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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se ha desplazado este jueves hasta Valencia “como amigo y presidente del PP”, ha dicho, para asistir al funeral de Rita Barberá a pesar del deseo expresado por la familia de que no hubiera presencia de dirigentes políticos e institucionales en los actos fúnebres (ver vídeo). Además de Rajoy, acompañado por María Dolores de Cospedal y Ana Pastor, han acudido al tanatorio municipal figuras del PP como José Manuel Soria, Ana Mato, Francisco Camps o Juan Cotino, que, como la exalcaldesa, fueron investigados en algún momento por su relación con distintos casos de corrupción.
En concreto, el casos de los "papeles de Panamá" o el "caso Bárcenas", que provocaron la salida del Gobierno de Soria y Mato, respectivamente; el llamado "caso de los trajes", que también precipitó la dimisión de Francisco Camps como presidente valenciano, o el de la visita del Papa a Valencia, que causó la salida de Cotino de la presidencia de las Cortes Valencianas cuando el fiscal solicitó once años de prisión para él.
La presencia de dirigentes políticos en los actos fúnebres ha sido de nuevo puesta en cuestión por algunos de los familiares de la exalcadesa. José María Corbín, cuñado de Barberá, ha asegurado este jueves que la senadora "ha muerto de pena". Y en esa pena, ha precisado, "la fundamental aportación la han tenido los suyos". Respecto a la presencia de Rajoy ha manifestado que políticos como el presidente del Gobierno pueden asistir "como amigos", pero "no como representantes políticos".
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha presidido la misa funeral y, antes de entrar al tanatorio, ha hecho referencia a la "condena pública" e "injusta" que, a su juicio, pesó sobre Rita Barberá.
Debería volver a ponerse en valor la dignidad. Ha sido un ejercicio de hipocresís el tratamiento de los políticos a la muerte de Rita Barberá, tanto unos que la abandonaron y ahora lloriquean, como los otros que no sienten respeto por las más elementales normas de urbanidad.
El comportamiento de los MM. CC. deplorable. Llevan a cabo el linchamiento sin pruebas ni indicios racionales de culpabilidad. La presunción de inocencia ya no está vigente.
Lo vimos con el tratamiento mediático del 11-M donde, también se lincharon a profesionales de la Policía hasta la extenuación.
Hay un libro muy interesante del comisario Sánchez Manzano, «Las Bombas del 11-M» (Amazon, se puede descargar en internet), en el que expone todo un proceso mediatico, donde las malas artes de algunos periodistas son objetivadas de forma impecable.