La presidenta andaluza, Susana Díaz, ya candidata oficial a la secretaría general del PSOE frente a Pedro Sánchez y Patxi López, quiere que su equipo haga una gran demostración de fuerza ante la militancia con la recolección de avales que serán necesarios (en torno a 9.000, según se calcula en función del censo definitivo de militantes) para presentarse a la primarias. Los miembros de su equipo tienen encomendada la misión de conseguir que la militancia perciba esta nueva victoria en el proceso como el anticipo de un triunfo incontestable.
Este nuevo objetivo se produce una vez que el pasado sábado quedó demostrado que la correlación de fuerzas en la dirección del partido está definitivamente escorada del lado de la líder andaluza con los seis votos que recibió la propuesta de calendario que los "sanchistas" presentaron a los más de 180 asistentes al Comté Federal.
Con todo, la presentación del mayor número de avales no garantiza la victoria en una elección donde cada militante tiene derecho a un voto y, en teoría, el voto es secreto. En las filas socialistas se recuerda el caso del expresidente de Castilla-La Mancha y exministro de Defensa, José Bono, que venció sobradamente en el número de avales que fue capaz de recoger cuando presentó su candidatura al congreso frente pero, en la votación final en urna, en el Congreso, el vencedor resultó ser José Luis Rodríguez Zapatero por un estrecho margen de 9 votos.
El equipo de Susana Díaz se muestra confiado en la victoria y cuenta por territorios los apoyos que disponen: Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura... Pero son conscientes de que esos apoyos no son absolutos y que son, en todo caso, sus líderes territoriales quienes apoyan la candidatura de Díaz. Está por ver qué vota la militancia, cuyo voto es libre y secreto, y si sigue o no las directrices de sus dirigentes territoriales.
Por otra parte, la candidatura de Sánchez centrará sus esfuerzos en el contacto directo con los militantes en los mítines del candidato, que hasta la fecha están registrando una gran asistencia, y en ganar la batalla en las redes sociales. De su parte estarían mayoritariamente las federaciones de Castilla y León y el PSC.
Por último, Patxi López, que no ha hecho hasta la fecha ningún alarde de fuerza en sus encuentros con la militancia, se ha quedado con el apoyo de líderes como la presidenta balear, Francina Armengol; la líder del PP de Madrid, Sara Hernández, o el líder del PSOE de La Rioja, César Luena, escudero principal de Pedro Sánchez hasta que éste último presentó su dimisión como secretario general socialista.
Una vez más, los votos para elegir al futuro secretario general son individuales y nadie puede garantizar una victoria a estas alturas. Por eso, Susana Díaz quiere empezar mucho antes de que se haya puesto en marcha la campaña de recogida de los avales correspondientes. Los suyos llevan ya un cierto tiempo comprometiendo avales territorio a territorio.
Entonces ¿para que vale la votación?
¿Lo quieres solventar con los avales?
Por muchas vueltas que le des al asunto, amiga Susana, el trompazo que te vas a llevar va a ser recordado en los anales, por siglos de los siglos.
Con razón dice esta pobre mujer que ella no es partidaria de un partido asambleario. No le cabe en la cabeza que mi voto valga tanto como el de Felipe González.
Jajajaja. ¡Pero eso es lo que tiene la democracia, amiga mía!