La ‘Intifalla’ amarga la fiesta al PP valenciano con sus protestas contra los recortes y la corrupción
Lo que comenzó como un movimiento espontáneo que llevó a cerca de un centenar de ciudadanos a congregarse frente al balcón del Ayuntamiento de Valencia tras los últimos estruendos de cada 'mascletà' de Las Fallas de 2012 ya se ha convertido en toda una tradición fallera. El movimiento se autodenomina como 'Intifalla', convoca las protestas a través de las redes sociales, y por tercer año consecutivo está consiguiendo visibilizar el espíritu crítico de los valencianos contra la política de recortes sociales del Consell y los escándalos de corrupción que afectan a la Generalitat.
“Intifalla no es una plataforma ni una organización. No tenemos ni asamblea. Es una idea que surgió tras la Primavera Valenciana de manera espontánea y que cuajó. La dinámica es la siguiente: cuando acaba la 'mascletá' todo el que quiera puede ir frente al balcón del Ayuntamiento y mostrar su indignación por la corrupción y las políticas de recortes”, señala a este medio Guzmán, participante de la Intifalla, que prefiere no proporcionar su apellido.
Desde 2012, la imagen de alrededor de un centenar de ciudadanos coreando cantos y eslóganes contra la corrupción y la política de recortes frente al Ayuntamiento de Valencia no ha dejado de repetirse ni un sólo día. Desde 'Intifalla', no obstante, señalan que no se trata de un movimiento contra las fallas sino contra la corrupción. “No rechazamos la fiesta ni renegamos de ella. Sí rechazamos a los políticos corruptos que aprovechan las fiestas para hacerse fotos y sacar un rédito político”, agrega Guzmán.
Cada día de 'mascletá' sirve para escenificar un conflicto en concreto. Este viernes, por ejemplo, la 'Intifalla' reivindicará “unas fallas valencianas populares, críticas y en valenciano”, y protestará por la subida del IVA en la cultura. El sábado, la protesta se centrará en el derecho a decidir de las mujeres sobre su propio cuerpo y levantará la voz contra la reforma de la Ley del aborto que prepara Gallardón. El calendario de protestas de 'Intifalla' recoge reivindicaciones por una Educación pública y popular, por una Radiotelevisión pública valenciana, por la gestión de la Generalitat del accidente de metro de Valencia, contra la “Ley Mordaza”, etc.
Identificaciones policiales
Tras la 'mascletá' de este miércoles, la 'Intifalla' dedicó sus protestas a apoyar las Marchas por la Dignidad del 22 de marzo. Tras la movilización, y según denuncian a este medio asistentes a la 'mascletá', la Policía comenzó a identificar y tomar los datos de cada una de las personas que portaban camisetas y carteles reivindicativos siendo dos de ellos también registrados por los agentes.
“Estábamos frente al balcón dentro de la dinámica característica de la 'Intifalla', que es llamar corruptos a los corruptos, cuando se produjo un despliegue policial que cerraba las dos posibles salidas a los manifestantes. Después comenzaron a identificar de manera arbitraria. Su objetivo era amedrentar e infundir miedo a los que protestan”, opina Guzman.
Quejas en el Partido Popular
El hecho de que este colectivo elija las Fallas para hacer visibles sus protestas indigna a los políticos del Partido Popular valenciano. El año pasado, el edil de Seguridad Ciudadana, Miquel Domínguez, en representación del consistorio valenciano advirtió a los manifestantes lo siguiente: "Que se lo piensen bien y respeten a todos los valencianos que quieren disfrutar una fiesta abierta y popular cuya celebración preparan durante todo el año y a la que dedican un gran esfuerzo económico y de tiempo para que salga bien. Tienen todo el año para manifestarse".
En este 2014, por contra, uno de los primeros en pronunciarse al respecto, ha sido el diputado del PP en Les Corts Antonio Peral, eligiendo para ello la red social Twitter. Tras adjuntar el cartel elaborado por 'Intifalla' que invita a los valencianos a protestar contra la reforma del aborto de Gallardón con el lema “parir es un derecho y no una imposición”, Peral ha añadido: “Panfletos para dividir: ¡¡Cuanto odio, cuanta intolerancia, cuanto sectarismo, que poco sentido común!”.
