
Gabriel Ruiz Silva, un palentino de 23 años, perdió un testículo en la manifestación del pasado 22-M. Denuncia que la pelota de goma que le golpeó no fue disparada contra el suelo. Ha sufrido dos operaciones desde aquel día y, junto al joven que perdió la visión de un ojo por otra pelota de goma, son los únicos herido con secuelas graves de los disturbios de la noche del 22M. Sin embargo, Gabriel denuncia que la identidad de los policías que dispararon aquellas dos pelotas de goma no está siendo investigada. Muy al contrario, este joven denuncia que la información que le ha llegado es que la Policía está tratando de montar “la mentira” de que el golpe que le ha causado la pérdida de un testículo sucedió antes de que los antidisturbios dispararan pelotas de goma.
“No solo no investigan a los culpables sino que la Policía está queriendo decir que yo llegué por mi propio pie al Gregorio Marañón y que la pelota no tiene nada que ver. Quieren justificar que lo que a mi me sucedió fue antes de que la Policía comenzara a disparar pelotas de goma. Es una mentira como un piano”, denuncia Gabriel en conversación telefónica con cuartopoder.es. “Deberían averiguar quién me ha disparado a mi y al chico que perdió un ojo. Están encubriendo a los responsables”, prosigue.
La detención de once jóvenes ayer, viernes, acusados de protagonizar los actos más violentos de la noche del 22M ha desatado aún más la sensación entre los activistas, como Gabriel, de la impunidad que gozan los cuerpos policiales. “Dicen que los chavales han sido violentos, pero ¿y los policías? ¿Cuántas brechas han sido provocadas por policías? Llevamos muchos años siendo víctimas de terrorismo de Estado en las manifestaciones. Habría que detener a más gente, no sólo a manifestantes. ¿A los policías quién los investiga? ¿Quién los detiene?”, denuncia.
No obstante, la detención de los once jóvenes no ha sorprendido a prácticamente nadie. Las fuentes jurídicas contactadas por este medio destacan que estas detenciones eran de esperar desde el primer momento y que es “lo lógico” cuando se participa en disturbios tirando piedras a la Policía a cara descubierta y, más aún, habiendo policías heridos. Lo que sí es denunciable, constatan estas fuentes jurídicas, es que sea la Policía la que haga y deshaga a su antojo y ya una vez realizadas las operaciones y detenciones se ponga el caso en manos del juez.
“¿A quién detuvieron el 22M?"
Así, Ginés Fernández, portavoz de Frente Cívico-Somos Mayoría y miembro de la organización de la Marcha por la Dignidad, se pregunta por qué no se está investigando absolutamente nada sobre la actuación policial que causó las graves secuelas a los dos jóvenes. “El Gobierno y sus medios afines se han preocupado mucho de situar a los policías como víctimas, pero sobre los manifestantes heridos parece que no se está investigando absolutamente nada. ¿Cómo sería la carga y la respuesta policial para que haya estos heridos?”, se pregunta Fernández.
Esta no es la única duda que las detenciones de ayer plantean a Ginés Fernández. “Si en esta operación han detenido a los violentos, ¿a quién detuvieron el día 22? Ese día ya dijeron que habían detenido a los violentos e incluso al joven que había agredido a un policía. Ahora nos lo vuelven a decir. Espero que tengan pruebas que justifiquen la detención de los once jóvenes”, prosigue Fernández, que asegura que “se va a demostrar que muchos de los detenidos del día 22 no tuvieron una participación activa en los hechos que se les imputan”.
No obstante, Ginés Fernández insiste en que el Frente Cívico “está recabando toda la información disponible” e “investigando” porque tienen información “confusa” de que entre los detenidos puede haber jóvenes “tanto de extrema izquierda como de extrema derecha”. Sea como fuere, Fernández considera que lo que estas detenciones demuestran es que el Gobierno “continúa con su dinámica represiva y de plantear un conflicto de orden público cuando se trata de un conflicto social causado por sus políticas”. “Es en esta dinámica cuando la Policía actúa de manera indiscriminada, como en las primeras detenciones, y se ven involucradas personas que, como nosotros decimos, no eran responsables de lo que estaba sucediendo”.
Denuncia de fotoperiodistas
La sorpresa que manifiesta Ginés Fernández es compartida por José Cuesta, portavoz de la Asociación Nacional de Informadores Gráficos de Prensa y Televisión (ANIGP-TV), que ha presentado una denuncia ante la Justicia por las agresiones de efectivos de la UIP de la Policía Nacional a varios fotoperiodistas cuando trataban de informar de una detención al final de la concentración 'Jaque a la Monarquía', celebrada el pasado sábado en Madrid.
“Sorprende pero tampoco sabemos cómo está llevando la Policía el caso de las agresiones a fotoperiodistas y si tienen una investigación interna o no. Por eso, hemos hecho todo lo que podemos hacer que, en este momento, es poner una denuncia ante la Justicia con la intención de que se depuren responsabilidades”, afirma a este medio Cuesta, que asegura que “asume el nivel de riesgo de la profesión” pero que “molesta” cuando reciben agresiones con la “sensación” de que han ido a por ellos.
“Nosotros no nos quejamos porque nos pegaron. Nos molesta el hecho de que parecía no haber motivos aparentes y tenemos la sensación de que fueron a por nosotros cuando los periodistas sólo estaban haciendo su trabajo”, finaliza Cuesta.
Criminalización de la protesta social
Desde Juventud Sin Futuro denuncian que estas nuevas detenciones persiguen el objetivo de “criminalizar” a quienes desobedecen leyes injustas mientras que no se hace nada por detener a los policías que “han hecho perder un testículo a un joven”, a los “banqueros que han causado la crisis” o a “los empresarios que abusan de trabajadores”. “Con esta operación la Policía se está vanagloriando de detener a los más violentos, pero los agentes que han hecho perder un ojo a un joven y un testículo a otro no sólo no serán sancionados, sino que serán premiados”, denuncia Pablo Padilla, portavoz de Juventud Sin Futuro.
En opinión de Padilla estas detenciones y las declaraciones que han venido sucediéndose tanto por parte del Gobierno como de Cristina Cifuentes buscan reducir el 22M y el problema político y social que plantea y que sacó a cientos de miles de personas a la calle a un problema de orden público. “Quien más cómodo se siente en este escenario es el Gobierno que está criminalizando la protesta social. En Madrid parece que a la juventud se nos está diciendo que no nos quejemos ni protestemos ni vayamos a manifestaciones porque podemos perder un ojo o un testículo”, afirma Padilla, que concluye señalando que de nuevo se está viviendo un episodio de “impunidad para los de arriba y represión para los abajo”.
Se supone que los policías se encargan de evitar la violencia, no de crearla con sus intervenciones.
Pues en aras a un buen funcionamiento deberían ser investigados… la policía no son superhe´roes, son personas y se equivocan como todos, y en esos casos de no saber estar que todos hemos visto, lo lógico sería depurar respi nsabilidades, advirtiendo y corrogiendo actitudes policiales, que no es nada malo, al contrario, en ello va el buen nombre de la polícía, su mejora y su profesionalidad… es que es lo más normal del mundo..a caso si un conductor de autobuses urbanos conduce a lo loco no se puede avisar de su comportamiento incorrecto y corregirse o hay que aguantuarse… no se porqué ese tabú con la policía… poco favor hacen al cuerpo al no corregir errores sistemáticos… es mi punto de vista, corregir es de sabios y empecinarse de cabezones.
“¿A los policías quién los investiga? ¿Quién los detiene?”… ¿y a Esperanza Aguirre?