Enrique Santiago: “En caso de ruptura deberían quedar fuera los responsables de lo ocurrido en Caja Madrid»
La última vez que este periódico publicó una entrevista a Enrique Santiago fue en abril de este año. Él era secretario de convergencia de Izquierda Unida y presentaba ante la Audiencia Nacional una querella contra José Antonio Moral Santín, Miguel Blesa y una treintena de exconsejeros más. Siete meses después de aquel encuentro, Enrique Santiago ya no es secretario de convergencia de la coalición y el motivo de la entrevista es el conflicto abierto entre Izquierda Unida Federal e IU de Madrid sobre la depuración de responsabilidades políticas en la federación madrileña por el papel que desempeñó, por activa o por pasiva, en el saqueo de Caja Madrid y Bankia.
Enrique Santiago avanza que habrá una reunión entre IU Federal e IU de Madrid aunque advierte que Madrid ya tuvo la oportunidad de aportar todo lo que se le requirió en la Comisión de Transparencia. Considera "inaceptable" que aún no se hayan determinado responsabilidades políticas, salvo en el caso de Antero Ruiz, y avisa de que el “número de votantes que ha tenido IU en Madrid no da patente de corso para protagonizar actuaciones tan reprochables como las que ha habido en Caja Madrid. Por último, considera que en Madrid no hay un riesgo real de ruptura aunque lanza el aviso a navegantes de que, en caso de ruptura, quien sobra son aquellos que no cumplen con los principios estatutarios de IU.
– ¿No resulta contradictorio que la misma formación política que lucha contra la corrupción en los tribunales aún no haya conseguido depurar las responsabilidades políticas en el seno de su propio partido?
– No es contradictorio sino absolutamente inaceptable. Es absolutamente inaceptable que Izquierda Unida no pueda establecer responsabilidades políticas por actuaciones políticas que, sin duda alguna, se han llevado adelante, al menos, con escaso criterio político. En todo caso, es evidente que IU es una organización política dotada de órganos de gobierno, de control y normas estatutarias y que en este caso estamos hablando de una dejación de responsabilidades políticas muy serias ocurridas durante muchos años. A mi entender, de todo esto se deduce una connivencia, una permisividad connivente y, por tanto, es obvio que hay responsabilidades políticas. Si se sabía lo que estaba ocurriendo las responsabilidades políticas son muy graves. Si no se quiso saber y se miró a otro lado, o si se trató de una valoración mal hecha, las responsabilidades políticas también existen. Debemos a nuestra militancia y a los ciudadanos una explicación. Tenemos que asumir responsabilidades. El ejercicio de la política lleva aparejado la asunción de estas responsabilidades.
– La Federación de Madrid se negó este martes a acatar la resolución de Presidencia Federal que pedía dimisiones o ceses y la calificó de desafortunada. ¿Cómo valora usted la resolución de IU de Madrid?
– Es muy mal precedente que frente a la resolución de Presidencia y en vez de realizar el correspondiente análisis de la situación y determinar las responsabilidades, se salga aparentando un ataque contra una resolución que ha puesto negro sobre blanco lo que están demandando los ciudadanos y la inmensa mayoría de la militancia de todas las federaciones de IU. No hay que perder de vista que las federaciones de Aragón, Murcia y Comunidad Valenciana han tomado ya resoluciones exigiendo que alguien en la dirección de IU de Madrid asuma responsabilidades políticas. Es decir, es un grave error que la dirección de Madrid entienda que nos encontramos ante un ataque de la dirección federal. La dirección federal está haciendo de portavoz de la inquietud de la inmensa mayoría de la militancia de IU y, por supuesto, de la ciudadanía.
"La Presidencia federal ha puesto negro sobre blanco lo que están demandando los ciudadanos y la inmensa mayoría de la militancia y de las federaciones de Izquierda Unida" |
– La pelota está ahora en el tejado de la dirección federal. ¿Actuará antes del domingo que se celebra el Consejo Político Federal?
– La dirección federal ya ha actuado. Ha exigido esas responsabilidades y ahora los órganos correspondientes tienen que ver si esa resolución de la dirección federal se ha cumplido o no. No soy partidario de que se cierre precipitadamente el análisis de lo ocurrido. El análisis hay que hacerlo de forma sosegada pero dejando muy claro que es evidente que hay que asumir responsabilidades políticas y que, desde luego, no es coherente, sensato, ni ético pretender presentar que la única responsabilidad incumbe a Antero Ruiz, al que ya se ha exigido la dimisión. No creo que sea un problema de fechas. Creo que el Consejo Político del domingo debe centrarse en sacar adelante el encuentro programático previsto para dentro de 10 días. Esto es lo importante y esto es lo que demanda la sociedad a IU, que también nos pide que seamos coherentes en nuestro funcionamiento interno.
– ¿Entonces no actuará antes del domingo?
– No se puede dar argumentos a nadie para que interfiera en una actividad política tan importante como es el encuentro programático. Los ciudadanos nos están exigiendo dos cosas. Que pongamos orden y que aclaremos qué es lo que ha ocurrido y qué ha fallado para que suceda esto en Caja Madrid y también nos está exigiendo que hagamos política. Por llevar adelante una de estas tareas no podemos dejar de llevar adelante la otra. Las tenemos que compatibilizar. La dirección federal ya ha exigido esas responsabilidades políticas en materia de dejación de responsabilidades, al menos, respecto a fenómenos de corrupción en Madrid y eso se tiene que compatibilizar con llevar adelante de la mejor manera posible el encuentro programático que tenemos a la vuelta de la esquina. En el Consejo Político lo importante es eso. Tampoco hay que olvidar que ya hay una autocalificación de responsabilidades en el mero hecho de que la dirección de Madrid no asuma determinar responsabilidades políticas. Ese mero hecho ya es una asunción de responsabilidad directa de Madrid. Lo importante no es determinar un culpable sino dejar claro que la dirección federal va a hacer lo necesario para establecer donde se han ubicado las responsabilidades políticas.
– ¿Qué próximos pasos puede tomar la dirección federal para hacer cumplir su resolución frente a la voluntad de IU de Madrid?
– Lo primero que hace falta es hacer un llamamiento a la sensatez y al sentido común. Si ese llamamiento no se atiende, los estatutos de IU son taxativos y confieren competencias suficientes a los órganos federales para velar por el cumplimiento de los principios rectores del funcionamiento de IU. El más importante de estos puntos es el de los compartimientos éticos y la defensa de nuestros programas. No se trata de hacer de esto un problema estatutario y recomiendo que las personas afectadas (que están de una forma cobarde negándose a establecer las responsabilidades) no recurran o pretendan retrasar este problema mediante recursos estatutarios. Si así fuera tienen las de perder.
– ¿Puede la dirección federal de IU exigir esas dimisiones directamente?
Desde mi punto de vista, por supuesto. Si no lo hemos hecho es porque entendemos que es un problema político que requiere una solución política en la que tiene que implicarse la dirección de Madrid. No deben dejar de pasar esa oportunidad.
– La resolución de IU de Madrid de este martes pedía una reunión con la dirección federal. ¿Se producirá esta reunión?
– Existirá esa reunión y tendremos las reuniones que tengamos que tener. No obstante, conviene recordar que ha habido una Comisión de Investigación en Madrid y otra Comisión de Transparencia y que ha habido un plazo en el que han requerido documentación y ofrecido comparecencias y que, mayoritariamente, ni lo uno ni lo otro se ha atendido por la federación de Madrid. Se ha ignorado la asistencia y las tareas de esta comisión de transparencia. Si ahora se plantea que esa ignorancia no era intencionada sino debida a limitaciones de tiempo no habrá ningún problema en atender a cualquier requerimiento. Pero no para empantanar el problema sino para cumplir cuanto antes la resolución de la dirección federal.
– ¿Cree que este nuevo revuelo puede volver a dificultar que llegue a la ciudadanía el mensaje que IU quiere lanzar?
– Es evidente que la actuación en Caja Madrid y la actuación de IU en Caja Madrid nos ha restado un importante apoyo ciudadano y que la única forma de recuperar ese apoyo es reconocer que ha habido errores y establecer mecanismos para no repetir errores. Eso incluye la asunción de responsabilidades de quienes han sido responsables de esos gravísimos errores políticos. Y no es que lo demande la dirección federal, sino el resto de federaciones y la militancia, que está consternada por la gravedad de estos hechos que hemos conocido. Que nadie pretenda alegar que, precisamente, atendiendo al importante número de votantes que IU ha tenido en Madrid existe una patente de corso para protagonizar unas actuaciones tan reprochables como las que ha habido en Caja Madrid.
"Una posible fractura lo único que podría significar es que los responsables de lo que ha ocurrido en Caja Madrid queden fuera" |
– ¿Entiende que este problema en Madrid, unido a las diferencias políticas en el seno de la federación, constituyen un riesgo de ruptura para el partido?
Bueno, no creo que exista ese riesgo de fractura y quiero pensar que nadie lo está buscando. En todo caso, una posible fractura lo único que podría significar es que aquellos que hayan tenido responsabilidades por esta dejación absoluta de funciones políticas por todo lo que ha ocurrido en Caja Madrid serán los que quedarán fuera. Lo que no es en absoluto contemplable es que la inmensa mayoría de la militancia que está exigiendo responsabilidades políticas quede apartada. No va a ocurrir. Entiendo que no estamos en un supuesto de ruptura, pero, desde luego, en caso de ruptura quien sobra en IU es quien no es capaz de llevar adelante los principios que figuran en nuestros estatutos.
– ¿Qué lectura hace usted de la situación política que vive Izquierda Unida? ¿Cree que corre el riesgo de convertirse en un actor secundario?
– IU no ha sido capaz de acertar en la puesta en práctica de unas políticas que tenía perfectamente diseñadas respecto a la puesta en marcha de alternativas que representaran el sentir generalizado de los ciudadanos. Ese escenario lo tenemos analizado y escrito y no tiene una explicación lógica que no hayamos sido capaces de ponerlas en práctica. Ha habido disfunciones que tenemos que corregir y entonces estaremos en posición de cumplir el papel que demanda la sociedad.
– ¿Qué cree que le hace falta a IU para remontar el vuelo? Al menos para volver a ilusionar a militantes y simpatizantes.
– Una mayor implicación en las luchas en la calle y convertirnos en elemento articulador de las propuestas de unidad ciudadana y unidad popular que permitan generar nuevas mayorías que acaben con el bipartidismo y con las políticas neoliberales de recortes que han llevado este país al desastre.
– ¿Considera que hace falta un cambio en el liderazgo?
No creo que sea un problema de liderazgo. Es un problema de adecuar todo el funcionamiento de nuestras estructuras y órganos a las políticas que hemos aprobado y poner al frente de esa responsabilidad a las personas que reúnen los mejores requisitos y están en mejor situación para llevarlas adelante.
– ¿Es Alberto Garzón esa persona que necesita IU?
Evidentemente Alberto Garzón está en mejores condiciones que nadie para representar esos anhelos de cumplimiento de las políticas adoptadas por IU en las dos últimas asambleas federales.
Soy afiliado de IU y poco dudoso respecto a simpatías políticas hacia las personas señaladas con el dedo por la dirección federal. Pero me llama la atención que, Enrique de Santiago al que se le supone una formación jurídica, haga de juez y parte en este proceso y pretenda que la dirección federal, saltándose todos los procedimientos y garantías, señalando con el dedo a tres dirigentes madrileños, elimine de la dirección a estas tres personas, «porque una resolución que ha puesto negro sobre blanco lo que están demandando los ciudadanos y la inmensa mayoría de la militancia de todas las federaciones de IU» lo diga. Esto se parece mas a las purgas stalinistas que a un sistema objetivo de resolución de conflictos.
No me gustaría que si en el futuro ganaran las elecciones internas los partidarios de Enrique de Santiago se instaurara este tipo de procedimientos para resolver los problemas.
En este caso lo que hay que enjuiciar es si el acuerdo escrito tomado en su día por la dirección de IU era correcto o no. Hasta ahí llega la responsabilidad de los que lo firmaron. El completo incumplimiento posterior es otro problema. Si había que haberlo denunciado y roto, otro. La utilización posterior de las tarjetas por el sinvergüenza de Moral Santin es otro. Pero todos estos asuntos hay que demostrarlos con datos y no con clamores populares, que es el método del linchamiento. Hay que despejar lo que son responsabilidades estatutarias, de lo que son juicios, y «a posteriori», políticos. Unas tienen unas consecuencias y otros otras consecuencias. Mezclarlo todo suena a vendetta política de una parte y contribuye solo a alimentar todo ese espectáculo lamentable que se está dando en la prensa últimamente sobre IU. Los militantes de IU no nos merecemos esto. IU como tal tampoco. Se está contribuyendo a destruir una organización en un momento en que se la necesita mas que nunca, ante la crisis abierta del régimen del 78 y sus dos protagonistas, y el ascenso imparable de una opción populista que por mucho que arrastre en su seno a muchos luchadores hartos de tanta mierda, no deja de ser una opción populista, tan fracasada para solucionar los problemas de nuestro pueblo y los otros de Europa como la neoliberal o la socialiberal.