DISCURSO DE INVESTIDURA
Sánchez se erige líder ante una cámara en máxima tensión: “Devolvamos la fe en la política”
Ante un Parlamento muy tensionado que cuenta la participación del mayor numero de fuerzas políticas de la historia, el candidato de la investidura Pedro Sánchez se ha erigido como el líder natural de un momento político convulso. A primera hora de la mañana este sábado ha comenzado el debate de investidura empañado por la inhabilitación del president Quim Torra que hacía tambalearse la abstención de ERC que allanaba la investidura del socialista. Sánchez ha defendido a su partido como el vencedor de las elecciones y ha llamado a la oposición a dejar de lado el “sectarismo” porque la sociedad pide consensos amplios y anda cansada de la parálisis. “Devolvamos la fe en la política”, ha pedido.
Sánchez ha defendido el primer gobierno de coalición de la historia de España en sus primeros minutos de intervención, aunque ha tenido tiempo de reconocer que “el PSOE hubiera preferido un gobierno con socialistas e independientes”. Superados los rifirrafes con sus socios de Unidas Podemos, Sánchez ha subrayado que los votos de los españoles legitiman al PSOE en el gobierno al ser elegida “primera fuerza no una, sino cinco veces” en las últimas convocatorias electorales. También ha reconocido que los votantes han otorgado a las derechas “una representación significativa” y más peso a las fuerzas territoriales, lo que demuestra la necesidad de conseguir “acuerdos amplios” y superar “las tensiones territoriales y el conflicto con Catalunya”.
También ha habido críticas severas y llamadas al orden de la oposición, entre la indignación de los enemigos políticos de Sánchez. Las crisis que atraviesan España, según el presidente en funciones, no les permite “refugiarse en sus convicciones” y “esperar a que sean otros los que resuelvan la situación”, ha dicho con respecto a la tensión que aportan las derechas al conflicto catalán. “Tenemos la oportunidad de probar a los ciudadanos que somos capaces de articular mayorías parlamentarias, devolvamos la fe en la política”, ha llamado. Para ello, “les vamos a pedir que renuncien a su sectarismo”, ha rogado a la Cámara. También un mensaje velado para Vox: a la extrema derecha se le debe aplicar “cordón sanitario” para que no alcancen el poder, pero “a sus ideas, no a las personas”, ha aclarado con voluntad de reafirmar la capacidad de diálogo de su deseado gobierno.
Frente a una parálisis política que se alarga en el tiempo, unas necesidades sociales y económicas que se acrecientan y una Catalunya convulsionada, Sánchez ha ofrecido una coalición con Unidas Podemos regida por "la lealtad" entre ambas fuerzas y por los principios de “justicia social, la defensa de los servicios públicos, la libertad, el diálogo y la cohesión territorial”. Entre las medidas concretas destacan una inversión en educación que alcance el 5% del PIB anual, la derogación de la reforma laboral que realizó el PP en 2012 o la reedición del Pacto de Toledo para garantizar la viabilidad de las pensiones.
También ha defendido la necesidad de renovar "el marco competencial" ante "el desgaste del Estado autonómico" y una "España federal en una Europa federal y unida". Así también, entre abucheos por parte de la bancada de las derechas, ha defendido la mesa de diálogo con Catalunya tras defender solución políticas para un conflicto político.
"Hay que retomar la política y dejar atrás la judicialición del conflicto", ha dicho respecto a Catalunya. El portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha arrancado a aplaudir tras el anuncio de Sánchez de la apertura de una conversación Gobierno-Govern y ha instado al resto de su grupo a que secundara el aplauso, un gesto de apoyo que podría significar que el voto de abstención de Esquerra se mantiene, a pesar de que la reciente inhabilitación del president Torra por parte de la Junta Electoral ha sembrado las dudas sobre el comportamiento de los republicanos en la votación final que tendrá lugar, previsiblemente, este martes.
Las medidas estrella del nuevo gobierno
El presidente ha defendido también un paquete de medidas que ha dividido en 10 ejes. El primero sería un paquete de iniciativas destinadas a paliar la desigualdad y la justicia social. Entre ellas destaca la derogación de la reforma laboral de 2012 llevada a cabo durante la mayoría absoluta del PP (no la del PSOE posterior que también es objeto de crítica de algunos sindicatos) o el objetivo de que se alcance el salario mínimo de un 60% del salario medio en nuestro país al final de la legislatura.
El candidato de la investidura ha defendido también la justicia fiscal y el equilibrio presupuestario como uno de los ejes de su gobierno con una medida estrella: la 'ley de prevención y lucha contra el fraude fiscal' y la eliminación de las amnistías fiscales que, ha criticado, impulsó el anterior Gobierno. También ha hablado de impulso de la industria, las pymes y los autónomos, con la progresividad en su cuota, además de la lucha contra la deslocalización industrial.
En cuanto a la emergencia climática Sánchez ha prometido “el objetivo de generar la electricidad 100% renovable” en 2050 y ha prometido “una transición justa en la que nadie quede atrás” con “un plan para las comunidades afectadas por el cierre de las nucleares y la industria del carbón” para que se asegure el empleo. También hay lugar para la España vaciada en el programa de esta propuesta de gobierno de coalición para garantizar la cobertura a Internet y el emprendimiento en las zonas rurales, así como la atención sanitaria.
Ha hecho hincapié Sánchez en “el plan de igualdad” que contiene el acuerdo con Unidas Podemos entre las que destaca la lucha contra la violencia de género, la modificación del Código Penal contra las agresiones sexuales para adaptar la legislación española al Código de Estambul y que “solo sí es sí”. Aunque no se mencionaba en el escrito de ambas formaciones políticas, además de 'la ley contra la trata' a la abolición de la prostitución, una posición marcadamente socialista, pero no establecida en el seno de Unidas Podemos, donde existe diversidad de opiniones entre la abolición y la regulación.
En las medias que se refieren a la educación y la sanidad que ha esbozado el actual presidente en funciones, han destacado la inversión educativa de un 5% del PIB y un horizonte del 7% del PIB de inversión en sanidad para el año 2023, con el objetivo de “recuperar a la gran cantidad de profesional sanitario que hoy trabaja fuera por los recortes de la anterior administración”.
En cuanto a las medidas sociales, Sánchez ha defendido “un ingreso mínimo vital que rescate de la pobreza a los sectores más vulnerables”, aunque no ha concretado la cuantía, y el freno a la subida de los alquileres “poniendo techo en las zonas de mercados tensionados” e impidiendo la desamortización de la vivienda social para que se impida su explotación por fondos de inversión. También se ha acordado el presidente de las medidas en torno a la memoria histórica. Su gobierno, ha prometido, incluiría un reconocimiento de las víctimas del franquismo el 31 de octubre y la recuperación de los cadáveres que yacen en miles de cunetas.