Del dirigente caído a un liderazgo fuerte en menos de tres años: el récord de Sánchez
El pasado 26 de mayo, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, consiguió mucho más que la victoria en las elecciones europeas, diez de 12 comunidades autónomas y en muchos ayuntamientos. El pasado domingo las urnas pusieron el broche a un ciclo político en el que el PSOE ha hecho una travesía en el desierto hasta llegar a su oasis electoral, que muchos creían espejismo hasta hace unos meses. Si hay una conclusión secundaria que pueda sacarse de los últimos comicios es que Pedro Sánchez ha construido un liderazgo fuerte dentro de su partido, de su espectro político, en los territorios y en la Unión Europea.
“Lo que ha conseguido Sánchez en los últimos años es espectacular”, se escuchaba este lunes en el plató del programa Al rojo vivo de La Sexta. La alabanza no venía por parte de un compañero de partido, sino de un antaño rival, Pablo Iglesias, el líder que en 2015 le quitaba el sueño a Sánchez y con el que hoy negocia el gobierno central. Esta semana, el PSOE centra su atención en pedir a Ciudadanos que no negocie con Vox para abrir sus posibilidades de pacto.
El liderazgo del centro izquierda
La recuperación del PSOE afecta, como vasos comunicantes, a Podemos, que ha visto mermada su influencia en las últimas citas con las urnas. Ya no serán definitivos en Castilla-La Mancha, ni Extremadura, ni permitirán salvar el gobierno de Aragón, aunque sus escaños seguirán siendo muy útiles para el bloque progresista en zonas como Baleares. Aún así, irá a la negociación con el presidente del Gobierno con menos ‘cromos’ para intercambiar frente a un partido socialista crecido.
Las elecciones del 26 de mayo refuerza de manera definitiva la conclusión que el propio equipo de Sánchez espolvoreó después de que el presidente del Gobierno ganara las primarias del partido en mayo de 2017: el PSOE ha recuperado la hegemonía de la izquierda frente a un Podemos en caída. Pero no solo, el giro derechista de Ciudadanos también ha permitido a Sánchez recuperar espacio por el centro y liderar el espacio progresista moderado.
En cualquier caso, José Luis Ábalos seguía situando este lunes a Unidas Podemos como socio preferente, mientras llama a Ciudadanos a no pactar con la ultraderecha.
El liderazgo de la socialdemocracia europea
“El PSOE es el partido socialdemócrata más fuerte a nivel internacional”, explicaba el secretario de Organización, en Ferraz. El hecho de que 20 de los 54 eurodiputados españoles sean socialistas es un motivo de orgullo en la sede del PSOE, no solo por los buenos resultados cualitativos, sino también por la repercusión en términos cualitativos.
El PSOE pasa a ser el partido con más peso dentro del grupo de los Socialistas y Demócratas (S&D), por delante de los italianos (18 actas), alemanes (16) y británicos (11). Por tanto, podrá negociar los cargos en la Unión Europea con más comodidad. Este mismo lunes, el presidente del Gobierno ha cenado con el presidente francés, Emmanuel Macron, y en la tarde de este martes se encontrará con la canciller Angela Merkel en Bruselas. Después acudirá a la sede del Partido de los Socialistas Europeos a encontrarse con sus homólogos socialdemócratas y después se reunirá en el edificio Europa para tener una cena informal con el resto de líderes europeos.
Desde hace meses, en Europa miraban al gobierno progresista español y a su consejo de ministras con más mujeres que hombres. Su líder, Pedro Sánchez, había aguantado mejor que el resto de sus homólogos la entrada de los populistas en la anterior legislatura y, ahora, en 2019, se arrogan también ser el dique de contención de la ultraderecha, en una Europa donde el italiano Salvini o la francesa Le pen ganan elecciones: “La formación Vox ha perdido la mitad de los votos de abril”, repasaba Ábalos en Ferraz.
El poder territorial
La consecuencia más inmediata del pasado 26 de mayo es una ampliación del poder territorial del PSOE. Ha ganado en 10 de las 12 comunidades autónomas en las que se celebraban elecciones, llegando incluso a firmar dos mayorías absolutas en Extremadura y Castilla-La Mancha. Durante las primeras horas poselectorales, el PSOE basa su estrategia en hacer valer su condición de primera fuerza política y presionar a Ciudadanos para que no pacte con la ultraderecha y, por tanto, no se configuren gobiernos alternativos.
Además, el PSOE también ha ganado las elecciones locales, cosechando 6.657.119 votos (29,26%) frente a los 5.058.542 (22,23) que ha recibido el PP. En Ferraz, ya ha creado una comisión de seguimiento y evaluación de propuestas de acuerdo.
El liderazgo orgánico
La victoria de Sánchez en las primarias del PSOE supuso un golpe sobre la mesa del partido. El importante triunfo sobre Susana Díaz, convertida en hija predilecta del aparato, sirvió para que dejase de ser cuestionado por los barones de forma explícita y pública por los barones. Casi siempre. El 39º Congreso Federal cambió las reglas internas y repartió el poder entre la secretaría general y las bases, restando fuerza a órganos intermedios como el Comité Federal, que unos meses antes había precipitado la caída de Sánchez. El partido lo cambió para que la militancia, en este caso, tuviera la última palabra.
El núcleo de resistencia ‘susanista’ en Madrid estaba encallado en el grupo socialista en el Congreso, contrario a Sánchez. Su llegada a Moncloa tras la moción de censura hizo que el poder uniera más al partido, pero la convocatoria de las elecciones y la configuración de listas fue definitiva para que la nueva dirección completase su transformación 'sanchista', recolocando los puestos cuando fue necesario. Hoy el nuevo y amplio grupo socialista está bajo el mando de Sánchez, tanto en el Congreso como en el Senado. Eso no le eximirá de tener que negociar y acordar con formaciones políticas muy diferentes para sacar adelante sus propuestas.
El 26 de mayo era una fecha importante también en clave interna. Después de que Susana Díaz perdiera el ejecutivo andaluz el pasado diciembre, su continuidad quedó más cuestionada que nunca. Había que esperar a las urnas locales para mover ficha y así ha sido. Apenas unas horas después de conocer los resultados, este lunes por la mañana Pedro Sánchez y Susana Díaz se han reunido en Madrid para pensar en cómo relanzar el partido andaluz para que sea alternativa de gobierno, un encuentro que Ábalos ha enmarcado en la “normalidad”. En cualquier caso, el secretario de Organización afirma que "no hay ningún calendario de renovación”, ni hay congreso extraordinario.
Este domingo, el PSOE ha ganado ampliamente en Sevilla y en Huelva, pero el PP podría quedarse con Córdoba y Granada. Tampoco han sumado en Málaga. José María González 'Kichi' ha sido de los pocos alcaldes del cambio que ha conservado su consistorio, en este caso, el de Cádiz.
Otro de los barones críticos también está en riesgo de perder el gobierno. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ganó las elecciones, pero depende de Ciudadanos para mantener el Ejecutivo.
En un escenario de fragmentación, el PSOE se convierte en el partido más poderoso de España, con un PP que menguó el 28 de abril y ha aguantado mejor el 26 de mayo. Pedro Sánchez piensa ejercer la fortaleza de su liderazgo.
Cuando Pedro Sanchez recuperó su puesto, demostró haber aprendido la lección,
se sometió a los arribaespañistas de su partido, los Rubalcabas, González,
Bono, etc. y se opuso y se opone siempre con uñas y dientes a todo diálogo
con los independentistas. No quiere ni sus votos, aunque sean sin condiciones.
No está dispuesto a hablar con ellos en absoluto. Lo ha dicho, redicho y
requetedicho porque piensa que eso le dará votos en España. ¿Por qué, pues,
mintió como un bellaco en Alemania, aparte de porque es un oportunista y un embustero? Porque comparte el orden de prioridades de los otros políticos del cuadrilátero hispánico de la desvergüenza política, Casado, Rivera e Iglesias. Primero es España, la nación española de la derecha nacional-católica que
todos comparten; luego sus opciones políticas particulares. Y hay más en el programa de propaganda y mentiras que lleva este hombre por Europa. También afirma con idéntico descaro que «España, es una ‘democracia sólida’, donde impera el Estado de derecho y se respeta la pluralidad». La doctrina oficial de los intelectuales españoles y su panfleto de cabecera, El País: España, la democracia homologable en Europa y bla, bla, bla. Todo mentira….. A la m. con la Injusticia española prevaricadora, títere de fascistas y corruptos, vergüenza de Europa. Si me pegan, me divorcio. Som República !!*!!