Bárcenas no tiene más munición, pero puede firmar el relato más sincero de la Gürtel
Los Bárcenas duermen hoy en Soto del Real. Él en el módulo de hombres y ella en la cárcel de mujeres. Lo del ingreso en prisión de Luis Bárcenas estaba cantado, tras conocerse la sentencia de esta pieza de la Trama Gürtel (¡ojo, que quedan otras siete por juzgar!), pero lo de Rosalía Iglesias tiene mucha más miga… Para ella se dictó prisión eludible bajo fianza de 200.000 euros, dinero que tiene depositado Luis Bárcenas y al que hay que devolvérselo, porque con él no hay fianza que valga, pero cuando los abogados intentaron ayer utilizarlo, para evitar el ingreso en prisión de la esposa, sencillamente, se les impidió. Seguramente, doña Rosalía saldrá pronto, pero el paseo hasta Soto del Real esposada y la nochecita entre rejas no se la quita nadie.
¿Quién dijo que la línea roja que puso Bárcenas estaba en su mujer y en la exigencia de que ella no fuera a la cárcel? Si eso fuera cierto, a Bárcenas lo están provocando, para que tire de la manta… o para que deje algún rastro del dinero que algunos sospechan que tiene todavía por ahí, sin detectar ni bloquear…Pero Bárcenas no ha dicho ni mu, más allá de una entrevista en el diario El Mundo, en la que habla de sentencia política, pero no dispara ni una sola bala de plata a aquellos “licántropopulares” a los que, supuestamente, estaría protegiendo. Quienes conocen bien a Bárcenas y todavía se hablan con él aseguran que poco puede hacer ya Bárcenas contra Mariano Rajoy, o Javier Arenas, judicialmente hablando. No hay conejos en su chistera, ni “recibís” guardados con mimo durante años.
El ex tesorero del PP quemó sus naves el 15 de julio de 2013, cuando validó ante el juez Pablo Ruz los famosos papeles de la supuesta contabilidad B, creyendo que eso iba a servirle para conseguir un trato más benévolo, por colaborar con la justicia. Y su mujer, Rosalía, acabó de rematar la faena, según cuentan sus amigos, cuando facilitó a El Mundo los famosos SMS de Rajoy a su esposo: “Luis, sé fuerte”, siguiendo los consejos de quien actuaba entonces como su abogado, Javier Gómez de Liaño.
“Pocas pruebas puede aportar ya Luis Bárcenas al entramado Gürtel”, aseguran desde su entorno, pero sí puede tratar de reconciliarse con la sociedad a base de contar de forma cruel y descarnada la realidad, e ilustrarnos con un relato fidedigno de los hechos. Nos lo debe, aunque para entonces quién sabe dónde estará ya Mariano Rajoy y qué papel jugará en la sociedad española el PP.
Lo que sí aclaran desde ese entorno de Bárcenas es que el ex tesorero del PP perdió la fe en sus excompañeros de partido que un día le prometieron –eso sí lo reconocen- que si venían sentencias mal dadas desde las diversas instancias judiciales, en el Tribunal Supremo le pondrían remedio y sordina. Los hechos le han demostrado que no ha habido ni remedio ni sordina para las condenas de la rama valenciana de la Gürtel, en respuesta al recurso de casación, como muy probablemente no los haya para esta última sentencia que le condena a pasar entre rejas no menos de 7 u 8 años hasta alcanzar el Tercer grado penitenciario.