España entra en 2020 con el “torso desnudo” y resfriada

Con "más debilidades" y con "mayor ausencia de ideas". Así han sido los discursos políticos en 2019, un año caracterizado por el ciclo electoral continuo, con hasta cinco convocatorias, con sus correspondientes campañas, mítines y encuestas. Aunque la palabra "relato" haya sido una de las más repetidas, la ausencia de actividad legislativa a nivel estatal ha hurtado a los españoles debates sobre retos trascendentales, como el de la seguridad. 2020 llega con un nuevo acuerdo de gobierno bajo el brazo.

"Alargar estas situaciones de falta de liderazgo, de timón y de referencias convierte la política en una especia de tierra de nadie, donde solo puede haber picos emocionales muy intensos, como los que provoca Catalunya", explica Enrique del Teso, doctor en Filosofía y Letras y profesor titular de Lingüistica en la Universidad de Oviedo y autor del libro Más que palabras (Trea, 2019), donde analiza brevemente "la izquierda, los discursos y los relatos".

Aunque parezca una paradoja, a pesar de que este año se han multiplicado las entrevistas de políticos en medios, los mítines y los discursos, el experto estima que han faltado ideas de calado más allá de la coyuntura puntual. 2019 se ha convertido en un año cumbre de un ciclo de inestabilidad. Y eso tiene consecuencias trascendentales. "La falta de debate y discurso es el equivalente a estar con el torso desnudo en un día muy frío. Estás exponiéndote a un catarro. Los gérmenes siempre están ahí y cuando debilitas tus defensas, entran", explica el experto.

Esos patógenos, a ojos del experto, para la democracia consiguieron el pasado noviembre 52 escaños. En abril, Vox se había quedado en solo 24 actas, pero su crecimiento ha sido exponencial en solo unos meses: "La ultraderecha siempre está ahí pululando, de una manera y de otra. En cuanto debilitas las defensas, entra", puntualiza para avisar de que los de Abascal intentarán crear los "picos emocionales" antes mencionados con el tema migratorio. Al gobierno de coalición de PSOE y Unidas Podemos le espera una oposición dura.

Los relatos que han funcionado... y los que no

En su libro, el experto advierte sobre el poder del relato y define la manida palabra de la siguiente manera: "Tiene más fuerza que los hechos reales en la percepción de lo que es verdad. Un relato consiste en tomar hechos y darles coherencia y forma de historia, es decir, de secuencia, con causas y efectos claros que se entienden sin esfuerzos y que se acoplan bien a los estados emocionales relevantes del público". Es decir, que si la exposición de hechos (verdaderos o no) parece tener sentido y se ajusta a nuestro estado emocional, la digerimos. Esto hace que haya relatos verdaderamente exitosos, como el del independentismo, a juicio del profesor: "Hay expresiones que han sido muy repetidas, como que la gente está por encima de la ley. Son realmente reaccionarias, pero meten el concepto 'gente' y encaja con el estado emocional de los ciudadanos".

En el marco del nacionalismo español, donde se enmarcan PP, Ciudadanos y Vox, también hay un claro ganador: "La derecha lleva tiempo intentando hacer un discurso ultranacionalista que no le funciona porque le absorbe Vox. Ciudadanos casi desaparece, pero queda el discurso". Cuando los debates son poco sólidos, ante las situaciones de crisis, los ciudadanos optan por "el consumo inmediato", un plato rápido que puede ofrecerles formaciones como la que capitanea Santiago Abascal.

Aunque las izquierdas hayan protagonizado decenas de titulares con "la guerra de los relatos", en realidad, 2019 ha sido un año marcado por los bandazos e incoherencias en muchos campos. Mientras en 2018, Pedro Sánchez veía en la deriva independentista un delito de rebelión, hoy negocia su gobierno con una de las formaciones que protagonizaron esos episodios: ERC.

La actitud zigzagueante del todavía presidente en funciones no es una novedad. También dijo el pasado septiembre en La Sexta que no "dormiría por las noches" con ministros de Podemos en áreas claves del Gobierno. Esta semana ha presentado un acuerdo de gobierno junto al líder morado, Pablo Iglesias.

Tras un año marcado por campañas electorales, palabras inflamadas y bandazos, el experto recomienda a los políticos que aprovechen 2020 para recuperar "crédito moral", basado en la coherencia: "Los líderes no deben preocuparse tanto por las encuestas. Si lo que estás viendo no te gusta, hay que decirlo, te caerá un chaparrón, pero a la semana siguiente tendrás más credibilidad", explica Enrique del Teso. El futuro gobierno de coalición puede cerrar un ciclo de cambios, elecciones y obsesión por los sondeos.

En cualquier caso, en su libro Del Teso expone que el problema de coherencia de la izquierda española va mucho más allá de los discursos. Hay cosas que ningún gurú puede arreglar: "Cuando llegan al poder tienen que hacer políticas de derechas para ejercer el poder porque se ha impuesto el discurso liberal".

Términos en disputa

El libro de Del Teso se focaliza en los discursos de la izquierda y algunas de las palabras y estrategias que pueden hacer que sus líderes enfanguen. La principal barrera es el establecimiento del marco neoliberal, por tanto, los partidos "deben articular sus discursos en el ámbito de poder en el que son posibles" y "ser claros en la líneas ideológicas".Ahí van algunos temas del año y la receta del experto para rebatir los argumentos de los contrarios.

La negociación con los independentistas. Es uno de los temas que más tensión generan tanto dentro como fuera del PSOE. El experto recomienda una frase que se podría incluir, incluso, dentro del discurso de un debate parlamentario como réplica al líder de la oposición, Pablo Casado: "Nadie ha negociado medidas independentistas con independentistas, pero vosotros sí negociais medidas fascistas con fascistas".

Las migraciones. Es uno de los temas que Vox quiere introducir en la agenda política española en un país que es tradicionalmente solidario. Del Teso recomienda volver a los clásicos, al "esquema de ricos y pobres", recordando que los discursos xenófobos los defienden los mismos que facilitan que las empresas tributen en el extranjero o que los ricos paguen menos impuestos.

Los impuestos. Son una de las grandes batallas dialécticas. Contra la creencia de que subir los impuestos provoca que los ricos y las empresas se lleven su fortuna a otros países, "hay que llevar el debate a la Unión Europea. Tienen que estar prohibidas todas las prácticas fiscales incompatibles con que la gente tenga enseñanza gratuita de calidad o sanidad. Aunque fracases arriba, se ve más realista en tu país. Los discursos que ahora tienen éxito son internacionales, como el feminismo, la ecología, la lucha contra la extrema derecha o el neoliberalismo".

El impuesto de sucesiones. Es, concretamente, uno de los impuestos que más discusiones ha desatado este año. El argumento en este caso es simple para Del Teso: "Si los que trabajan para ganar dinero tienen que pagar algo, los que perciben una fortuna sin trabajar, tendrán que pagar algo también".

La libertad. Si hay una palabra que los partidos de derechas utiliza a la hora de liberalizar sectores económicos, hacer reformas educativas o hablar de impuestos es "libertad". "Hay que deconstruirla", recomienda el profesor. "Hay que decirlo claro. Lo que llamáis libertad es la jungla, la desregulación, ¿por qué querría una banda que no hubiera policía?", ejemplifica para combatir a los defensores del empequeñecimiento del Estado. Es un discurso que funciona para ampliar la financiación de la escuela concertada: "¿Para qué quieren financiar que la Iglesia controle los centros públicos? Porque la Iglesia educa de una determinada manera".