La abdicación del rey Juan Carlos I carece de impacto económico y de género. Según los preceptivos informes que complementan la Ley Orgánica de la Abdicación y que fueron registrados con el número 37.924 en el Congreso de los Diputados, el relevo no nos costará más dinero a los españoles porque el rey y su consorte pueden cobrar las remuneraciones hasta ahora asignadas al príncipe y a su esposa. Puesto que las mujeres ya fueron marginadas de la sucesión en la Constitución de 1978, el informe dice que la ley no tiene impacto de género. Los letrados se han esforzado además en justificar en su informe jurídico el atropello sintáctico --"abdica la Corona"-- que contiene la primera frase del artículo único. Como se sabe, el proyecto no admite enmiendas, aunque sean de forma para añadir la proposición que falta.
Según el informe, el exrey y su esposa Sofía de Grecia no recibirán una renta especial o pensión de jubilación del Estado a cuenta del Presupuesto de este año, por lo que la abdicación carece de impacto económico. No significa esto que vayan a quedar impecunes o sin medios económicos para sus necesidades personales, sino que se modifica la situación de modo que la distribución del dinero de la Casa del Rey corresponderá al nuevo monarca, Felipe VI, sin que haya aumento de la asignación anual, que es de 7.775.040 euros este año.
Al afirmar que la abdicación no tiene efecto económico, los letrados al servicio de la Presidencia del Gobierno que han elaborado el informe dan por supuesto que el rey y el príncipe se pueden intercambiar el suelo y otro tanto ocurriría entre sus consortes Sofía y Letizia Ortiz. Juan Carlos se había asignado a sí mismo en 2011 la cantidad de 292.752 euros anuales (140.519 como sueldo y 152.233 en dietas y gastos de representación). Esa cantidad, que se mantiene prácticamente congelada desde entonces, es justo el doble de la que asignó a su hijo Felipe: 146.376 euros (70.260 de sueldo y 76.116 para gastos). La reina Sofía recibía 131.739 euros (63.234 de sueldo y 68.505 para gastos) y la princesa Letizia, 102.464 por ambos conceptos.
En materia de género, el informe dice que la ley es neutral. Se trata de una aseveración falsa, pero obligada por el precepto constitucional machista que, siguiendo la tradición sálica, relega a las mujeres en la línea sucesoria. Como se sabe, la primogénita es la infanta Elena (51 años), seguida de Cristina, que el 13 de junio cumplirá 49, y del príncipe, que tiene 46 años de edad, pero si no se modifica la Constitución de 1978, el heredero será el primogénito varón del rey. Por otra parte, cuando Felipe tome posesión como nuevo monarca, las infantas dejarán de pertenecer oficialmente a la Familia Real y aunque sean familia del Rey perderán toda función representativa.
Uno de los asuntos más chocantes de la Ley de Abdicación es la incorrección sintáctica de la primera de las dos frases del artículo único, pues dice que el rey “abdica la Corona de España”. En buena lógica sintáctica, según la Rae, debería llevar la proposición “de”, (abdica de la Corona) o “en” (abdica la Corona en). Pero ese ahorro de preposiciones que bien puede revelar la decisión de última hora de Rajoy de no citar al príncipe heredero en la norma, también aparece justificada en el informe jurídico. Concretamente, los letrados han encontrado una expresión idéntica en la Constitución de Cádiz de 1812. El artículo 172-2 de La Pepa decía: “No puede el Rey ausentarse del Reyno (sic) sin consentimiento de las Cortes; y si lo hiciere, se entiende que ha abdicado la Corona”. La historia, maestra de la vida, más que para enseñar sirve, en este caso, para abundar en accidentes sintácticos.
¡Hombre! Eso de que la ley no tiene impacto de género es muy gracioso. Vale que esos de la moncloa sean incapaces de escribir correctamente, pero que nos tomen por tontas merece un escrache de las chicas de femme a su graciosa majestad Felipe VI El Preparado.