MOVILIZACIÓN / 200.000 personas en Barcelona y decenas de miles en otras ciudades catalanas, contra la prisión Sánchez y Cuixart
Decenas de miles de voces: «Presos polítics, llibertat»
BARCELONA.- “Presos polítics, llibertad” e “I-Inde-Independència”, estas fueron las reclamaciones más repetidas por las miles de personas-200.000 según la Guardia Urbana- que acudieron ayer a la gran concentración de Barcelona. Convocada la noche previa por las entidades independentistas, ANC y Òmnium Cultural, reclamaban la puesta en libertad de sus respectivos presidentes, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, que habían sido ingresados en prisión preventiva sin fianza acusados de sedición la noche anterior en la Audiencia Nacional.
Las decenas de miles de personas que se concentraron en la Diagonal llenaron de velas, emulando las concentraciones de Amnistía Internacional, los 1'5 kilómetros que separan Jardinets de Gràcia de Plaça Francesc Macià. Ayer, la ANC y Òmnium volvieron a demostrar su fuerte capacidad de convocatoria y de organización, así como del civismo y buen hacer en sus movilizaciones y lo obedientes que son sus seguidores. Pocos minutos después de que se terminara y desconvocara la protesta, la Diagonal estaba vacía sin que se hubiera producido ningún desperfecto e hileras de miles de velas colocadas de forma espontánea en las calles aledañas.
Se guardaron unos minutos de silencio, se cumplieron escrupulosamente. Velas en alto y carteles que pedían la liberación de los líderes sociales independentistas, un helicóptero policial vigilaba desde el cielo y se llevaba los pitidos de la multitud. El público, espontáneamente, entonaba Els Segadors. “Prensa española, manipuladora”, se volvió a escuchar. Entre la tristeza y la rabia, entre la costumbre de quien se lleva manifestando en las últimas semanas en muchas ocasiones y la novedad de la performance de las velas. El ambiente de la multitudinaria protesta era extraño.
La actriz Silvia Bel fue la encargada de leer el manifiesto. “El Estado actúa como una dictadura: nos juzgan y privan de libertad por manifestarnos pacíficamente”, decía el manifiesto que proseguía: “Encarcelar representantes de la sociedad civil forma parte de la estrategia del Estado para tensionar, crispar y radicalizar un conflicto político. El objetivo final es desactivar las entidades soberanistas, que representan a más de 100.000 socios, y así justificar una represión indiscriminada contra toda la sociedad civil, son capaces, ya lo demostraron el 1-O”. Antes de pedir la libertad para Sánchez y Cuixart aseguraba el texto leído por Bel: “Las medidas decretadas por la Audiencia Nacional no sólo son injustas, sino también ilegales”.
Agustí Alcoberro, vicepresidente de la ANC, se dirigió a la multitud concentrada desde el escenario. Tildó al Estado español de autoritario y aseguró que la Justicia española “no es ni independiente ni imparcial”. Alcoberro trasladó un mensaje de los encarcelados de quienes dijo que están “fuertes y seguros”. En la misma línea se expresó el portavoz de Òmnium, Marcel Mauri, quien llamó a defender la democracia, como se defendieron las urnas el 1-O, y la República Catalana. “Mientras los dos presidentes sigan en prisión siempre habrá gente dispuesta a defender la libertad y la democracia”, añadió Mauri.
La concentración de Barcelona estuvo apoyada por fuerzas políticas, como PDeCat, ERC, la CUP, Catalunya En Comú o Podem, y por fuerzas sociales como los sindicatos CCOO y UGT. No sólo en Barcelona salió la gente a la calle. En Tarragona, Girona, Lleida, Puigcerdà, Villafranca del Penedès, Guissona, Reus o Vic, entre otros municipios catalanes, miles de personas tomaron las calles en repulsa por el encarcelamiento de Sánchez y Cuixart. Fuera de Catalunya hubieron concentraciones en Valencia, en Palma de Mallorca, en Mahón o en Madrid, también en Londres.
Aumenta la tensión social y política
Después del descenso de movilizaciones soberanistas tras la comparecencia de Carles Puigdemont en el Parlament el pasado 10 de octubre cuando dejó en suspensión la declaración de independencia, se prevé un nuevo ciclo de protestas por el envío a prisión de Sánchez y Cuixart. La Taula per la Democràcia, plataforma que integra a más de 90 entidades políticas y sociales de toda Catalunya ya trabaja en una gran manifestación unitaria para este sábado en Barcelona. No descartaron que se repita un “paro de país” y huelga general como la que se celebró el pasado 3 de octubre en condena por la brutalidad policial vivida el 1-O.
Mientras tanto, en el ámbito político, vuelven los plazos límites. Mañana por la mañana Puigdemont tendrá que responder, de nuevo, a Mariano Rajoy sobre si declaró o no la independencia en el Parlament. Puigdemont podría reiterar en una ambigua respuesta como la que ya emitió el pasado lunes. Desde la derecha española, se reitera la idea de la ilegalización de organizaciones independentistas. Dependiendo de la respuesta que mañana dé el president, la actuación del Gobierno sobre Catalunya puede ser inmediata, la aplicación del artículo 155 está, para muchos, cada vez más cerca.
En el Parlament, JxSi y la CUP trabajan para moldear una declaración de independencia. El cambio de sedes de empresas a fuera de Catalunya continúa… La puerta que Puigdemont abrió la semana pasada al diálogo, parece que no ha tendido mucho efecto. El conflicto entre Gobierno y Govern sigue adelante. La tensión social y política irá en aumento en los próximos días y semanas en Catalunya.
como se les olvida lo que decian cuando cercaron el parlamento catalan
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