casos. Pero al día siguiente, ayer, nos reconocieron que había 70 casos y 17 fallecidos, tras las pruebas realizadas por las autoridades sanitarias. Nos han tenido toda la semana con unos datos erróneos, sin informarnos de que muchos residentes tenían los síntomas de la enfermedad y solo dando información individual y a cuentagotas", se queja Rosana Castillo en declaraciones a Europa Press.
Por su parte, desde el sindicato CCOO en Madrid, Juani Peñafiel, la portavoz de Sanidad, señala que considera que las puertas de las residencias se cerraron tarde. Más allá de todo eso considera que la situación es “de S.O.S” respecto a los equipos de protección individual. “Se están acabando y no hay para todos los trabajadores”, afirma. Al igual que el portavoz de PLADIGMARE cuestiona los criterios para asignar este tipo de equipo por parte de las empresas concesionarias de las residencias. “En residencias donde tienen gente aislada sí se lo dan a enfermeras o personal que está en contacto con las personas enfermas, pero por ejemplo no a limpiadoras. Pero los residentes se mueven por la habitación por lo que corren también riesgo”, apunta.
Peñafiel reconoce que hay un cierto miedo porque crecen el número de casos. “Hay residencias donde ha habido muchas bajas laborales y el personal tiene el doble de trabajo”, apunta. La sindicalista apunta que le consta que las empresas están intentando contratar a gente pero que no es posible. Y los que quedan han suspendido vacaciones o están doblando turnos, dice. “Las trabajadoras están dejándose la piel, pero arriesgando también a sus familias cuando vuelven”, concluye.