El PSOE colaborará con el Gobierno en lo que ya se conoce como “el ERE en el Ejército” o la expulsión automática de los militares de tropa y marinería cuando cumplen 45 años. Los socialistas han brindado a la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, una subcomisión parlamentaria para hacer menos traumática la baja de los militares por edad y la ministra se ha agarrado a ella para compartir el problema. Ciudadanos ha aceptado la iniciativa y Podemos la ve como una oportunidad para garantizar una carrera profesional completa y de similar duración a los militares de base que a los de altura o carrera.
La Asociación Unificada de Militares Españoles (AUME), mayoritaria en las Fuerzas Armadas y también la más sancionada, comenzando por su secretario general, Jorge Bravo, protagonizó el 11 de noviembre pasado una concentración ante la sede del Defensor del Pueblo en la que 800 militares amenazados de despido entregaron sus peticiones de amparo a la defensora Soledad Becerril. Un estudio de esta asociación profesional estima que 5.000 militares se quedarán en la calle hasta 2021.
La ministra Cospedal no es partidaria de prolongar la trayectoria profesional de los militares con contratos temporales más allá de los 45 años establecidos en la Ley Militar Profesional. Los que no han podido ascender ni alcanzar la condición de “militar permanente” se tendrán que ir a la calle. Ese fue, de hecho, su mensaje en su primera comparecencia en el Congreso para explicar los planes de su departamento. “No podemos tener ejércitos llenos de soldados o una Armada llena de marineros que tengan todos cincuenta años”, dijo el 20 de diciembre. “Como ya tengo los cincuenta, lo puedo decir; no podemos porque sería absolutamente inoperativo”, añadió.
La opción de crear una subcomisión para analizar y compartir el problema fue propuesta por el portavoz socialista en la materia y miembro de la Comisión Gestora del PSOE, Ricardo Cortés Lastra, quien solicitó “la máxima colaboración ministerial con los trabajos de la comisión” al tiempo que criticó el desinterés del anterior ministro, Pedro Morenés. En sus cuatro años de mandato, el ahora propuesto como embajador de España en Washington no se reunió una sola vez con los representantes de las asociaciones profesionales.
Para los socialistas, los años de gobierno del PP con mayoría absoluta han sido tiempo perdido para resolver el problema que ahora empieza a aparecer con creciente crudeza para los profesionales de la milicia y sus familias. Según Cortés, las promesas de Morenés sobre la necesidad de garantizar a los soldados y marineros la posibilidad de desarrollar su trayectoria profesional eran “buenas palabras que valen lo mismo que el papel mojado, nada”. Su desdén hacia las condiciones de las instalaciones militares ha sido absoluto, afirma Cortés. Ni siquiera el protocolo para poder denunciar el acoso sexual sin sufrir la represalias de los mandos, como le ocurrió a la ahora diputada del Grupo Socialista, Zaida Cantera, se está aplicando, añade el diputado del PSOE. Ha pasado un año desde la aprobación de aquel mecanismo especial para proteger a las víctimas.
Los socialistas creen que se pueden mejorar las condiciones profesionales y la carrera de los militares de topa y marinería para evitar que vayan al paro a los 45 años, y, para empezar se deben cumplir las previsiones de la ley actual, ofreciendo formación y certificando las capacidades adquiridas en las Fuerzas Armadas para que puedan salir con las titulaciones correspondientes en el caso de que no puedan seguir en las Fuerzas Armadas. La ministra Cospedal reconoce que “esa una asignatura pendiente”.
Para Cospedal la subcomisión es un buen instrumento, pero considera que “el envejecimiento disminuye la operatividad de las Fuerzas Armadas”, y eso no puede ser. Admite que “se puede perfeccionar la carrera profesional de los militares de tropa y marinería para que puedan desempeñar sucesivos destinos que faciliten su promoción profesional dentro de las Fuerzas Armadas y, también, mejorar su inserción en la sociedad civil”, y está dispuesta a suscribir convenios con las administraciones públicas y con entidades privadas para buscarles salidas. “Es -dice- uno de los trabajos más importantes que vamos a poder realizar en el Ministerio en esta legislatura”. Y a su vez se queja de que tres autonomías han cancelado sus convenios con Defensa para ofrecer plazas en las policías locales y autonómicas.
Entre tanto, el límite de edad irá expulsando a un número cada vez mayor de militares con contrato temporal que cumplen los 45 años. Según datos oficiales, de los 4.868 jóvenes de 18 años (nacidos en 1972) que ingresaron como soldados y marineros profesionales en 1990, año de la profesionalización total de las Fuerzas Armadas, y que, por tanto, cumplirán 45 años en 2017, sólo podrán permanecer en ellas hasta el pase a la reserva 2.294, el 47%. Esto significa que quienes no han ascendido por promoción interna a oficiales (los puestos son mínimos) suboficiales (el número de plazas ha ido decreciendo y en la actualidad no llegan a 100 al año) o han conseguido ser clasificados como militares de tropa y marinería permanente, se irán al paro el año que viene.
Cierto es que en los 26 años transcurridos desde la profesionalización total, algo más de un 10% de esos 4.868 soldados profesionales (495) han encontrado empleo en la Guardia Civil, la Policía Nacional y en otras administraciones públicas, básicamente como policías locales y autonómicos; un 8% (379) ha quedado fuera por pérdida de condiciones psicofísicas, fallecimiento, sanciones disciplinarias y renuncias voluntarias, y un 30% (1.473) ha sido cribado en las pruebas de evaluación o no han renovado sus compromisos, de modo que, según Defensa, sólo 225 irán al paro a partir del próximo domingo.