Ciudadanos quiere resituarse ideológicamente con Inés Arrimadas

Con cuatro meses por delante para celebrar su Congreso extraordinario, en la cúpula dirigente de Ciudadanos tienen pocas certidumbres sobre el camino a seguir a partir de ahora. Una de ellas es el liderazgo. Hay un elevado grado de consenso en que debe ser la actual portavoz, Inés Arrimadas, quien ocupe el enorme vacío que deja tras de sí Albert Rivera, entregado ya a su nueva vida, presto a volver al sector privado. Pero, a partir de ahí, no está nada claro el camino a seguir. ¿Debe tratar de recuperar el centro la formación naranja? ¿Cómo se recupera el centro siendo una fuerza parlamentaria prácticamente irrelevante?¿Fue un error tratar de disputar la hegemonía de la derecha al PP de Pablo Casado? ¿Hay que tratar de poner en valor sus 10 escaños y de qué manera en la investidura de Pedro Sánchez?

A la última pregunta se apresuró a responder la propia Inés Arrimadas con un “no” a la investidura de Sánchez, poco después de cerradas las urnas y conocido el resultado, aunque otros de sus compañeros de partido no lo ven tan claro. “Se trata – asegura un dirigente de la formación naranja- de no caer en la irrelevancia y hacer valer nuestros votos nos daría más visibilidad ”.

La cuestión es que los votos naranjas tendrían que sumarse a los de Unidas Podemos y a los del PNV, llegado el caso, para formar una mayoría de gobierno. No solo se trata de  formaciones con las que hay una escasa compatibilidad, sino que C´s quedaría diluido dentro de ese acuerdo múltiple, al que la derecha se empeña en llamar “gobierno Frankenstein”, mientras despacha con normalidad los gobiernos autonómicos que han salido adelante con  PP y C´s  al frente y el apoyo de esa “criatura” que es la ultraderecha de VOX.

En la cúpula (o lo que queda de ella) de C´s aseguran que, junto con los 10 escaños que han mantenido en el Congreso de los Diputados, pese a la debacle, la formación naranja tiene que hacerse visible y atractiva en aquellos gobiernos de los que forma parte.

Pero, una vez más, hay debate – y está abierto- en el seno de C´s sobre si deben mantenerse como socios leales del PP (que parece ser la tesis mayoritaria dentro de C´s en Madrid) o romper con su socio y ponerlo en manos del PSOE, una tesis que va ganando adeptos tanto en Castilla y León como en Murcia, según aseguran fuentes de la formación naranja a cuartopoder.

Todos estos debates van de boca en boca entre los dirigentes de C´s, mientras el secretario general, José Manuel Villegas, trata de sujetar las riendas de un partido noqueado tras las elecciones del 10-N y que es víctima del hiperliderazgo  que se impuso con Rivera. Hasta ahora, la cúpula acataba lo que decidiera Rivera, pero ahora son todos esos dirigentes que dijeron “amén” a la estrategia de Rivera y que ahora, en buena medida, critican, quienes tienen que defender su propia apuesta.

La mayoría de los consultados por este diario no tiene claro si fiar su resurrección a la acción política en las autonomías donde son gobierno, o al Grupo Parlamentario y a su futura lideresa, Inés Arrimadas. Son varios los que apuestan por salir del bloque de centro derecha y regresar al punto de partida de C´s, cuando se definía como un partido integrado en el socialismo liberal, ideología que abandonó para convertirse en un partido liberal, que, en el momento crucial, se negó a actuar como lo hacen la mayoría de los partidos liberales europeos: siendo bisagras en diversos gobiernos. La pregunta que se hacen todos es si tendrán una segunda oportunidad a partir de ahora o si están condenados a desaparecer, pase lo que pase y decida lo que decida su Congreso Extraordinario.