Durante los últimos meses, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el secretario político, Íñigo Errejón, han visualizado diferencias políticas. Ya las tenían, recuerdan todas las fuentes consultadas por cuartopoder.es. Pero sobre todo tras la destitución de Sergio Pascual como secretario de Organización y las posteriores elecciones del 16J, éstas se han potenciado también públicamente. Generalmente, estas diferencias son de matices, conceptuales e incluso académicas. Y muchas fuentes consultadas señalan que ambos sectores se darán cuenta de que no son tantas como a la vista parecen. Ahora, con la asamblea ciudadana estatal, Vistalegre II, en el horizonte, muchas incógnitas deberían despejarse. Sobre todo si se cumple la idea de que se dará un debate de ideas profundo que clarifique a los inscritos en Podemos a qué se refieren sus dirigentes cuando hablan de diferencias estratégicas.
Los modelos defendidos por ambos se han replicado de alguna manera en los procesos autonómicos recientes, especialmente en Madrid y Andalucía. Salvo excepciones, los protagonistas rechazan en público utilizar las etiquetas de 'pablismo' y 'errejonismo'. Pero en la vida interna del partido sí hay dinámicas, pequeñas estructuras, equipos y afinidades personales que hacen reales esas categorías. El tiempo dirá cómo se conjugan todas las sensibilidades, también con una tercera representada por Anticapitalistas, ahora cercana a Iglesias. Por el momento, este medio recopila las ocho principales diferencias visibles entre los dos dirigentes del partido morado basándose en sus declaraciones públicas, discursos y también conversaciones mantenidas con afines de uno y otro lado.
1- La cultura política. Iglesias y Errejón proceden de tradiciones políticas diferentes. El primero es de formación marxista, ha militado en las Juventudes Comunistas y ha asesorado a IU. El segundo militó en en juventudes y movimientos anarquistas. Algunas fuentes consideran que Errejón ha tenido una trayectoria más "académica" que la de Iglesias, algo que no es compartido por personas cercanas al secretario político. Errejón participó en la formación de la asociación universitaria Contrapoder o en movimientos antiglobalización. En ambos momentos también estuvo Iglesias. Este “pasado” de ambos provoca ya “dos formas de ver la realidad”, según algunas fuentes consultadas.
2- Referentes intelectuales. El líder de Podemos tiene predilección por Antonio Gramsci mientras que uno de los referentes preferidos de Errejón es Ernesto Laclau. Junto a la politóloga belga Chantal Mouffé, son defensores de lo que se ha denominado como “populismo de izquierdas. En España, Iglesias ha mostrado predilección también por Julio Anguita, histórico líder de IU, al igual que por Manolo Monereo, dirigente del partido durante décadas, refrendando así su tradición marxista.
3- Papel de las instituciones. En Podemos todos están de acuerdo en que nadie defiende sólo la herramienta institucional o sólo la calle. La clave es cómo equilibrarlo y dónde poner el foco. Como señalaba la jefa de gabinete de Iglesias, Irene Montero, en una reciente entrevista con este medio, en Podemos “hay personas que creen que las posibilidades están más en el terreno de las las instituciones”. Ésta sería la tesis defendida por Errejón. “Hay otras personas que creemos que sólo cuando gobiernas, en las instituciones, hay una posibilidad efectiva y real de hacer algunos cambios”, señalaba Montero, representando al sector de Iglesias. Esto entronca con la forma de hacer oposición que debe tener ahora Podemos desde el Congreso. Iglesias ha puesto el foco en la movilización social con iniciativas como Vamos!. Errejón, que también ha participado activamente en movilizaciones en la calle, insiste en potenciar el trabajo institucional para ofrecer “certezas y garantías”.
4- Tono y estilo. Cualquiera que siga la actualidad política habrá visualizado claramente que Iglesias y Errejón no utilizan ni el mismo tono ni el mismo estilo a la hora de hablar. Desde el partido rechazan que el debate principal en Podemos tenga que ver con cuestiones de este tipo y que ambas formas son compatibles. Pero es evidente que la percepción de la sociedad respecto a uno y otros es diferente. Iglesias ejerce como más duro en las formas que su compañero, que se muestra más comedido y “amable”, aunque desde su sector inciden en que el contenido de las palabras de Errejón puede ser igual de duro. Montero, en la citada entrevista y refiriéndose a la última campaña electoral, decía que “no sólo es importante ser auténtico, sino que la gente no crea que te estás disfrazando de una cosa que no eres”. Desde el sector de Iglesias prefieren un estilo “más irreverente” para Podemos.
5- Relación con IU. Las relaciones entre ambos partidos darían para varios artículos. En su corta historia, Podemos ha pasado de tender la mano para una lista conjunta, primarias mediante, en las europeas, a criticar a la vieja izquierda y finalmente confluir con ellos tras un primer desencuentro. En este carrusel destaca el nombre propio de Alberto Garzón. Desde Podemos, sobre todo Iglesias, han mirado con muy buenos ojos al hoy líder de IU. Errejón no se negó a confluir con la coalición de izquierdas para el 16J, aunque su sector siempre se ha mostrado más reticente de lo que pueda aportar IU y Unidos Podemos fue un empeño casi personal del secretario general. A día de hoy, la cercanía entre Iglesias y Garzón es muy reseñable y evidente a los ojos del público en aspectos como la difusión mutua que hacen de sus artículos. El sector 'errejonista' ha marcado distancia con ellos también recientemente en el discurso mantenido a raíz de la victoria de Donald Trump en EE.UU. En cualquier caso, ambos reconocen la existencia de un espacio de cambio a desarrollar con diferentes expresiones en todo el Estado. Cómo se cristalice y articule es otra cuestión pero todavía es prematuro aventurar posiciones.
6- Eje del tablero político. Podemos nació rechazando la división política entre izquierda y derecha. No es que Iglesias haya abandonado esta teoría, pero sí reconoce que ya han elegido ser socios de fuerzas de izquierda como expuso en la Universidad de Podemos. “Hemos elegido cosas, hemos elegido pactar con el PSOE y fuerzas de la izquierda”, ha apuntado contraponiendo el pacto que hizo Syriza con la derecha nacionalista. En este sentido comentó que uno de los retos del partido es cómo hacer compatible eso con la transversalidad y con acompañarse de socios que se reivindican de izquierdas. La concepción de “moderado” es rechazada con énfasis desde el sector de Errejón. Y consideran que esa sería la derrota del partido. “No hay nada más radical que buscar una identidad política nueva”, es la idea más repetida. Pero sí confían más en superar esas etiquetas y no arrinconarse, algo que beneficiaría aún más los ataques del enemigo. “El único Podemos que temen los poderosos es un Podemos que sale de la esquina. Un Podemos capaz de ganar y desalojarles de las instituciones”, señaló hace unos días Jorge Moruno, responsable de discurso de Podemos y uno de los dirigentes más cercanos a Errejón. De aquí se desgranan algunas razones de las reticencias sobre IU. Y también el debate de en qué sectores encontrar a "los que faltan", es decir, cómo sumar más votantes. La simbología también es importante. El sector de Errejón pone énfasis en utilizar nuevas simbologías e identidades culturales mientras que el de Iglesias no termina de abandonar del todo algunas referencias de la izquierda como por ejemplo el puño cerrado saludando.
7- Divergencias sobre la fase política y social. Errejón no piensa que para ganar y gobernar el país éste tenga que estar en una situación de “excepcionalidad”. “No creo que nuestro futuro esté ligado a la excepcionalidad o inestabilidad permanente”, señaló en el discurso de apertura de la Universidad de Podemos. Para el secretario político no se necesita “un país patas arriba” para que Podemos llegue al Gobierno. Este aspecto se simplifica entre el llamado “Podemos de resistencia” y el “Podemos normalizado”. Dos extremos, dos riesgos sobre los que Errejón ha alertado como en una entrevista reciente con este medio. Esto tiene que ver con cómo conciben ambos la fase actual. Es decir, si opinan que la sociedad va a entrar en un clima más “tranquilo” que estos últimos años o no. Según las fuentes consultadas, la concepción de Iglesias es diferente ya que se inclina más por la teoría de que Podemos necesita de esta excepcionalidad para crecer electoralmente.
8- ¿Relación con el PSOE? “En la izquierda los grandes debates siempre han sido sobre cómo relacionarse con el PSOE”, recuerda un integrante del partido. Este aspecto ha sido visibilizado en varias ocasiones durante este año con las negociaciones para formar Gobierno como telón de fondo. Desde el partido han reconocido que había diferentes opiniones y en el sector de Iglesias achacan a dirigentes del sector de Errejón querer abstenerse tras el 20D ante Pedro Sánchez. Ellos siempre han negado ese punto, aunque meses después reconocieron que quizás deberían haber sido más flexibles. Sobre esta cuestión, las fuentes consultadas coinciden en que debe conocerse el debate real con todas las cartas sobre la mesa. Sobre el papel, ambas coinciden en tratar “de igual a igual” a los socialistas y en que no hay que parecerse a ese partido. En privado, algunas voces 'errejonistas' alertan de que el sector de Iglesias quiere arrinconarse en un PCE 2.0. Otras sugieren que la tesis de Errejón es que para ganar al PSOE hay que parecerse más a ellos. “No nos van a encasillar ni en el PSOE ni en el PCE”, afirmó el secretario político recientemente.
Ganas de rizar el rizo.
A mi juicio, bastante acertado. Pero con un déficit: el silencio ante los errores que Iglesias y Errejón comparten (añadase si se quiere a Echenique y a Garzón). Todos tienen una comprensión superficial de la plurinacionalidad del Estado español y una concepción verticalista (de arriba abajo) de democracia en el Estado, en el partido y en su relación con las ciudadanías y sus movimientos. Son errores viejos, y en Gramsci y Laclau hay suficientes elementos para superarlos.
Alguien se ha parado a pensar que lo que comúnmente se llama Podemos, es realmente un movimiento-partido que desborda la dicotomía Iglesias/Errejón? Este movimiento-partido incluye otros puntos de vista, como es la opción catalana de Colau y Domenech, las Mareas gallegas de Beiras, la IU de Garzón y, dentro del propio Podemos, los puntos de vista de Urbán y Teresa Rodríguez. Todos ellos conforman una fuerza coral que tiene una enorme potencialidad porque no son excluyentes, si no complementarias. Tiene razón Iglesias cuando antes de ayer dijo que ese partido-movimiento necesitaba al menos de 8 portavoces.
Yo hasta que no vea a Errejón hablando de Przeworski no pondré las antiniebla.
ERREJÓN E IGLESIAS: …es de suponer o pensar que ambos, la política efectiva que deban llevar a cabo, hayan de hacerla a título personal y cada cual por su lado no tardando; un proyecto conjunto parece de todo punto imposible, dado que sus visiones resultan incompatibles en este XXI, por no decir diametralmente opuestas; por tanto, no se trataría en sí de «integrar» a nadie ni tampoco a muchos. De ahí que sea evidente que el 15M todavía no se ha deslindado o diferenciado de forma neta o líquida y, por tanto, con estructura creíble y eficiente para dar trigo en la praxis política. El sistema tradicional de «bloques» (izda.-dcha. – ricos-pobres) es un sistema agresivo, de «supervivencia y guerra», por lo que desaparece en este siglo para dar definitivamente entrada a la «transversalidad» como instrumento de utilidad general, puntual y acordada junto, asimismo, al de flexibilidad y en idéntico sentido, el de utilidad última y general… Saludos.