PP no ve en riesgo los acuerdos con Cs y Vox y apuesta por no concretar puestos

Al partido que lidera Pablo Casado no le asusta el plante de Vox, porque en su cúpula creen  que van a poder reconducir esa “pataleta” en una serie de acuerdos programáticos que se irán elaborando a lo largo de esta semana y que culminarán con la firma de los mismos y el acceso al poder de los populares. “Ese es el escenario lógico e ideal- asegura un miembro de la dirección popular- pero si llegamos a la peor opción, que sería la repetición de elecciones, Vox sabe que tendría mucho que perder, porque buena parte de sus votantes volverían al PP, por una cuestión de voto útil, incluso podrían ser irrelevantes en el futuro… y el PP más fuerte, tanto que podría no necesitar a Vox, tras unas nuevas elecciones”.

Esa supuesta posición de debilidad de los correligionarios de Santiago Abascal, cuya única opción de pacto es el PP,  es lo que da una cierta tranquilidad a los de Pablo Casado, para afrontar la presente semana con aparente sosiego y la convicción de que no hay nada que un buen acuerdo programático (en el que no volverían a firmar documentos comprometiéndose a ofrecer puestos ejecutivos a Vox) permitirá reconducir la situación y encarar ya todos los acuerdos pendientes.

Se trata de suscribir textos con compromisos de acciones de gobierno, con algunas “concesiones semánticas”, según palabras de un dirigente popular que permitieran a Vox sentirse cómodo, pero al resto de firmantes, también. Asegura este mismo dirigente que no contemplan retrocesos en políticas ni derechos sociales, mientras sostiene que “es mentira que en Andalucía se esté retrocediendo en posiciones de violencia de género, ni en otras cuestiones… eso forma parte de la propaganda de la izquierda”.

Mientras en privado suspiran su añoranza por el bipartidismo, los dirigentes populares consultados por cuartopoder.es lamentan la “escasa formación y cultura política” de sus socios para los cuatro próximos años. Lamentan tener que estar en manos de de los de Albert Rivera, formación a la que tachan de incoherente e inmadura, por querer estar en los gobiernos con los votos de la extrema derecha, al tiempo que expresan públicamente su rechazo a Vox.

En cuanto a Vox, desde el PP atribuyen su “salida de pata de banco”, y la paralización de sus conversaciones, además de su ruptura con el PP en el Ayuntamiento de Madrid a su falta de experiencia y su “necesidad” de estar permanentemente “dando espectáculo” en los medios de comunicación. Con todo, no creen que la sangre vaya a llegar al río, porque el más perjudicado de todos podría ser Vox. De hecho, entre los escenarios que contemplan, la repetición de elecciones en Madrid, por ejemplo,  no es la que consideran más probable, pero, de producirse, descartan absolutamente una gran movilización de la izquierda, que aupara – esta vez sí- al socialista Ángel Gabilondo hasta la presidencia de la Comunidad, pero sí apuestan por una merma tanto de Vox como de Ciudadanos, que revertiría en unos mejores resultados para el PP.

En resumen, que de llegar a una repetición electoral en los territorios en conflicto, el PSOE no lograría el poder, pero el PP mejoraría sus posiciones y, muy probablemente, se zafaría de las exigencias de un Vox presumiblemente irrelevante.