Defensa califica de ‘secreto’ el refuerzo del Ejército en Cataluña con 100 blindados

El régimen de transparencia democrática no permite a una diputada saber cuántos militares hay en Cataluña. Así se desprende de la respuesta escrita del Gobierno a la congresista del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDECat) por Barcelona Miriam Nogueras. El secreto viene dado en este caso “por razones de seguridad”.

La diputada Nogueras preguntó sobre la cantidad de efectivos militares en Cataluña tras la recién creada Brigada Orgánica Polivalente “Aragón”. La pregunta era lógica si se tiene en cuenta que la nueva brigada con mando en Zaragoza tiene previsto reforzar la operatividad de la base Álvarez de Castro, en Sant Climent Secebes, en el Alto Ampurdán (Girona), con una unidad blindada de carros de combate. En conjunto, según fuentes militares, el Regimiento Arapiles 62 contará con 100 vehículos blindados de combate y ocupación del territorio.

Pero el Gobierno --la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal en este caso-- entiende que la información solicitada daría pistas al enemigo, y le ha contestado: “Por motivos de seguridad no se facilitan datos sobre el número de personas destinadas en unidades o acuartelamientos concretos. Independientemente de ello", añade, "se significa que el número de efectivos totales del Ministerio de Defensa en Cataluña no ha variado significativamente tras la reorganización llevada a cabo por el Ejército de Tierra”.

Así las cosas, la diputada nacionalista catalana ha recurrido a la vía indirecta y, mediante la solicitud de datos económicos, ha podido obtener sus propias conclusiones. En efecto, sus preguntas sobre el gasto de Defensa en Cataluña han recibido cumplida respuesta ministerial: “Respecto a los gastos de personal, la estimación para el año 2016 de los efectivos destinados en Cataluña ascendería a un total de 50,79 millones de euros”. La aplicación del promedio salarial de los funcionarios del Estado permite a Nogueras concluir que el Ejército cuenta con unos 2.200 efectivos en Cataluña.

En su última visita a las tropas desplegadas en Cataluña, en junio pasado, el entonces ministro Pedro Morenés presenció en Sant Climent Secebes un ejercicio operativo de combate urbano y de tiradores de élite del Regimiento Arapiles 62. En aquel momento contaba con unos 500 efectivos, incluidos los 24 especialistas enviados a Irak.

Los planes de transformar esta unidad en un regimiento de infantería mecanizada, con mayores capacidades operativas, permitirá al Ejército desplazar a Sant Climent un centenar de vehículos blindados sobre cadenas y utilizar el campo de maniobras para hacer prácticas con fuego real, lo que ya ha puesto en alerta a los vecinos por el riesgo de incendios forestales y otros daños colaterales del “fuego amigo”. Sobre la “utilidad operativa” del cuartel del Bruch, en Barcelona, Defensa sostiene que es “evidente” y rechaza la histórica reivindicación de la ciudad de transformar ese espacio en viviendas sociales.

Los blindados enviados a Cataluña serán vehículos de combate de infantería (VCI) Pizarro, como el que se ve en la imagen, el más reciente del arsenal militar español, desarrollado conjuntamente por España y Austria, y los ya venerables M-113 estadounidenses, que entraron por primera vez en combate durante la Guerra de Vietnam, y cuya denominación en el Ejército español es Transportes Oruga Acorazados (TOA).