La Cumbre de París que se celebrará en la capital francesa la próxima semana, desde el 30 de noviembre hasta el 11 de diciembre, es crucial, según las organizaciones ecologistas, para detener el cambio climático y el calentamiento global. En ella se decidirá qué acuerdo sustituirá al Protocolo de Kioto vigente y, según explica a cuartopoder.es Javier Andaluz, responsable de Clima de Ecologistas en Acción, "los compromisos presentados por las distintas partes son insuficientes para frenar el camino al colapso ambiental al que el modelo imperante de producción y consumo nos está dirigiendo". Por ello, se celebrarán en todo el mundo más de 2.000 movilizaciones para presionar a los gobiernos a que los acuerdos a los que se lleguen sean más respetuosos con el medio ambiente y con el Planeta, y que se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero para que el aumento de la temperatura global no supere los dos grados centígrados, tal y como recomienda la ONU.
En el caso concreto del Estado español, están previstas más de 30 protestas en otras tantas ciudades durante todo el fin de semana. En Madrid, la manifestación se celebrará el domingo, a partir de las 12 horas, desde la Plaza de Cibeles hasta la Puerta del Sol. En Barcelona, por su parte, la marcha comenzará a las 11:30 horas en la Plaza de la Catedral y se dirigirá hasta el Parque de la Ciudadela. En Valencia se realizará una concentración en la Plaza del Ayuntamiento a las 10:30 horas. En Bilbao la manifestación se realizará el sábado, partiendo a las 12 horas desde la Torre de Iberdrola. En Sevilla se ha organizado una 'bicicletada' desde las 12 horas desde la Plaza de San Telmo hasta la Alameda de Hércules.
"La gente tiene que salir para presionar a los gobiernos. Estamos ante una cumbre en la que nos jugamos que la reducción de emisiones sea vinculante o no, que tengan la obligación los países de cumplir con esas reducciones o no", comenta a este medio Rosa Martínez, coportavoz estatal de Equo. La dirigente del partido ecologista añade: "Creo que la cuestión es que la ciudadanía tiene que demostrar que el cambio climático o el cambio de modelo energético es un tema muy importante, nos estamos jugando nuestro presente y nuestro futuro". "Los gobiernos tienen que escuchar a la gente, más allá de las multinacionales. Manifestarse en apoyo de la reducción del cambio climático va a posicionar a los gobiernos en París", considera Martínez. Para Tatiana Nuño, de Greenpeace, por su parte, "la sociedad civil tiene que salir a la calle preocupada y pedir un acuerdo vinculante, ambicioso y que a nivel tanto técnico como político sea un avance para conseguir combatir el cambio climático".
Greenpeace lanzó un informe a principios de este mes en el que analiza la importancia de la Cumbre de París y contextualiza los objetivos que para los ecologistas se deberían conseguir y los problemas de no hacerlo. En la misma línea, ha promovido la campaña "Héroes Anónimos por el Clima", que llevará a siete ciudadanos anónimos a París, donde participarán en el encuentro internacional. "Hay países más proactivos y otros que tienen una posición de retrasar los objetivos de la UE. En concreto España no ha tenido ninguna posición proactiva para que estos objetivos de reducción de emisiones, de apostar por la energía renovable y la suficiencia energética sean efectivos", relata Nuño. "Con el fomento del uso de las energías sucias, las prospecciones de Canarias y la costa mediterránea, el fracking... España sigue perpetuando el modelo de energías obsoletas", prosigue la activista de Greenpeace. "Somos el único país de la Unión Europea que ha crecido en consumo de carbón de importación", asegura sobre las políticas desarrolladas por los gobiernos españoles.
Por estos motivos, los ecologistas se muestran poco esperanzados con respecto al acuerdo que salga de la Cumbre. Javier Andaluz, de Ecologistas en Acción, lo explica así: "Ya tenemos todos los documentos que se han enviado para discutir en la Cumbre. Los compromisos presentados por los países son insuficientes, incluso teniendo en cuenta el objetivo de Naciones Unidas, porque aunque nosotros defendamos que el aumento en los próximos años sea de 1,5 grados centígrados, la ONU defiende 2, pero los objetivos presentados por los países son superiores a 3 grados". "Son claramente insuficientes, el borrador de acuerdo sigue insistiendo en medidas que para nosotros no deben estar, como las falsas soluciones al cambio climático, como la captura y el almacenamiento de carbono que es una tecnología experimental, con enormes riesgos, y que sigue un modelo de consumo de combustibles fósiles y de perpetuar en beneficio de corporaciones empresariales", relata este portavoz de Ecologistas en Acción. "Creemos que son insuficientes las propuestas, con ellas no se mantendría el aumento de la temperatura por debajo de 2 grados, que es lo que sería controlable y abarcable a un coste altísimo de todas maneras, pues estamos ya en un punto en el que lo que haya que invertir en adaptar y mitigar las consecuencias del cambio climático va a tener un coste económico, social y ecológico enorme", dice al respecto la coportavoz de Equo.
Para Rosa Martínez, las consecuencias de que permanezca el cambio climático y continúe el aumento del calentamiento global son desastrosas. "Se traduciría en muchas más sequías y desertización. En España no podríamos cultivar, con ese aumento en más de dos grados, aceituna en Andalucía, las naranjas no podrían crecer en Valencia y los mayores productores de vino serían Reino Unido y Hungría por lo que el vino de La Rioja desaparecería", cuenta Martínez. "En la Cumbre del Clima nos jugamos, por ejemplo, las condiciones de habitabilidad del sureste español. Las condiciones del suelo y de agua variarían tanto que en la zona de Murcia, Almería, Albacete... mucha gente tendría que abandonar sus empleos, no tendrían de qué vivir", añade la dirigente del partido ecologista, explicando: "En el 2050, la subida de temperaturas, olas de calor continuas y sequías prolongadas harán imposible el actual modo de vida en esa región: agricultura intensiva y turismo de masas". "También habría una intensificación de los desastres naturales. Muchos países del sureste asiático están aumentando la frecuencia y virulencia de estos desastres, a parte de la subida del nivel del mar, que pone en peligro la existencia de muchos países", prosigue. Por ello, más de 400 organizaciones de todo el Estado español, entre ecologistas, sindicales, políticas o sociales, se han unido en la Alianza por el Clima y llaman a la ciudadanía a salir a las calles este fin de semana.