Mariano Rajoy está obligado a presentarse a la investidura como candidato a la Presidencia del Gobierno por decisión del Jefe del Estado, el rey Felipe VI. Sus explicaciones a los periodistas en La Moncloa, dando a entender que condicionaba el encargo a la obtención de los votos suficientes para ser investido, es decir que le había dado un sí condicionado, fue un ardid político de mal pagador para presionar a los dirigentes de los demás partidos. Diga lo que diga, Rajoy debe cumplir la Constitución y someterse a la investidura, tanto si triunfa como si fracasa.
En este sentido fue inequívoca la comunicación oficial de Felipe VI a la presidenta del Congreso, Ana Pastor Julián, al término de la ronda de consultas con los 14 representantes de las fuerzas parlamentarias. Pasadas las 19:30 horas de ayer, el rey entregó a Pastor el documento proponiendo al presidente del PP como candidato a la Presidencia del Gobierno, de acuerdo con el procedimiento establecido en el artículo 99 de la Constitución.
El segundo epígrafe del mencionado artículo dispone textualmente: "El candidato propuesto conforme a lo previsto en el apartado anterior expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara". Por tanto el mandato constitucional es claro según los letrados de las Cortes Generales consultados.
El artículo 170 del Reglamento del Congreso, al que se refirió ayer el portavoz del PSOE, Antonio Hernando para despejar la ambigüedad de Rajoy ante los periodistas, establece textualmente: "En cumplimiento de las previsiones establecidas en el artículo 99 de la Constitución, y una vez recibida en el Congreso la propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno, el Presidente de la Cámara convocará el Pleno".
La presidenta del Congreso, Ana Pastor, leyó ante los periodistas la nota con la decisión del jefe del Estado: “Tras celebrar consultas con los representantes de los grupos políticos con representación parlamentaria vengo en proponer al excelentísimo señor don Mariano Rajoy Brey como candidato a la presidencia del Gobierno, lo que le comunico a usted para que se formule al Congreso de los Diputados la oportuna propuesta. Firmado: Felipe rey”.
Pastor añadió que hablará con Rajoy para abrir un plazo en el que el candidato pueda recabar los apoyos necesarios para formar un gobierno estable, “que es lo que deseamos todos”. En función del plazo de negociación que Rajoy estime necesario (el de la investidura fracasada de Pedro Sánchez fue un mes), la presidenta fijará la fecha del pleno de investidura que, según el portavoz del PP, Rafael Hernando, podría tendría lugar entre el 22 y el 27 de agosto.
A la ambigüedad de Rajoy sobre si se someterá o no a la investidura en función de los apoyos que tenga se ha sumado este viernes el vicesecretario de organización del PP, Fernando Martínez Maillo, al afirmar en la Cadena Ser que el líder de su partido "no dijo ayer que no lo fuera hacer, pero tampoco dijo que lo fuera a hacer, así que es una posibilidad que existe". Maillo reforzó su argumento diciendo que "la Constitución contempla unas posibilidades, otras no las contempla y, por tanto, no las prohíbe". En su opinión estamos ante "un debate interpretativo de la Constitución".
Sin embargo, no hay ninguna duda es de que el rey ha aplicado la facultad que le concede el artículo 62-d de la Constitución de "proponer el candidato a Presidente del Gobierno" y lo ha hecho en la persona de Rajoy. Según el constitucionalista y letrado de las Cortes, José Fernando Merino Merchán, el jefe del Estado dispone de "un margen de tolerancia condicionado a la correlación de fuerzas en el Congreso", algo que el rey ha evaluado antes de tramitar su propuesta, ante la que solo cabe, según los expertos consultados la "obediencia constitucional" y reglamentaria. Así se recoge en la amplia doctrina existe, actualizada por el letrado Vicente Moret.
Aunque el mandato de someterse a la investidura es claro, Rajoy se esmeró el jueves en oscurecer su obligación desde su primera frase (“El rey me ha encargado que intente la investidura”) hasta la penúltima, sobre la eventualidad de que el candidato sea otro dirigente de su partido (“No conviene adelantar acontecimientos”). Como es sabido, el posible aliado y presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha manifestado reiteradamente que Rajoy es un obstáculo para el pacto.
Rajoy abundó en la confusión. Tras apelar a la responsabilidad de los demás, dijo que va a “reforzar los esfuerzos negociadores y en un plazo razonable informaré”. Con esta frase dio a entender que puede eludir la investidura si no tiene apoyos suficientes e informar al rey, algo que corresponde a la presidenta del Congreso a los meros efectos de comunicarle el resultado de la votación. El eventual fracaso del candidato abre un plazo de dos meses en el que el primer partido en votos y escaños podrá presentar a otro candidato que concite más apoyos de los que desde el 20D ha conseguido Rajoy, quien rechazó por dos veces someterse a la investidura y tras el fracaso del secretario general del PSOE, con el único apoyo de C's (131 votos), forzó nuevas elecciones generales el 26J.
¡Vaya tío perro y tramposo! Siempre burlándose de los demás desde el burladero. A ver si se le acaba el juego.
Esto es un pulso en toda regla…¿qué harán el resto de partidos «constitucionalistas»? El PSOE esperemos que una oposición responsable sin manifestaciones ni nada que se le parezca.
No nos calentemos la cabeza, Rajoy no se va a presentar salvo que tenga la investidura amarrada. A estos les da igual lo que dice la ley, aplican su ley como muy buena gente de bien y de derechas. Por eso con más motivo Psoe y C’s deben decir no al Pp, por tramposos y que Sánchez se presente y sea elegido Presidente con los votos de Psoe y UP y la abstención de C’s para evitar terceras elecciones que es lo desea el Pp.