Actualización de las 20:15 con las declaraciones de Luis Alegre un descanso del Consejo Ciudadano autonómico
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, trasladó ayer los problemas territoriales, evidenciados con las dimisiones en el órgano de dirección de la Comunidad de Madrid, a la dirección estatal. El cese de Sergio Pascual como secretario de Organización supone la crisis interna más grave en la corta vida del partido, aunque desde Podemos se intenta minimizar de forma pública su relevancia y lo enmarcan en un mero problema de reconfiguración de la organización.
Las fuentes consultadas por cuartopoder enmarcan precisamente este último acontecimiento en un intento de “ordenar un desorden”. En este sentido apuntan a que en los dos primeros años el peso en la construcción de los equipos organizativos era de Íñigo Errejón. Coincide también que Iglesias se centró más en aquellos momentos iniciales en su labor como eurodiputado. Las mismas fuentes descartan que se trate de una lucha por el control del partido, sino de unos ajustes para buscar más equilibrio. Pascual, así como las personas que dimitieron en Madrid, son más cercanos a las tesis del número dos del partido. A ese aspecto se suman también la acumulación de problemas territoriales sin resolver y que afectaban a la imagen de la organización en el proceso de investidura. Esas fuentes destacan que Pascual estaba al corriente del detonante “irresponsable” e “inoportuno” de los dimisionarios madrileños y que no hizo nada por atajarlo. “No podían quedar sin consecuencia estas dimisiones”, añaden estas fuentes reconociendo que Errejón pierde ahora peso en el partido.
Pascual acumulaba además varios cargos como el de consejero en Andalucía y el de diputado en el Congreso. Fuentes conocedoras de la vida interna del partido consideran que la operación de los dimisionarios madrileños fue percibida por Iglesias como una “traición” y un “ninguneo” resaltando la “inacción” y “neutralidad” de Errejón y Pascual. Añaden que se ha aprovechado un momento de ataques de los adversarios políticos para cobrar piezas internas en Madrid. “Eso Iglesias no lo podía perdonar”, destacan. En cualquier caso estas fuentes insisten también en que el liderazgo de Iglesias no está en cuestión y que las relaciones con Errejón no deben verse afectadas a nivel político, algo que confirman también fuentes de la dirección estatal. “Aprender a convivir requiere más pedagogía”, afirma un dirigente apuntando a que las dimisiones en Madrid u otros lugares se deben a la juventud del proyecto. “Hay gente que quiere ir al sprint y esto es un maratón”, añade.
Fuentes del Consejo Ciudadano autonómico de Madrid destacan a este medio que se enteraron de la destitución de Pascual a la vez que los medios. Recuerdan que varias de las personas dimitidas como Loreto Arenillas, Emilio Delgado o César Mendoza formaban parte del equipo estatal de Pascual. “Como sigamos en esta espiral tendremos un problema como organización. Tendremos que intentar calmar las aguas y que no haya venganzas”, afirman. Consideran los consejeros consultados que el órgano de dirección tiene que mostrarse unido y con un mensaje apaciguador.
Precisamente hoy tienen la oportunidad porque se reúnen esta tarde por primera vez desde que se produjeron las dimisiones. Un encuentro que, según señaló Luis Alegre el pasado jueves, debe servir para solventar los problemas. Además, el líder madrileño ha comparecido ante los medios de comunicación por vez primera desde los últimos acontecimientos. Alegre ha reconocido que en Podemos Madrid existen "problemas organizativos" pero que no son políticos. Preguntado sobre si se plantea dimitir ha contestado que no se plantea "nada que no sea seguir trabajando por lograr el objetivo" con el que nació Podemos. Además ha afirmado que se siente respaldado por el Consejo Ciudadano y que el órganos estaba funcionando con "normalidad". "No es el momento de seguir mirándonos el ombligo", ha añadido. Para Alegre, que exista una corriente "errejonista" es una "construcción periodística que no se corresponde con la realidad". "No hay dos almas en Podemos, hay 400.000", ha dicho en referencia a todos los inscritos en la formación.
Por su parte, el primero en dimitir, Delgado, se ha solidarizado con Pascual en un mensaje a través de Twitter en el que afirma lo siguiente: "Sergio Pascual, todo mi apoyo y gratitud por un trabajo descomunal, muy triste que pagues tú por la irresponsabilidad de otros. Mucho".
Durante la mañana, varios dirigentes se han pronunciado sobre la destitución de Pascual. Irene Montero ha señalado en rueda de prensa que había una “pérdida de confianza” sobre la persona que era el máximo responsable de las cuestiones territoriales. “Cuando hay problemas organizativos hay que afrontarlos”, ha añadido, utilizando también las palabras del comunicado emitido ayer calificando la gestión de Pascual como “deficiente”. Montero ha contado que Iglesias le trasladó ayer la decisión de manera personal a Pascual tras la sesión del Congreso. Todavía no hay fecha para el próximo Consejo Ciudadano Estatal en el que se debe nombrar un nuevo responsable de organización. Hasta ese momento, Iglesias asume el cargo. Rafa Mayoral, en declaraciones en el Congreso, ha afirmado que “había necesidad de realizar cambios en el ámbito de la política organizativa”. Carolina Bescansa, en una entrevista en Telecinco ha destacado que los problemas territoriales eran evitables y se podían haber gestionado mejor desde la secretaría de Organización. “Sergio no ha hecho el trabajo correcto para evitarlas”, ha afirmado. Bescansa ha admitido discrepancias sobre cuestiones tácticas en el seno del partido, pero ha dicho que más allá de eso el partido está unido.
Pascual era visto con recelos también en varios frentes. Uno de los más significativos es el de Anticapitalistas, con quienes ha tenido diferencias sobre todo en Andalucía con las posiciones mantenidas por la secretaria general Teresa Rodríguez. En Galicia, el sector afín a Breogán Rioboó ha tenido diferencias visibles y hay quien pone en el punto de mira también a Pascual por otras crisis como la de Euskadi, en la que el exsecretario general Roberto Uriarte criticó a los “generales mediocres”. También en IU varias fuentes achacan una gran responsabilidad de Pascual en el fracaso de las negociaciones para la fallida confluencia antes de las pasadas elecciones generales. La destitución de Pascual se produjo pocas horas después de que Iglesias lanzara una carta pública a la militancia en la que, entre otros asuntos, comentaba la necesidad de que se asumieran responsabilidades por las dimisiones en Madrid. Esas responsabilidades, de momento, sólo las ha asumido el secretario de organización estatal.
Dice cosas graciosas el artículo. «Las fuentes consultadas…hablan de ordenar el desorden». ¿Qué fuentes, las de un lado o las del otro? Que Pablo Iglesias se centró en su labor de eurodiputado…¡Pero si estaba todo el día en los platós de televisión! En fin, en lugar de un artículo-análisis, un artículo-herramienta con función justificante.
DE LA MAGNA CARTA DE PABLO M. IGLESIAS A SU MILITANCIA: » En Podemos no hay ni deberá haber corrientes ni facciones que compitan por el control de los aparatos…,; no campos de batalla…»; pero ¿… y la libertad interna…? Es decir, todos los demás, excepto uno, sordos, mudos, ciegos y mansos cual si fuesen tórtolas o palomas; igualitos, igualitos y lo mismito que en la Edad Media con sus súbditos, sus sirvientes y villanos, con sus pagadores de tributos y sus luchadores en mil guerras y perdedores siempre…? En suma, unos nadas o nadies y como siempre a callar, a callar y a callar…¿ Son estos los votantes que lo hacían con ilusión, con esperanza y buena fe…? Y si algo enseñó aquel señor barbudo, el citado en la carta, todo terminó sobre la pizarra de las cuentas; lo demás se condensa en un cúmulo de errores terribles y desgraciadamente demostrados. ¿ Es que para don Pablo o Podemos, el XXI era esto, este ejemplo, esta carta…? Saludos, saludos dolientes, pero saludos.
Parece evidente por los resultados electorales que todos han hecho bien su trabajo y ahora los «cercanos» y lejanos» a las socorridas «tesis» se pelean por otra cosa: el poder y la pasta. Eso sin contar que la carta de Iglesias ya apunta maneras de intolerancia y sumisión al líder, indignas de los seres más evolucionados.
Revisar las formas. aprender de los errores. En Andalucía se fracasó y se miró para otro lado cuando es un nicho de votos para Podemos. En ese análisis de lo que pasó en Andalucía hay culpables y Pascual es el primero. Es más, si hay nuevas elecciones se deben revisar las listas hechas a dedo por Pascual.
San Martín, San Martín. Ya es época d matanzas?