INVESTIDURA
ERC ralentiza su posible apoyo a Sánchez con un ojo en Puigdemont y otro en sus bases
- PSOE y ERC dan por hecho que hasta el 21 de diciembre no puede haber decisión sobre la investidura
La voluntad existe: tanto PSOE como ERC quieren un acuerdo que convierta en presidente a Pedro Sánchez. Y de ello seguirán hablando hoy martes, en su reunión, con cita en Barcelona. Pero fuentes de ambos partidos, consultadas por cuartopoder.es, advierten que no se puede esperar ningún pacto definitivo en el día de hoy, porque los independentistas están pendientes de la resolución de otros asuntos y no darán ningún paso concluyente antes de saber cómo se resuelve la situación jurídica de su líder, Oriol Junqueras, que afecta, de rebote, a la del propio ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, quien sigue jugando al escondite con la justicia española.
Según han advertido los asesores jurídicos de la formación independentista, cuando el próximo 19 de diciembre el Tribunal de Justicia de la Unión Europea decida sobre la inmunidad o no de Junqueras, estará marcando también la pauta a seguir en el caso de Carles Puigdemont. De este modo, si el Tribunal Europeo sigue el criterio establecido por el abogado general de la UE, que entiende - y así se ha pronunciado- que Junqueras es miembro del Parlamento desde su proclamación, la aplicación de este mismo criterio en el caso del ex presidente de la Generalitat, podría tener consecuencias que, sin duda, agitarían el panorama político catalán y, por ende, el de la política española.
Si Puigdemont hubiera de considerarse miembro de la Eurocámara desde su proclamación y no en función de la recogida de su acta y formalización posterior (que no ha llegado a producirse), el expresidente gozaría de inmunidad parlamentaria, en tanto que eurodiputado y, para ser procesado, requeriría de la votación y autorización de un suplicatorio del propio Parlamento Europeo. Como, además, se da la circunstancia de que Puigdemont no ha sido condenado (a diferencia de Junqueras) éste podría moverse con libertad gracias a su inmunidad parlamentaria. En este punto, hay juristas que entienden que podría entrar en España sin poder ser detenido y otros, incluso, creen que podría presentarse a las próximas elecciones autonómicas catalanas.
Conviene recordar - y esto la dirección de ERC lo tiene muy presente- que la decisión de convocar o no elecciones en Cataluña es una prerrogativa del presidente de la Generalitat, Quim Torra, y que éste “apretará el botón rojo de las elecciones - según asegura un miembro de ERC- cuando más le convenga no a JxCat, sino cuando lo lo decida Puigdemont”. Por todo ello y por el impacto final que pueda tener la decisión del Tribunal Europeo, ERC no quiere tomar ninguna decisión hasta no tener claro este asunto y cómo puede afectarles políticamente. Hay que tener en cuenta, asimismo, que ERC ambiciona (y las encuestas les dan no pocos motivos para ser optimistas) ser la fuerza más votada en Cataluña y conseguir alzarse con la presidencia de la Generalitat de Cataluña. Una sacudida de este tipo y la eventual reaparición en primer plano de Puigdemont podría tener mucha repercusión y quién sabe si truncar los planes de la formación que lidera Junqueras.
Por otra parte, los independentistas de Oriol Junqueras celebran su congreso el 21 de diciembre, dos días después de que se dé a conocer la decisión del Tribunal Europeo, y sus dirigentes prefieren tener todos los elementos sobre la mesa antes de someterse a votaciones asamblearias que han dado muchas sorpresas a diferentes cúpulas de ERC en el pasado. Hasta el momento, las bases de ERC han respaldado mayoritariamente las decisiones tomadas por su dirección, en materia de acuerdos o apoyos a la investidura de Pedro Sánchez, pero en la actual cúpula prefieren ser prudentes y evitar sorpresas, como el desenlace de la situación jurídica de Puigdemont, así como tener que someter, en ese contexto, cualquier acuerdo alcanzado con los socialistas.
Todos estos motivos político-judiciales ralentizan necesariamente el ritmo de la negociación que hoy se retomará en Barcelona. Por mucho que pueda incomodar a Sánchez y a la cúpula socialista, los de Junqueras tienen claro que se juegan mucho en los pasos que van a dar y en cómo van a poder explicarlos y refrendarlos ante sus bases. Por ello, en ERC han decidido que “con las cosas de comer no se juega” y desde el PSOE no tienen más remedio que aceptarlo.