El día que Rajoy dejó de fiarse de Artur Mas

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Mas y Rajoy (en el centro) conversan, el pasado mayo, durante un acto con la patronal del automóvil, en Barcelona. / Efe

El presidente del Gobierno ha abandonado la idea de alcanzar algún acuerdo para solucionar el conflicto catalán a base de diálogo bilateral con el presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. "Ni diálogo discreto ni nada puede funcionar entre ellos -asegura un estrecho colaborador del presidente del Gobierno- porque ahora Rajoy ya sabe que Mas no es de fiar".

De acuerdo con la versión ofrecida por los más próximos a Rajoy, éste mantuvo la esperanza de poder solucionar el conflicto generado tras el anuncio del president de que convocará una consulta sobre la voluntad del pueblo catalán de ser o no independiente hasta hace unos meses, cuando el 29 de agosto ambos mantuvieron un encuentro secreto en el Palacio de la Moncloa. El encuentro fue un fracaso y el secreto de la reunión dejó de serlo poco después. El rotativo catalán y de ideología filoindependentista Ara publicó días después la noticia de la reunión.

"Rajoy se sintió traicionado- asegura otro de sus colaboradores-  porque, evidentemente, fueron Mas y/o su entorno quienes filtraron la noticia. Por eso, Rajoy no se dejará traicionar una vez más: ya no habrá encuentros ni maniobras discretas... A partir de ahora... luz y taquígrafos y aplicación de la legislación vigente".

Hasta ese 29 de agosto, aseguran fuentes de la dirección del PP, hubo encuentros y contactos casi semanales durante cerca de un año entre miembros de CDC y del PP. Tanto Rajoy como Mas estuvieron de acuerdo en apartar a los respectivos gobiernos de esos encuentros bilaterales. Creían que, para que esos contactos llegasen a buen puerto y lograsen una solución conjunta a la difícil situación que se había creado, tenían que mantener a "segundos espadas", poco dados a declaraciones en medios de comunicación.

Se intentaron eliminar obstáculos y limar asperezas, aunque siempre chocaban las mismas premisas: para los nacionalistas catalanes, la consulta era irrenunciable y, para los representantes del PP, nunca se aceptaría nada que no encajase en la Constitución. Con todo, Rajoy no perdía la esperanza de que sus representantes lograsen hallar un resquicio, una brecha por la que transitar y sortear el conflicto. Sin embargo, las esperanzas de Rajoy se esfumaron después del 29 de agosto. ¿Por qué entonces y no a raíz de las declaraciones desafiantes de Mas? Seguramente, confiesan desde el entorno del presidente del Gobierno, porque Rajoy pensaba que todo formaba parte de un guión y quería restarle importancia. Pero ahora ya ha abierto los ojos: con Mas no hay nada que hacer, porque no es de fíar. Rajoy, dicen los suyos, lo tiene clarísimo. Y quienes fueron emisarios de Mas, también.

4 Comments
  1. Piedra says

    Ni Mas ni Menos, a la mierda los dos corruptos ineptos

  2. Jaume says

    Esther, me parece insultante el calificativo sobre el diario Ara de ‘filoindeoendentista’. A partir de ahora, a todos los periódicos mesetarios los calificaremos de ‘ultranacionalistas españoles’ o ‘cavernarios retrógrados’. Viniendo de una catalana (supuéstamente, claro) es de vergüenza. Salut i independència, encara que no us agradi…

  3. Esther Jaén says

    Estimado Jaume,
    siento que el calificativo «filoindependentista» le parezca un insulto. Sinceramente, no creo que lo sea, ni mi intención al emplearlo fue insultar a nadie, sino describir la muy legítima línea editorial de un periódico, como otros periódicos tienen una linea de derechas, de izquierdas, etc.
    En cuanto a mi «supuesta» catalanidad, no se equivoque. No es supuesta. Eso sí lo tengo claro. Soy catalana y usted, hasta donde yo sé, no puede negármelo, coincidamos o no en nuestras ideas de país.
    Saludos y disculpe que no haya respondido antes a su comentario.

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