Grupos como Ecologistas en Acción o la Plataforma contra el Cementerio Nuclear en Villar de Cañas (Cuenca), acusan al Gobierno de Mariano Rajoy de presionar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para que se agilicen los trámites de la construcción de esta infraestructura antes de los próximos comicios generales previstos para finales de año. Además, aseguran que "se ha realizado la Evaluación de Impacto Radiológico y se quiere otorgar la autorización previa o de emplazamiento sin que la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) haya concluido todos los estudios geológicos". "Enresa licitó nuevos estudios geológicos del emplazamiento del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas por un valor de 1,17 millones de euros, actividad que empezaría el próximo septiembre y tendría una duración de 8 meses", comenta a cuartopoder.es Francisco Castejón, de Ecologistas en Acción, quien asegura que "a pesar de esto, el Ministerio de Industria pretende otorgar la autorización en las próximas fechas, lo que supone una presión inadmisible sobre el CSN, sin realizar los estudios pertinentes sobre el terreno". El CSN tiene programado un pleno el día 22 de julio, los ecologistas temen que se apruebe ese día. "¿Cómo este organismo puede pronunciarse sobre la calidad del emplazamiento sin haberse realizado las pruebas de caracterización, salvo que estas pruebas sean innecesarias, y en ese caso la empresa pública esté tirando 1,17 millones de euros?", se cuestiona este miembro de la organización ecologista.
Además, Castejón advierte de la forma en la que se están tomando las decisiones por parte de las administraciones gobernadas por el PP con respecto al ATC. "Hemos visto la aprobación del impacto radilógico sin conocer el riesgo de accidentes, pero también cómo justo después de las elecciones regionales, cuando María Dolores de Cospedal no revalida la mayoría absoluta, diputados en funciones aprueban el Plan de Ordenación Municipal de Villar de Cañas, diputados que acaban de perder las elecciones". Por ello, el ecologista tilda la operación de "ocultista y antidemocrática". Para el activista de Ecologistas en Acción, "hay que tener en cuenta que en pocos meses hay elecciones y podría haber un cambio en el poder. Si finalmente se construye el ATC allí, debería decidirse esto con un mayor consenso y no mediante esta forma de proceder con prisas, ya que es un proyecto que tendrá consecuencias durante 60 ó 100 años en la zona". En la misma línea se muestra Miquel Crespo, de la mesa de coordinación de Equo Castilla-La Mancha, y asegura: "Intentan llevar a cabo, con prisas, un proyecto que es inviable por las características del terreno, para no reconocer todos los errores del pasado, algo que no se les pasa por la cabeza, ni para tener que volver a buscar un emplazamiento, lo que alargaría el proceso años".
Diferentes grupos políticos y sociales han denunciado durante los últimos años los riesgos que esta construcción podría tener para la población y el entorno. Crespo explica, en primer lugar, que "ligados al tema del transporte de los residuos hay muchos peligros, ya que en el punto de concentración el riesgo va aumentando, y en los alrededores del almacén se unen todos los residuos que llegan de diferentes puntos geográficos". El dirigente de Equo añade: "También existen riesgos ligados al espacio en el que se pretende instalar el ATC, fundamentalmente relacionados a un tipo de suelo que no es adecuado en cuanto a estabilidad o a potencial sismicidad". Crespo recuerda que en febrero hubo un terremoto con epicentro en la población albaceteña de Ossa de Montiel, no muy lejos de Villar de Cañas. Al respecto de esto, Víctor García, de la Plataforma contra el Cementerio Nuclear, declara: "Los estudios geológicos son los que te van a decir cuál es el tipo de suelo y qué problemas fundamentales te vas a encontrar, por lo que son fundamentales para una construcción de estas características, por eso es necesario que se lleven a cabo", añade García. "También hay problemas hidrológicos, el proyecto está trazado en un comienzo de cuenca hídrica", prosigue, "lo cual haría más fácil una migración de los radionucleidos".
Este ingrante de la plataforma conquense también considera que el Gobierno está intentando "llevar al límite la ley, más allá de lo recomendable y lo sensato". "A nivel autonómico hicieron todo lo posible antes de que entrara el actual ejecutivo y ahora el Gobierno estatal está presionando al CSN", dice el integrante de la plataforma. "No es un buen suelo para gestionar residuos nucleares, porque no es estable y porque no se podrá construir en el futuro un almacen de residuos profundo, debido a los materiales inapropiados de este terreno", concluye al respecto. Por su parte, Castejón, de Ecologistas en Acción, comenta: "Hemos mantenido una reunión con el Gobierno actual de Castilla-La Mancha (del PSOE, liderado por Emiliano García-Page) y están dispuestos a poner todos los impedimentos legales posibles contra el cementerio nuclear. Hemos estado discutiendo con ellos y no están a favor de la construcción del ATC en Villar de Cañas".
Mientras tanto, los grupos ecologistas seguirán con las movilizaciones sociales para paralizar este proyecto. El próximo 22 de julio se concentrarán en la puerta de la sede del CSN, haciendo coincidir la acción con la reunión del organismo. "Vamos a hacer acciones de protesta frente al CSN, ya que hasta ahora estaba realizando su trabajo de forma apropiada, pero creemos que no debe someterse a las presiones del Gobierno y que debería mantenerse más firme a la hora de tomar sus decisiones". Unas movilizaciones que en la región han ido "in crescendo", según describe Crespo, durante los últimos años: "como todo, cuesta moverlo al principio y cuesta que te vean, pero el movimiento sigue fuerte y muy activo". Este integrante de la mesa de coordinación castellano-manchega de Equo no comparte los beneficios en materia de empleo que la construcción del ATC podrían generar en la zona de este municipio conquense, según han repetido los diferentes gobiernos populares. "Una instalación con un nivel de especialización como es un emplazamiento de residuos nucleares genera un número de puestos muy especializados, la población de la zona no tiene, en gran medida, esa especialización, todo lo que es el sistema de control está muy tecnificado y la cualificación del personal es muy alta, en cuanto a la construcción, tiene un nivel de exigencia muy alto, es una construcción industrial, muy tecnificada, que no generaría empleo en la zona", comenta. "El trabajo no se quedaría en casa, los riesgos sí", valora.