El Boletín Oficial de Congreso confirma la relación empresarial entre el exeurodiputado Margallo y Cotino
El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo y Marfil, estuvo al servicio de Asedes Capital SL, de la familia Cotino, mientras ocupaba la vicepresidencia de la Comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo. Así lo ha reconocido ahora la vicepresidenta y ministra de la Presidencia, Soraya Sáenz de Santamaría, en una respuesta escrita al diputado de IU Ricardo Sixto que ha sido publicada esta semana, el jueves 18 de septiembre en el Boletín Oficial de las Cortes.
El escueto texto de la secretaría de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, del departamento de Saénz de Santamaría, aparece en la página 424 del Boletín Oficial del Congreso y reconoce que Margallo “fue consejero independiente de Asedes Capital S.L. para asuntos internacionales exclusivamente en el periodo que va de junio de 2006 a diciembre de 2007, como consta en su Declaración de la Renta, en su Declaración de Intereses del Parlamento Europeo y en el Registro Mercantil. El asesoramiento de José Manuel García-Margallo se circunscribió al proyecto de expansión internacional de la empresa”.
De este modo el jefe de la diplomacia española queda señalado oficialmente entre los miembros del Gabinete que han compatibilizado cargos públicos con negocios privados --caso muy señalado estos días de Miguel Arias Cañete, quien ha vendido sus acciones en las gasolineras de bonkering en Ceuta y en Canarias al ser nombrado comisario de Medio Ambiente de la UE-- y han circulado por las "puertas giratorias" entre el sector público y las empresas privadas, casos de sus compañeros de Gabinete Luis de Guindos y Pedro Morenés.
La relación del actual titular de Exteriores tiene especial interés porque en las fechas indicadas, las relaciones de la familia Cotino con los promotores de la trama Gurtel eran fluidas y provechosas en materia de contratos y adjudicaciones públicas. La trama llegó al Parlamento Europeo y provocó la dimisión del jefe de filas del PP en la Eurocámara, Gerardo Galeote, por sus encargos y operaciones con el cabecilla Francisco Correa.
Ninguna declaración de bienes y actividades de Margallo era pública. Y en el Parlamento Europeo no consta que el actual ministro declarase su empleo de consejero de Asedes Capital durante año y medio (segundo semestre de 2006 y 2007). El único dato de su declaración en la Eurocámara data de 2011 y se refiere a una sociedad que creó con su amigo, el también eurodiputado del PP y actual secretario de Estado de relaciones con la Unión Europea (UE), Iñigo Méndez de Vigo. Amigo de ambos era también el eurodiputado José Millán Mon, cuñado de Mariano Rajoy, al que varios dirigentes del partido atribuyeron una influencia decisiva en el nombramiento de Margallo como titular de Exteriores.
Consta, en cambio, que siendo vicepresidente de la Comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara y consejero de Asedes Capital (diciembre de 2006) defendió las enmiendas a la Directiva sobre las sociedades de inversión colectiva en valores mobiliarios. Aunque la norma afectaba directamente a sus clientes y pudo abstenerse de intervenir, habida cuenta de que los “lobbystas” son gentes de “vestíbulo” como su nombre indica en inglés, prefirió arriesgarse a formular las enmiendas. Acaso por desconocimiento, nadie le sacó los colores.
Sin embargo ahora, en plena oferta de luminosa transparencia sobre los bienes, intereses y actividades de los representantes políticos y altos cargos por parte del Gobierno a la oposición, con el encomiable fin de limpiar la vida pública y “regenerar” la democracia, el diputado valenciano Sixto obliga al Ejecutivo a reconocer la experiencia privada de Margallo en lo que se ha dado en llamar “la diplomacia económica” y la identificación de la “marca España” con el ocio y los negocios.
Para Sixto resulta sorprendente que Margallo estuviera al servicio de Asedes Capital, la matriz de los negocios y captación de capital de la familia de Juan Cotino Ferrer, actual presidente de las Cortes Valencianas, exdirector general de la Policía y exdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, entre otros cargos. A través de esa sociedad, los Cotino participan como accionistas mayoritarios en el Grupo Sedesa (el mismo nombre a la inversa) y consiguen contratos de las administraciones públicas. Un informe realizado en 2009 por la agencia de detectives Método 3, al parecer para un empresario rival, cifró en 90 millones de euros las adjudicaciones oficiales a Sedea en solitario y en uniones temporales con otras empresas.
Además de manejar Sedesa, los Cotino utilizaban Asedes para participar en más de una docena de compañías financieras y de inversiones tales como Sistemas Globales Inmobiliarios, Gestnavia, Pontia Equity y otras. La crisis del ladrillo y el final de la época dorada de la especulación inmobiliaria supuso la entrada en concurso de acreedores (antigua suspensión de pagos) y la reorganización de los negocios, dando más importancia a la construcción y administración de residencias de ancianos. Vicente Cotino Escrivá, tío del presidente de las Cortes Valencianas, compró por unos seis millones de euros las participaciones que la compañía Ezentis tenía de Sedesa y se ha erigido en administrador único del grupo. Los negocios son múltiples y van desde la atención a la tercera edad a la gestión de la autovía Camp del Turia (CV-50), pasando por productos químicos y conservantes para la industria alimenticia y la promoción inmobiliaria.
Aunque el asesoramiento internacional que Margallo prestaba a los Cotino terminó en diciembre de 2007, cuando el peloteo de las “hipotecas basura” desató la crisis financiera y económica, la oposición de izquierda no está dispuesta a ignorar las responsabilidades políticas de quienes han convertido la Comunidad Valenciana en un patio de Monipodio y de los que habiendo fomentado el aprovechamiento particular del poder se muestran como adalides de la regeneración personal e institucional. De las investigaciones sobre la trama Gürtel se han desprendido algunos datos sobre las relaciones de Cotino, Álvaro Pérez y Francisco Correa, así como la entrega de 200.000 euros a la financiación paralela y punible del PP a cambio de concesiones y favores privados.
Un clan , no se si mafioso o trincoso o las dos cosas a la vez. ¿Qué van a regenerar esos chorizos? ¡Fuera con ellos de una vez!!!
Parece mentira cómo una comunidad como la Valenciana, o sea una de las más rics de España tenga un sector geroasistencial (de atención a mayores) del que la inversión, en vez de verse atraída se sienta espantada. Actualmente varias empresas extranjeras piensan en invertir en serivicios de atención a ancianos en España, pues bien, casi todas excluyen a las residencias de la comunidad valenciana por miedo a la inseguridad que se ha creado en el sector debido a los impagos reiterados, acusaciones de corrupción y el follón entre quienes tienen un quasi monopolio en el concierto de plazas y los que consideran que el mismo no es legitimo.