Cataluña y la igualdad llevan al barro la batalla entre Casado y Santamaría
"Nos estamos equivocando a la hora de hablar de señoras y señores" ha respondido Pablo Casado a Soraya Sáenz de Santamaría en su intervención durante Los Desayunos de TVE. El candidato a la presidencia del PP responde a su contrincante así cuando ésta ha reprochado a Casado que haya creado un enfrentamiento entre ella y María Dolores de Cospedal, intentando llevarse a ésta e integrarla en su candidatura. Las reclamaciones de Santanarmía van más allá y ha pedido que haya ya una mujer al frente del Partido Popular, algo a lo que su rival en las primarias del PP se opone: "no creo en las cuotas", ha declarado en el programa del ente público.
"No creo tampoco en la diferenciación por género, creo que hay que haber una presidente pero no por su género, sino por ser estupenda", ha respondido y ha añadido que no va a comprar "el discurso de la izquierda de colectivizar la sociedad, nadie es más que nadie por ser hombre o por ser mujer", ha respondido.
Criticas cruzadas
Pablo Casado ha hecho hincapié en su disconformidad con cómo se ha gestionado la crisis en Cataluña. En palabras del aspirante a liderar el PP. "Yo creo que la política territorial no ha sido nuestro fuerte", ha declarado, y ha remarcado que "la coordinación no ha sido tampoco nuestro fuerte".
Sus palabras se unen a las críticas emitidas durante un acto con la AVT: “No aplicamos el 155 como había que aplicarlo; la operación diálogo fue un fracaso; y lo que no puede ser es que Pedro Sánchez esté fiando todo a una estrategia judicial, como hicimos nosotros”.
Retomar la limitación de los partidos independentistas
Durante su intervención en el programa conducido por Sergio Martín, también ha recordado sus palabras sobre el proceso independentista. En medio de la declaración unilateral de independencia, la convocatoria del referéndum de autodeterminación y de la grave crisis establecida entre el gobierno de España y el catalán, Pablo Casado perfiló la posibilidad de limitar los partidos independentistas.
En la intervención de hoy en TVE ha recordado sus palabras y ha remarcado que "a través de la ley de partidos se podría proceder a analizar qué se puede hacer con esos partidos", unos partidos que, destaca Casado "tienen como fines objetos ilegales".
Abucheos en Pamplona
El aspirante a la presidencia del PP visitó Pamplona durante sus Sanfermines. No es la primera vez que Casado visita alguna zona navarra, ya que una de sus primeras visitas fue al cuartel de la Guardia Civil en la localidad de Alsasua, para mostrarles su apoyo después de los sucesos ocurridos en octubre de 2016. En su visita a la capital navarra, Casado fue abucheado por un grupo de personas que se encontraban en la plaza Consistorial de la localidad, un lugar de paso y de actividades constantes en las fiestas de la ciudad.
"A los dos minutos de llegar a la plaza del Ayuntamiento empezaron a llamarse entre ellos como si fueran una manada y empezaron a abuchearnos", ha declarado.
Ciertamente no es ninguna notícia que Casado defendiera la linea dura del Partido
Podrido, porque su historial de despropósitos contra cualquier reivindicación catalana, es tan estridente como alocada e incluye desde comparativas con nazis y terroristas hasta la defensa de la España blindada a cualquier tentativa plural. Aseguró que ilegalizaría a los partidos independentistas, que habría aplicado el
155 mucho antes y que se quedó corta la intevención, porque había que intervenir TV3. De negociaciones con Cataluña, reformas constitucionales o nuevos Estatuts, ni hablar, porque los independentistas son bestias hambrientas que nunca tendrán bastante y hay que mostrarse inflexible con sus peticiones. Lejos de contemplar un proceso regenerador del Partido Podrido, que saque la polilla a las viejas ideas reaccionarias y abra la mente a los hechos identitarios, ninguna de las canditaturas presentó sintomas de una mínima apertura y modernidad. La presidencia del Partido Podrido se jugó en el campo catalán y ninguna de sus canditaturas presentó sintomas de una mínima apertura y modernidad. Sólo faltaba la aparición de un partido como C’s. Fachas, situado en el extremo del Partido Podrido en la cuestión española, para acabar de radicalizar el relato sobre Cataluña. No hay ninguna capacidad del españolismo para mostrarse más abierto, más tolerante y menos irredento, ni tampoco parece que el «contra Cataluña» deje de ser la gran urna de votos de las ideas reaccionarias. Si me pegan, me divorcio. Som República !!*!!