Moreno Bonilla y Mato gastaron 175.000 euros en mobiliario y decoración en el Ministerio de Sanidad

El candidato del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía y exsecretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad hasta hace un año, Juan Manuel Moreno Bonilla, y su superiora como ministra de Sanidad, Ana Mato, gastaron 175.000 euros en renovar y ampliar el mobiliario y la decoración de sus dependencias ministeriales. Son datos aportados por el Gobierno en respuesta al diputado socialista catalán José Zaragoza y publicados el jueves pasado por el Boletín Oficial de las Cortes Generales (ver página 418). Si se incluyen obras menores, el gasto supera 450.000 euros.

Trabaja, pero con comodidad. Con ese lema accedió Moreno Bonilla en enero de 2012 a las dependencias del Ministerio de Sanidad como número dos de la compañera en la dirección del PP, Mato Adrover, mujer de confianza de Javier Arenas y del propio Mariano Rajoy. Nada más ocupar el despacho en el edificio de la calle de Alcalá, 37, sede del antiguo Ministeiro de Igualdad, en el que la antecesora socialista Bibiana Aído realizó unas mejoras con un coste estimado en su día de 5 millones de euros, el nuevo alto cargo advirtió carencias de mobiliario y descubrió la incomodidad del sillón, de modo que ordenó los primeros cambios por valor de 18.000 euros.

Paralelamente su compañera Mato hizo lo propio en la planta noble del edificio del Paseo del Prado, donde la decoración y el mobiliario no estaban a su gusto y dejaban bastante que desear. Por poner un ejemplo, no había lavabos adaptados a las necesidades de las personas con discapacidad física, y eso en un departamento que vela (o debe velar) por el cumplimiento de la normativa pública al respecto era motivo de crítica y reproche. Estas obras menores y necesarias se realizaron rápidamente y se incluyeron en la partida de gasto corriente, junto con el cambio del mobiliario y decoración.

En conjunto, el gasto en muebles, mejoras y acondicionamiento de despachos de la alta dirección ministerial supuso un desembolso de 484.000 euros con cargo al Presupuesto de 2013, que fue el año que más creció el paro (un millón de nuevos desempleados) y que más recortes acometió el Ejecutivo en materia sanitaria, educativa y de servicios fundamentales para las personas más necesitadas.

Claro que el departamento de Mato y Moreno no fue el que más gastó en mobiliario y acondicionamiento, pues Asuntos Exteriores cuadruplicó su gasto y Defensa lo triplicó por los mismos conceptos. La comparación más odiosa para los gobernantes es que mientras dedicaban 16 millones de euros al plan contra la pobreza infantil, elaborado por el departamento de Mato y Moreno, los ministros y altos cargos gastaron más de 20 millones en mobiliario, decoración y otros elementos como la mejora del aire acondicionado en sus despachos y los de sus colaboradores inmediatos.

En descargo del gasto de Sanidad hay que decir que unos 220.000 euros se destinaron a ampliar una escalera para adaptarla a la normativa de evacuación. En la materia estricta de adquisición de poltronas, muebles y decoración, el gasto de la exministra y el exsecretario y candidato del PP andaluz ascendió a 175.135 euros, de los que 131.205 se ejecutaron a través del sistema de compras centralizado (Ministeiro de Hacienda y Administraciones Públicas) y el resto, por importe de 43.927 euros, fueron compras directas por importes que oscilaron entre 12.000 y 500 euros y se consignaron en todos los casos como ofimática o material de oficina.

Sobre la ministra Mato ya es sabido que su cese en el cargo fue ajeno a la gestión como ministra de Sanidad: decreto de exclusión de los inmigrantes, implantación del copago de los medicamentos, recursos contra la central andaluza de compra de fármacos y aliento a las privatizaciones y externalizaciones de los responsables autonómicos de su partido, además de la incompetencia en la crisis del ébola. Rajoy la despidió cuando fue procesada como beneficiaria de la trama Gürtel “a título de lucro personal”.

Su colaborador, Moreno Bonilla, cesó siete meses antes para asumir la presidencia del PP andaluz en marzo de 2014. Y en sus promesas de hogaño si alcanza la presidencia de la Junta de Andalucía figura un Código de Buen Gobierno para imponer a los consejeros y altos cargos “ejemplaridad y austeridad en relación, entre otros asuntos, con el uso de coches oficiales y viviendas, estancias en establecimientos hoteleros, gastos en comidas y viajes y composición de gabinetes”.