Los barones del PP cierran filas y esperan “hechos” de Casado y su equipo

El discurso que pronunció el líder del PP, Pablo Casado, ante la Junta Directiva Nacional de su partido llegó en pleno estreno del nuevo gobierno, conformado por Pedro Sánchez y sus circunstancias, por lo que la esperanza de que hubiese un pacto PSOE-PP que mantuviese fuera del gobierno a Podemos y lejos de una zona de influencia a ERC, se había disipado. No obstante, el líder del PP quiso adelantarse a sus barones más críticos y a sus inquietudes sobre la línea de oposición que debe llevar a cabo el PP y advirtió que hará una oposición “centrada” y rechazó el tono bronco de otros, que los asistentes entendieron como una clara alusión a VOX. Eso acalló algunas voces dentro de la reunión mantenida en la sede nacional del PP, en la madrileña calle Génova.

No hubo más crítica que la realizada a Sánchez y a su nuevo gobierno. Sin embargo, los barones críticos, aquellos que apuestan por la moderación, comentan en privado que ese “cierre de filas” está condicionado por la praxis política. Es decir, que, en palabras de un dirigente territorial del PP, “no era el día ni el momento de pasar cuentas por algunos excesos ni por algunos nombramientos que no son ni centrados ni moderados (en clara alusión a la portavocía del grupo Parlamentario Popular que ostenta Cayetana Álvarez de Toledo) pero las buenas intenciones que allí se formularon, habrá que verlas aplicadas en las políticas día a día”.

La cuestión es que esa moderación que algunos invocan va perdiendo representantes dentro de la actual estructura de poder del PP. La salida de la que fuera ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, y del también ex ministro de Justicia, Rafael Catalá, de la dirección del PP, no tienen un contrapeso en la entrada de nuevos miembros. Ambos han abandonado la dirección para dedicarse al mundo de la empresa privada, pero han salido de forma silenciosa y ordenada. No lo ha hecho tan sigilosamente , sin embargo, el ya ex portavoz del PP en el Parlamento Vasco, Borja Sémper, quien no oculta su malestar por la deriva que ha tomado su partido y no ha escatimado en “encontronazos” con Cayetana Álvarez De Toledo, en los últimos tiempos.

A estas alturas, es un secreto a voces que su jefe de filas en el País Vasco, Alfonso Alonso, es otro de los barones críticos, de los que esperan ver cumplida la palabra de Casado y su vocación de protagonizar una oposición centrada. Junto a él, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijoo, el andaluz, Juan Manuel Moreno, o el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, siguen abogando por una línea de oposición firme, pero sin entrar a competir por la derecha con VOX. Su temor es, precisamente, que el miedo a que VOX siga ganando terreno y amenace con un sorpasso pueda dejar al PP fuera de combate y, ya barriendo para casa, que les complique las cosas a ellos mismos en sus respectivos territorios.

Los críticos están convencidos de que sólo si se presentan y actúan como una alternativa de gobierno moderada, podrán volver al gobierno. Ahora solamente esperan que Casado sepa moverse con habilidad como líder de la oposición, no se deje arrastrar por propuestas populistas de VOX, ni escuche los cantos o, en ocasiones, berridos, de algunas sirenas que le rodean en la cúpula popular.