Idoia Mendia (PSE-EE): “Sánchez tiene una clara voluntad de culminar los acuerdos con el PNV”

Mientras en la escena nacional se inflaman las palabras con respecto a Catalunya, se levantan las alfombras de las universidades y la oposición y el Gobierno se enzarza por los titulares del día, Euskadi parece ser también un oasis en el debate político. Las bases del nuevo Estatuto, los presupuestos o la relación con Madrid son algunos de los temas clave que saltan a los periódicos generalistas.

Idoia Mendia (Bilbao, 1965), secretaria general del Partido Socialista de Euskadi-Euskadiko Ezkerra (PSE-EE), trabaja para darle a ese marco de convivencia un barniz más social que identitario. Por fin, en una entrevista a una dirigente vasca, ETA no ocupa una parte sustancial de las preguntas: “Es un alivio que no tengamos que hablar de terrorismo y de falta de libertades. Euskadi ha cambiado mucho desde 2011”, explica, para a continuación resaltar un detalle que en cualquier otra latitud sería banal: “Ahora tenemos una vida normal”.

La que fuera portavoz del Gobierno vasco bajo la batuta del exlehendakari Patxi López (2009-2012) hace un parón para atender a Cuartopoder.es. Charlamos sobre Catalunya, el proyecto del nuevo Estatuto de Euskadi o sobre cómo la Renta de Garantía de Ingresos ha ayudado a sortear mejor la crisis a los vascos.

— Tengo que preguntarle por los últimos acontecimientos en Catalunya, ¿cómo lo valoran?

— Negativamente. Por parte del Gobierno de España se está haciendo un esfuerzo por establecer un diálogo constructivo en Catalunya y, lamentablemente, el president Torra nos sorprendió a todos hace dos días. Yo reiteraría una llamada al diálogo constructivo entre las dos instituciones, Gobierno y Generalitat. Nosotros siempre hemos dicho que tiene que haber una solución política, pero dentro de los cauces del marco de convivencia, que son la Constitución y el autogobierno catalán. Hay margen para plantear acuerdos que beneficien a los ciudadanos. En Catalunya se requiere sosiego, tranquilidad y preocupación por el día a día.

— En sus discursos habla mucho de estabilidad, ¿teme que con el acercamiento entre Bildu y PNV para pactar las bases del nuevo Estatuto esté en peligro esa estabilidad en Euskadi?

— Nosotros hemos hecho una apuesta muy decidida por dar estabilidad a las instituciones porque nos estamos jugando la modernización del país. Hablo de Euskadi, pero podría hablar de España o de Europa. Son años clave. Estamos asistiendo a una nueva revolución industrial y tecnológica que nos va a afectar radicalmente. Hay que pensar cómo nos adaptamos a esta nueva economía y hay que centrarse en fijar los derechos de los trabajadores, dar oportunidades a los jóvenes, afrontar el reto del envejecimiento... Para eso hay que tener las instituciones estabilizadas y centradas en la agenda ciudadana. Es cierto que en Parlamento vasco existe una mayoría nacionalista compuesta por Bildu y PNV y ellos pueden decidir ponerse de acuerdo en tratar de sacar adelante el proyecto del estatuto, pero tienen que ser conscientes de que ese proyecto, si no tiene cambios a lo largo de la tramitación, no representará la pluralidad de Euskadi y está abocado al fracaso en el Congreso de los Diputados. Yo no quiero que mi partido participe en ninguna propuesta que genere frustración a la ciudadanía. No podemos decirles que vamos a sacar adelante un estatuto en estas condiciones cuando sabemos que no tienen ningún recorrido. El acuerdo transversal es posible y hay que trabajarlo y seguiremos proponiendo vías que promuevan la convivencia entre vascos.

— ¿Los socialistas vascos temen que el PNV pueda repetir los errores de Ibarretxe?

— De entrada no creo que vayan a repetir los errores del pasado.

— Por lo que usted dice, el acuerdo sobre el Estatuto es posible, ¿pero hay líneas rojas para el PSOE vasco?

"A mí no me gusta hablar de líneas rojas"

— A mí no me gusta hablar de líneas rojas ni usar estas palabras tan grandes que se suelen utilizar tanto en política. Yo prefiero hablar de para qué sirve la reforma del autogobierno y qué queremos. Los socialistas siempre hemos defendido que es mejor reformar la Constitución española y luego abordar la reforma del Estatuto, pero no tenemos mayoría en el Parlamento y los grupos han decidido entrar en la reforma estatutaria, así que nosotros hemos hecho nuestras propuestas. Son propuestas encaminadas a garantizar derechos sociales, blindar las competencias y mejorar el funcionamiento de nuestras instituciones para que sean más modernas y más eficaces.

— ¿Usted considera un error político aprobar un Estatuto con la propuesta solo pactada por Bildu y PNV?

— No le voy a decir a los otros grupos lo que tienen que hacer. Nosotros hablamos desde la humildad de nuestros nueve escaños y desde la responsabilidad histórica del PSOE, que lleva 140 años en política. Somos el partido más antiguo de Euskadi. A los ciudadanos que confiaron en nosotros les anunciamos que sus votos iban a ir para mejorar su día a día, no para traer enfrentamiento a la ciudadanía vasca y frustraciones que puedan terminar en futuros enfrentamientos como hemos visto en Catalunya. Los vascos estamos escarmentados doblemente por nuestro pasado. Éramos una sociedad atormentada por un terrorismo que asesinada al que pensaba diferente y quería imponer una única visión del país, atentando contra la pluralidad vasca, que nosotros hemos defendido incluso con la vida de algunos compañeros. Al mismo tiempo, estamos viendo lo que ha ocurrido en Catalunya, unos líderes políticos prometiendo una república idílica que iba a solucionar todos los problemas. Asistimos, lamentablemente, el lunes a un intento de asalto del Parlament de Catalunya. Es una situación en la que los socialistas vascos no queremos poner a Euskadi. Trabajaremos para que nos podamos entender y avanzar en el autogobierno.

— En resumen, Catalunya es el espejo en el que Euskadi no quiere mirarse. 

— Desde luego, los socialistas vascos no quisiéramos para Euskadi lo que sucede en Catalunya. Hemos sufrido mucho y creo que nos merecemos un futuro más prometedor.

— ¿Le sorprendió lo que dijo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, de que se le acababa "la paciencia" con Pedro Sánchez?

— Me sorprendió porque con Rajoy han tenido una paciencia durante siete años que parecía casi infinita. Creo que con Pedro Sánchez podrían tener un poquito más de paciencia porque apenas lleva 100 días y creo que tiene una clara voluntad por culminar los acuerdos que tiene alcanzados con el PNV y un buen diálogo institucional con el lehendakari Urkullu. Creo que hay cuestiones encima de la mesa que con voluntad por ambas partes se van a poder desatascar y salir adelante.

— Urkullu llevó 37 peticiones a Moncloa que, en principio, creo que el PSE comparte, ¿cuántas ve factible cumplir durante esta legislatura?

— Pues depende de cuanto dure la legislatura. El informe de 37 servicios pendientes es una especie de culminación del Estatuto de Autonomía Vasco, del que quedan algunas cuestiones por transferir. Se está trabajando ya en algunas transferencias y se irán viendo los frutos en las próximas semanas. Creo que sería importante que se fuera reduciendo ese listado de 37 materias porque significaría que el Estatuto de Guernica es la vía para profundizar el pacto entre diferentes y que el acuerdo institucional es la vía para avanzar en el autogobierno. Sería un buen mensaje para Catalunya.

— ¿Qué materias veremos antes transferidas?

— Las cuestiones que tienen una sentencia favorable del Tribunal Constitucional como algunas vías de ferrocarril y algunos tramos de autopista que están en territorio vasco. Son cuestiones que se están trabajando entre ambos gobiernos y esperamos que en las próximas semanas den frutos.

— Una de las reivindicaciones más duras es la de transferir la Seguridad Social, que ustedes también apoyaban. Carmen Calvo dijo hace unos días en una entrevista que no se transferirían, ¿cómo lo valora usted?

— Puedo entender a la vicepresidenta del Gobierno porque creo que hay muchas cuestiones sobre la mesa del Ejecutivo de España. Esta es una más. Lo cierto es que la prioridad para todos debe ser estabilizar el sistema público de pensiones y eso pasa por garantizar la revalorización y pensar cómo la financiamos. Estamos en contacto con plataformas de pensionistas. Está claro que el reto demográfico está ahí y el resto de temas irán viniendo.

— Entiendo entonces que por mucho que el Gobierno haya cerrado la puerta a la transferencia de la Seguridad Social, ustedes se mantienen  en que esa competencia se tiene que transmitir porque está en el Estatuto...

— Los socialistas vascos defendemos el cumplimiento del Estatuto de Guernica. Es un mensaje importante que la vía estatutaria, establecida por la Constitución del 78, sea la vía adecuada para encauzar las aspiraciones de los nacionalistas y la convivencia de todos, sería importante que se pudiera avanzar. Sobre todo, teniendo en cuenta la inestabilidad que estamos viviendo en Catalunya donde ha estallado todo, desde el sistema de partidos hasta el independentismo por dentro. Hay que señalar un camino alternativo a todo eso.

— Entonces, ¿la verdadera vacuna contra el independentismo es cumplir con el Estatuto?

— Es demostrar que la pluralidad de España se respeta y que se convive pacíficamente. Al final en un estado moderno siempre hay conflictos políticos y tiras y aflojas. Miras a Alemania y también pasa, pero hay que vivirlos desde un respeto y un reconocimiento a las singularidades. Eso hace falta y sería necesario. Creo que por eso es positivo que gobierne el PSOE en España. Se suele decir que es el partido que más se parece a España y el que mejor la comprende porque ha gobernado tanto en el gobierno central como en los anteriores. Tenemos una visión completa de España, de sus necesidades y dificultades y creo que lo podemos gestionar mejor.

— ¿Tiene sentido hablar en este contexto de "nacionalidad" y "ciudadanía"?

— No, en absoluto. No lo entendemos, es una propuesta de los nacionalistas vascos. En las bases de la reforma estatutaria diferencian a los vascos entre ciudadanos y nacionales. Ellos solo han asomado la patita. Han dicho que lo desarrollarán por ley, pero si haces una distinción será porque quieres dotar de diferente contenido al ciudadano y al nacional. Nosotros no entendemos esas decisiones. Creemos que todos los ciudadanos tienen que ser iguales ante la ley, con los mismos derechos y obligaciones. 

— Le haré una pregunta básica y que seguro que ha tenido que responder muchas veces, ¿el PSE reconoce que Euskadi es una nación?

— La Constitución española reconoce que España está compuesta de nacionalidades y regiones. En derecho constitucional nacionalidad y nación viene a ser lo mismo. Otra cosa es cómo entendemos la nación los no nacionalistas y los nacionalistas. Sobre este término ha escrito mucho el Consejo de Europa y creo que tiene que ser un concepto más cultural, de lengua, costumbres... Para nosotros el debate más importante es el del blindaje de derechos.

— Hace unos días vimos que el Tribunal Constitucional daba luz verde a La Ley de Vivienda Vasca que permite las expropiaciones en caso de emergencia social, ¿por qué es tan importe?

— Hicimos esta ley y la llevamos al parlamento desde la oposición en la legislatura pasada y fuimos capaces de acordarla con otros grupos contra el criterio del PNV, en el Gobierno, y del PP que la recurrió. Lo hicimos porque creemos que el derecho a la vivienda es un derecho básico que hay que garantizar. Se habían hecho bastantes políticas de vivienda, como la Oficina Antidesahucio, pero siempre se quedaba alguien fuera del círculo. Había que cerrarlo y ayudar a la gente a no perder su vivienda.

Para nosotros, el derecho a la vivienda es subjetivo y exigible. Tenemos un parqué público amplio, alquiler social y lo complementamos con movilización de vivienda privada que se deja en manos de lo público. Aún hay demasiado parque de vivienda vacío y vamos a desarrollar por medio de decretos qué se considera "vacío". No hay que alarmar a la gente, no va a ser una segunda residencia de verano ni una vivienda en venta o que no se consiga alquilar, será una casuística detallada. Estamos haciendo ya campañas para movilizar a los propietarios. Creo que es el camino que hay que seguir. Nos gastamos cerca de 90 millones de euros al año en complementos para pagar una renta de vivienda para aquellas personas que no pueden hacerlo. Hay mucha sensibilidad social en Euskadi. Creemos que no es un gasto sino una inversión.

— Otra apuesta social importante es la Renta de Garantía de Ingresos, que además tiene mucha solera. Ahora que se debaten propuestas de renta básica en otras zonas, ¿cuál es su evaluación?

"La Renta de Garantía sirvió para que los vascos pasemos mejor la crisis"

— Mientras otros políticos en otras comunidades autónomas han montado la Copa América o un circuitos de Fórmula 1, los políticos vascos decidieron crear una red contra la pobreza en Euskadi. Se empezó a finales de los 80 con esta Renta de Garantía. Ha permitido que mucha gente no quede abandonada a su suerte y hemos podido sostener en un umbral mínimo a mucha ciudadanía que había perdido el empleo o que tenía una pensión mínima que también complementábamos. Es una inversión porque ha permitido que la economía no pierda tanto y que se haya mantenido un nivel de gasto mínimo. Ha servido para que en Euskadi pasemos mejor la crisis que otras partes de España. No es un gasto, sino una inversión en personas que al final es buena para la economía.

Las sociedades con subsidios de este tipo están más cohesionadas socialmente y soportan las crisis con más garantías de exitos. Animo a otras Comunidades Autónomas, o incluso a nivel estatal, a que se afronte el debate sobre una Renta de Garantía de Ingresos. Vienen tiempos de cambio y hay mucha gente que puede quedarse excluida del mercado laboral. Mientras esas personas vuelven a estudiar y a formarse para volver a entrar en esa economía nueva no tienen que estar abandonados a su suerte.