Eduardo Ocaña *
Actualización a las 20:30 con las últimas informaciones sobre el acuerdo
Tras el pacto in extremis de ayer, continúan sin conocerse cuáles son las condiciones concretas del acuerdo entre Podemos Galicia y En Marea. Agotado el plazo, anoche quedó claro que no concurrirán en coalición, sino con la forma de partido instrumental y que participarán de forma conjunta en las primarias de En Marea. Entre otras, sigue siendo una incógnita si el candidato de consenso presentando por En Marea, el juez Luis Villares, será el único en liza.
José García Buitrón, el cabeza de lista del sector crítico de Podemos Galicia, ha anunciado este mediodía que renunciaba a su candidatura para la Xunta, aunque sí presentarán candidaturas provinciales bajo el nombre En Confluencia. El exsenador ha pedido la dimisión de la secretaria general del partido en Galicia, Carmen Santos, de quien ha dicho que “se obcecó con la fórmula jurídica de la confluencia para que el acuerdo no llegara”.
Carmen Santos, por su parte, ha rechazado estas acusaciones esta tarde a la entrada de la Asamblea general que convocó anoche para rendir cuentas y abordar “en colectivo” lo que ha calificado como un “sacrificio inmenso”. Sobre la petición de dimisión, ha apelado a que el acuerdo se tomó en “coordinación” con la dirección estatal: “Quien pide mi dimisión debe pedírsela a Pablo Iglesias y a Errejón”. Sin embargo, y a la espera de que finalice la asamblea autonómica –tampoco ha aclarado más aspectos sobre cuáles son los términos del acuerdo y su candidata–, la profesora Magdalena Barahona no ha dicho si dará un paso atrás. Estas incógnitas se despejarán mañana antes de las 23:59, momento en el que acaba del plazo extraordinario abierto por En Marea para presentar candidaturas.
A pocos minutos para la medianoche de ayer, Pablo Iglesias y Xulio Ferreiro intercambiaron mensajes de reconocimiento y anunciaban que, tras largos y tensos días de negociaciones entre Podemos Galicia y En Marea, habría acuerdo para concurrir juntos. Sin dar detalles sobre las condiciones, el líder de Podemos, que hasta entonces no se había pronunciado públicamente, señaló que Podemos y En Marea estarían juntos “sea cual sea la fórmula”. Sin anuncio del registro de la coalición electoral que pretendía el partido morado y cuyo plazo vencía justo ayer a medianoche, esta opción está descartada.
Las fuerzas de la confluencia gallega acudirán finalmente unidas pese a las últimas horas de tensión en las que las negociaciones parecían llegar al límite entre Podemos, con Carolina Bescansa y Pablo Echenique presentes, y las organizaciones que forman En Marea, liderada por los alcaldes de las mareas de A Coruña, Santiago y Ferrol. Fue Pablo Iglesias quien a pocos minutos para las 12 de la noche anunciaba que habría acuerdo “sea cual sea la fórmula”, aunque sin explicar más acerca de lo pactado. Acto seguido, el alcalde de A Coruña y uno de los principales promotores de En Marea, Xulio Ferriero, agradeció su “generosidad y altura de miras”. A partir de entonces, se sucedieron los mensajes de felicitación entre los principales líderes de las dos partes, a falta de conocer cuáles serán las condiciones del acuerdo.
Desde la dirección estatal de Podemos Galicia, su secretaría general, Carmen Santos, destacó a última hora en su canal de Telegram la “generosidad” de su partido “ante la no cesión de sus aliados en ciertos puntos” y lo calificaba de “sacrificio inmenso”. Santos llamó a abordar este “giro final” en una Asamblea general autonómica esta misma tarde para “abordarlo en colectivo”. Con esto y tras el cierre la pasada noche del plazo para inscribir coaliciones electorales, finalmente la fórmula para concurrir a las elecciones no podría ser otra sino la de partido instrumental.
La historia del desencuentro venía de lejos. Podemos acudió junto a las organizaciones por la confluencia en Galicia (Anova, Esquerda Unida y otras mareas municipales) por primera vez a las elecciones del 20 de diciembre de 2015, en las que superó en casi 4 puntos al PSOE, aunque quedó muy lejos del PP. En la reedición de la confluencia el pasado 26J, perdió 1 de los 6 diputados que había conseguido y empató en porcentaje de puntos con los socialistas. Con estos mimbres y con la fecha de las elecciones gallegas aún en el aire, las dificultades para reeditar la confluencia entre Podemos y el resto de sus socios gallegos eran visibles desde el inicio de las conversaciones. La intención de la dirección del partido morado, renovada en abril con Carmen Santos como Secretaria general tras una crisis interna, era liderar la confluencia, según contamos en este medio.
El resto de fuerzas de En Marea: Anova, Esquerda Unida (federación gallega de IU) junto a las mareas locales lideradas por los alcaldes de A Coruña, Santiago y Ferrol (Xulio Ferreiro, Martiño Noriega y Jorge Suárez) y otras fuerzas de la izquierda alternativa y ciudadanas se pusieron en marcha el pasado 30 de julio en encuentro bajo el nombre Marea Constituinte. Al día siguiente, Podemos Galicia lanzaba una consulta a su bases para decidir si acudir o no “en alianza” con estas fuerzas. Pese a no hacer referencia a la forma jurídica de esta alianza, que finalmente fue aprobada con un 75% a favor, desde la secretaría general del partido defendían abiertamente la fórmula de la coalición electoral frente al partido instrumental que pretendía crear la nueva marea.
El 1 de agosto, el actual presidente de la Xunta, Núñez Fejioo, fijaba la fecha de los comicios: el 25 de septiembre, y los acontecimientos comenzaron a acelerarse. Ambas organizaciones echaron a andar con sus propios calendarios internos y primarias por separado, aun cuando ambos apelaban a la unidad y a encontrar la forma de concurrir juntos a las elecciones del 25S. Hoy hace una semana, tanto Podemos Galicia como En Marea habían presentado ya sus candidatos oficiales o de consenso: la profesora universitaria Magdalena Barahona y el juez Luis Villares, respectivamente. Al poco, el sector crítico con la dirección gallega de Podemos presentaba su propio candidato, José García Buitrón, senador durante la breve legislatura pasada, en una apuesta por la unidad sin fisuras.
Con el tiempo corriendo, los encuentros se intensificaron a partir del este miércoles cuando el secretario de organización estatal de Podemos, Pablo Echenique, solicitaba una ampliación del plazo de inscripción de primarias de En Marea para seguir negociando. El plazo acabó, pero En Marea dejó abierta la posibilidad de estudiar una vía excepcional para incluir a los morados y continuaron negociando, esta vez con el secretario general y la responsable de Análisis Político de Podemos, Carolina Bescansa, presentes.
A primera hora de ayer, tras un encuentro que se había alargado hasta pasada la medianoche, las negociaciones llegaron a parecer rotas, el candidato de En Marea a la Xunta, Luis Villares, decía en Twitter que no habría acuerdo, al no haber “acercamiento con respecto a la fórmula de la concurrencia”. Pablo Echenique rebaja la tensión unas horas después asegurando en una comparecencia que aunque todavía existían “importantes diferencias”, su intención era llegar a un acuerdo “hasta el último momento”. Echenique destacó las “renuncias” de su partido: la posibilidad de entrar en las primarias que se celebran en En Marea y que sus candidatos dieran “un paso atrás”, dejando el camino libre al de En Marea. Con avances reconocidos por las dos partes en la integración de un censo común con sus respectivos inscritos para unas primarias conjuntas, el principal obstáculo seguía siendo la fórmula por la que concurrir: el partido instrumental o la coalición electoral.
Así se llegó a las negociaciones de ayer, que culminaron al filo de la medianoche con el cruce de mensajes de agradecimientos y felicitaciones a través de las redes sociales entre los principales actores de la negociación. Pablo Iglesias fue el primero en anunciar el acuerdo, pero no entró en detalles: “Podemos estará con En Marea sea cual sea la fórmula”. El regidor de A Coruña, Xulio Ferreiro, agradecía por su parte al líder de Podemos su “generosidad y altura de miras”.
Menos mal. Otra cosa hubiera sido un fracaso. Ahora, a ganar.
Unidad sin fisuras….va a ser que no, unidad con pinzas más bien.
Que Podemos en Galicia, con un partido sumido en el caos y los conflictos internos pretenda tomar una postura dominante sobre todos los demás que allí son más fuertes, mejores y más organizados es un indicativo de soberbia mayúscula.
El comportamiento centralista, con Bescansa y Echenique al mando y la comanda final de Iglesias desde Madrid, imponiendo su autoridad absoluta y absolutista indica todos los males de este partido de una mentalidad, maneras, comportamientos y esquemas mentales inasumibles y que solo se toleran mientras tengan éxito electoral. A ver cuando excretamos estos elementos y su estrechez y bajura de miras.
Sea como sea, alguien debe pagar por el fiasco y creo que todos los boletos los compró Carmén Santos. O en Podemos, ¿nunca hay culpables?