BARCELONA.– Hasta el próximo 19 de febrero se puede visitar en el Museu d'Història de Catalunya, en Barcelona, la exposición Fu la Spagna! La mirada fascista sobre la Guerra Civil española, una recopilación de 300 fotografías que resumen la participación italiana en la contienda. La Italia de Mussolini se apresuró a tomar partido tras el levantamiento de Franco contra la II República en julio de 1936. Unos 80.000 legionarios italianos llegaron a España para luchar contra los republicanos, apostando por la instauración de otro régimen próximo al fascismo en el sur de Europa. La participación italiana no sólo se limitó al envío de soldados, sino también de aviones, barcos y armas. Mientras las potencias democráticas europeas se alineaban en la estrategia de la no intervención en la Guerra Civil, los regímenes totalitarios hicieron todo lo contrario.
De todo esto da testimonio esta exposición comisariada por Daniela Aronica y Andrea Di Michele. Tras una ardua investigación, en la que identificaron unas 20.000 instantáneas tomadas por la prensa ilustrada italiana, por los propios legionarios y por diversas instituciones político-militares, la estructura de la exposición sigue dos recorridos paralelos, uno bélico y otro temático. El primero de ellos sigue el curso de las diversas fases de la contienda bélica, mientras que el segundo propone los temas más recurrentes de la representación fascista de la guerra, tales como el armamento, las ruinas y destrucción, misas y entierros, desfiles, el enemigo rojo... Su propio espacio tiene el trabajo realizado por los medios de comunicación italianos activos en suelo español.
El fervor con el que los fascistas italianos llegaron a España, sus desfiles y las imágenes cotidianas, del día a día, se combinan con algunas impactantes imágenes que muestran los horrores de la guerra en su máxima expresión. En el recorrido cronológico que la exposición realiza por las distintas fases de la contienda es imposible no pararse a observar esta fotografía. Un cadáver, tras haber sido torturado, en la batalla de Guadalajara, en 1937. Esta imagen serviría para la propaganda, ya que en Guadalajara fue el primer lugar donde se enfrentaron italianos entre sí. De un lado los fascistas, los legionarios de Mussolini; del otro los antifascistas, que luchaban en las Brigadas Internacionales. Aunque esta imagen, que pertenece a la Cinemateca dello Stato Magiore del Regio Esercito, no fue publicada en ningún diario, otra del mismo cuerpo sí salió en el periódico El Legionario. "Aquí tienen la manera en la que los bárbaros que lanzan hojas volantes prometiendo respetar la vida de los prisioneros martirizan a los que caen en sus manos", rezaba el pie de foto de este diario fascista.
En el eje temático de la exposición cobran especial relevancia las personas desplazadas y refugiadas por la huida de las zonas de las distintas batallas y combates que se iban desarrollando por toda la geografía española. Tras la batalla de Teruel a finales de 1937 y principios de 1938, muchos habitantes de la zona regresaron a sus hogares. La propaganda, una vez más, está detrás del relato que los fascistas italianos hacían de la Guerra Civil española. Sus diarios hablaban constantemente de la huida precipitada de civiles de pueblos asediados por los rojos. Los méritos iban exclusivamente al bando nacional, que, gracias a sus éxitos militares, permitían el retorno de los desplazados a sus casas. Una vuelta de tuerca mayor en el relato de esta visión premeditadamente parcial se desarrollaría al final de la Guerra Civil, cuando miles de personas intentaban cruzar la frontera hacia Francia. Culpaban de este exilio a la propaganda del bando republicano que asustaba a las personas inventándose atrocidades llevadas a cabo por el bando nacional. En esta visión propagandística de los estragos de la guerra situaban las causas del exilio republicano por los Pirineos.
Las mujeres también tomaron una especial relevancia en la propaganda del régimen fascista italiano. Mientras que las mujeres del bando nacional eran retratadas como una imagen institucional, con sus vestidos tradicionales y en labores de enfermeras o en funciones de socorro y ayuda, las mujeres republicanas se mostraban como subversivas, como brujas armadas a las cuales sólo se les podía derrotar mediante la victoria militar. También tuvieron especial importancia las mujeres de los legionarios italianos que participaron en la Guerra Civil española. Tal como se ve en esta foto, viudas y madres de combatientes fascistas italianos son homenajeadas en Roma, en octubre de 1938, llevando la medalla al mérito militar. Una medalla que no consigue borrar de sus rostros el dolor por la pérdida de la persona amada. La representación de la mujer italiana cobra especial sentido para el régimen de Mussolini cuando asume el papel de mujer o madre de un caído en la batalla.
La mayor parte del tiempo durante la Guerra Civil transcurre, para los legionarios italianos, en largos periodos de inactividad, aburridos, o en largos traslados de un lugar a otro. Esto también se refleja en la exposición, donde se encuentran imágenes que ilustran la vida cotidiana de los combatientes. Estas escenas del día a día son fotografiadas en muchas ocasiones por los propios legionarios, que se pasan la cámara unos a otros para ser protagonistas de las instantáneas y llevar recuerdos para su regreso a Italia. Hay imágenes espontáneas, se puede ver a los legionarios con poses humorísticas, también fotografías turísticas que inmortalizan paisajes y monumentos españoles. La propaganda no se interesaría por estos temas, preferían mostrar a los soldados en acción o victoriosos. En esta fotografía superior, un grupo de soldados baila en Arnes, Tarragona, en 1938.
El instituto cinematográfico LUCE fue una de las instituciones que más se volcó con la propaganda fascista. También echaron el resto en documentar el retorno de las tropas italianas que habían luchado junto al bando franquista durante la Guerra Civil tras la caída de Madrid en marzo de 1939. Mussolini necesitaba mantener las buenas relaciones con Franco para que el compromiso de éste con Roma durara más allá de la contienda bélica española. Numerosas imágenes se conservan en las que se muestran las buenas relaciones entre las autoridades españolas e italianas antes del regreso de los soldados italianos, en el puerto de Cádiz, pero también durante la navegación y en la llegada a Nápoles y Génova. Los fotógrafos del LUCE ilustraron todas las etapas de vuelta, se esmeraron en mostrar a dos naciones hermanas. En esta imagen se observa la alegría de las tropas antes de subir al barco, la guerra había terminado.