El Gobierno y la CNMV dicen que las trampas de la Banca son materia secreta

En el país de la transparencia legal ni siquiera un diputado puede conocer cuántos expedientes ha abierto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a las entidades financieras por la colocación de “productos híbridos” a los pequeños ahorradores. Estamos hablando de las malhabladas “participaciones preferentes”, la “deuda subordinada”, las “células hipotecarias”, los “pagarés”, los “depósitos mixtos” y otros inventos considerados un chollo para la Banca.

El caso es que el 21 de abril del corriente, el diputado socialista cordobés Antonio Hurtado, destacado defensor de los preferentistas, formuló al titular de Economía y Competitividad la siguiente pregunta: “¿En qué situación se encuentran los distintos expedientes sancionadores abiertos a las Entidades Bancarias por la comercialización de productos híbridos?” Tal es el respeto y la educación de su señoría que escribió “entidades bancarias” con mayúscula.

Y mayúscula ha sido su sorpresa cuando el ministro Luis de Guindos le ha contestado que los expedientes abiertos y su fase de tramitación están protegidos por el secreto. Con la cortesía parlamentaria y las invocaciones legales del caso, le dice que sólo si esos datos fueran solicitados por una “comisión parlamentaria de investigación” podrían ser enviados al Parlamento. Como se recordará, el PP ha utilizado su mayoría absoluta para rechazar todas las propuestas de investigación del 'caso Bankia', la crisis bancaria y la estafa de las preferentes.

El titular de Economía fundamenta la negación de información diciendo que es necesario proteger la eficacia de las actuaciones de la CNMV y también los derechos de los accionistas y directivos de las empresas bancarias, que podrían verse perjudicados si trascendiera la información sobre los expedientes por colocar “productos híbridos”. No obstante, De Guindos recuerda que el Congreso puede citar a comparecer a la presidenta de la CNMV, la exministra del PP Elvira Rodríguez, en la comisión de secretos oficiales.

El celo del Gobierno en proteger la buena fama de los Bancos posee, en opinión de Hurtado, algunas motivaciones de fondo; la principal sería la falta de diligencia de la CNMV para expedientar y sancionar a los mayores mercaderes de preferentes, entre los que figura Lehman Brothers, el gigante financiero estadounidense quebrado, del que De Guindos fue director para España y Portugal.

Cierto es que tampoco se puede olvidar que, como ya pusieron de relieve en 2009 los economistas José Manuel Marqués Sevillano y Alicia Sanchis Arellano en la revista de estudios del Banco de España, la presencia de “productos híbridos” en el capital de las entidades financieras se vio incrementada por el sesgo que mostraron las autoridades a la hora de elegir este tipo de instrumentos para reforzar los recursos propios de algunas instituciones.

Esos y otros factores han hecho que las sanciones de la CNMV hayan sido ridículas, cuando no inexistentes. Frente a la ingeniería financiera y las trampas mil millonarias a costa de los pequeños ahorradores a los que colocaron participaciones preferentes y otros productos de alto riesgo que solo beneficiaban a las entidades bancarias, las sanciones han llegado con cuenta gotas y las multas no han sumado ni 20 millones de euros.

Los Bancos sancionados por colocar “productos híbridos”, también llamados "estructurados", han sido el Barclays Bank en 2012 (600.000 euros de multa), el Santander en 2014 (una multa de un millón de euros por comercializar preferentes, otra de 10 millones por la opacidad de los llamados "Valores Santander" y una tercera de 6,9 millones de euros por el incumplimiento de obligaciones con los clientes respecto al producto "Valores Santander"), el Deutsche Bank también en 2014 (600.000 euros) y Nova Caixa Galicia Banco este año, con varias multas de distintas cuantías.